/ viernes 6 de noviembre de 2020

Familia Escobedo estira el dinero para comer

Familias han buscado otras alternativas para comprar sus productos de la canasta básica

EL MARQUÉS.- Desde el inicio de la pandemia por Covid-19 la familia Escobedo Elías de la comunidad de Atongo en el municipio de El Marqués ha tenido que buscar otras alternativas para comprar sus productos de la canasta básica, ya que estos encarecieron en la localidad.

“Aquí los tenderos incrementaron sus precios y pues ya nos sale a perjudicar un poco y a uno como consumidor pues su bolsillo se ve afectado por el precio que se eleva un poco. La carne no la acostumbramos mucho, tres veces a la semana cuando mucho”.

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Felipe Escobedo de 36 años de edad es el padre de familia y único sustento económico; él desde las seis y media de la mañana inicia su día dando alfalfa y pastura a los 30 borregos que conforme a su ciclo de vida engordan para allegarse de un poco más de ingresos.

“En la mañana tenemos que revisar que tengan su pastura, que tengan agua. En una jaula ya tenemos apartados a los borregos de engorda, que es otro punto que nos ayuda en la economía, los vendemos y pues es un dinerito extra que por lo mismo, como hubo mucha gente que se quedó sin empleo, también las ventas de los barbacoyeros también bajaron y obvio que también a nosotros nos afecta, por ejemplo ya ahorita un borrego bien pagado puede ser dos mil pesos”.

Inmediatamente toma un rápido desayuno que consta de una pieza de pan dulce o galletas con leche que en ocasiones puede ser café, para después alistarse y llegar en punto de las siete de la mañana a su trabajo, en el que desde hace 9 años, opera un tractor que cosecha alfalfa o avena y después se empaca.

A la misma hora, la señora Azucena Elías de 31 años de edad, inicia su día, para poner el desayuno de Felipe en la mesa y poner una olla para calentar la bebida que a su esposo se le antoje en ese día, al mismo tiempo que le prepara una torta regularmente con el guiso que sobró del día anterior, para que Don Felipe almuerce en su trabajo.

“Como mi hija trae un problema en uno de sus ojos, estamos saliendo semana con semana a Querétaro y nos queda de pasadita ahí la Aurrera, pasamos a lo más económico para estirar el dinero y pues que alcance. Ahí compramos aceite, leche, cereal, pastas, frijol, arroz, todo eso que aquí sí elevan el precio y son cosas que más o menos gastamos mil 500 pesos cada quince días”.

Juntos procrearon a Isaac el hijo mayor de 10 años de edad y que cursa el quinto año de primaria, luego está Valentín de seis años, quien durante la pandemia pasó del preescolar a primero de primaria y Abigail, que hace apenas unos días cumplió cuatro años de edad.

“Sí, hemos platicado la posibilidad de que yo trabaje, para mejorar la economía, pero dice él ¿y los niños dónde se van a quedar? ponte a pensar tú te vas a trabajar, sí está bien, vas a traer dinero, pero tienes que buscar quién te cuide los niños, vas a pagar, ¿a qué te va a salir?, mejor quédate en la casa, batallas con ellos, porque tampoco te va a parecer que te digan ellos que los regañaron o que les pegaron”.

El desayuno lo hacen alrededor de las ocho de la mañana y consta de cereal o pan dulce con leche, según lo que les apetezca en el día, después entre 10 y 11 de la mañana, Azucena prepara el almuerzo que puede ser huevo con jamón, jugo de naranja, con sus respectivas tortillas que ella misma prepara todos los domingos con maíz de nixtamal.

“Las tortillas las estoy haciendo los días domingos, porque entre semana no me está dando tiempo con las tareas. Compro el maíz, lo limpio, lo lavo, prendo leña y pongo la olla con cal y cuando empieza a hervir retiro el fuego la dejo reposar para que se acabe de cocer, después lo escurro y lo llevo al molino, sale la masa y ahora si a darle”.

Hasta las cuatro de la tarde Azucena prepara la comida, por ejemplo puede ser arroz o sopa de pasta con caldillo de jitomate y el plato fuerte lo comen hasta que Don Felipe llega después de la jornada laboral –alrededor de las cinco de la tarde- que pudiera ser milanesa con ensalada de lechuga con jitomate y aguacate, nopales con chicharrón, carne en chile negro, frijoles y salsa para los que gusten.

“La comida la hago hasta que termino el tema de la escuela con ellos, porque como son tres, entonces empiezo a más tardar a las 12 con el mediano, después con el de quinto de primaria y al último con la de preescolar, porque con ella tengo que estar más de lleno con ella, pues así es como hemos dividido el día y es cómo nos hemos acomodado”.

Mientras que la cena la hacen al igual que la comida, juntos en familia en la mesa que justo está en el cuarto donde tienen habilitada la cocina, ya sean un yogurt, fruta o mezclados, por ejemplo con: uvas, plátano, manzana, durazno, mandarina, naranja, esto es alrededor de las ocho de la noche.

“Aquí nada más compramos lo que es verduras y frutas, que estén frescas, esto por ejemplo lo compro cada ocho días y nos gastamos de 250 a 300 pesos y de carne como 150 a 200 pesos, porque paso de una sola vez y me traigo todo para la semana”.

DATOS

● La diferencia en precios de los productos que compran en el supermercado y las tiendas de la comunidad a veces es hasta más de 15 pesos.

● Con 20 pesos de maíz y 7 pesos que paga en el molino, doña Azucena hace alrededor de seis kilos de tortilla de nixtamal.


EL MARQUÉS.- Desde el inicio de la pandemia por Covid-19 la familia Escobedo Elías de la comunidad de Atongo en el municipio de El Marqués ha tenido que buscar otras alternativas para comprar sus productos de la canasta básica, ya que estos encarecieron en la localidad.

“Aquí los tenderos incrementaron sus precios y pues ya nos sale a perjudicar un poco y a uno como consumidor pues su bolsillo se ve afectado por el precio que se eleva un poco. La carne no la acostumbramos mucho, tres veces a la semana cuando mucho”.

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Felipe Escobedo de 36 años de edad es el padre de familia y único sustento económico; él desde las seis y media de la mañana inicia su día dando alfalfa y pastura a los 30 borregos que conforme a su ciclo de vida engordan para allegarse de un poco más de ingresos.

“En la mañana tenemos que revisar que tengan su pastura, que tengan agua. En una jaula ya tenemos apartados a los borregos de engorda, que es otro punto que nos ayuda en la economía, los vendemos y pues es un dinerito extra que por lo mismo, como hubo mucha gente que se quedó sin empleo, también las ventas de los barbacoyeros también bajaron y obvio que también a nosotros nos afecta, por ejemplo ya ahorita un borrego bien pagado puede ser dos mil pesos”.

Inmediatamente toma un rápido desayuno que consta de una pieza de pan dulce o galletas con leche que en ocasiones puede ser café, para después alistarse y llegar en punto de las siete de la mañana a su trabajo, en el que desde hace 9 años, opera un tractor que cosecha alfalfa o avena y después se empaca.

A la misma hora, la señora Azucena Elías de 31 años de edad, inicia su día, para poner el desayuno de Felipe en la mesa y poner una olla para calentar la bebida que a su esposo se le antoje en ese día, al mismo tiempo que le prepara una torta regularmente con el guiso que sobró del día anterior, para que Don Felipe almuerce en su trabajo.

“Como mi hija trae un problema en uno de sus ojos, estamos saliendo semana con semana a Querétaro y nos queda de pasadita ahí la Aurrera, pasamos a lo más económico para estirar el dinero y pues que alcance. Ahí compramos aceite, leche, cereal, pastas, frijol, arroz, todo eso que aquí sí elevan el precio y son cosas que más o menos gastamos mil 500 pesos cada quince días”.

Juntos procrearon a Isaac el hijo mayor de 10 años de edad y que cursa el quinto año de primaria, luego está Valentín de seis años, quien durante la pandemia pasó del preescolar a primero de primaria y Abigail, que hace apenas unos días cumplió cuatro años de edad.

“Sí, hemos platicado la posibilidad de que yo trabaje, para mejorar la economía, pero dice él ¿y los niños dónde se van a quedar? ponte a pensar tú te vas a trabajar, sí está bien, vas a traer dinero, pero tienes que buscar quién te cuide los niños, vas a pagar, ¿a qué te va a salir?, mejor quédate en la casa, batallas con ellos, porque tampoco te va a parecer que te digan ellos que los regañaron o que les pegaron”.

El desayuno lo hacen alrededor de las ocho de la mañana y consta de cereal o pan dulce con leche, según lo que les apetezca en el día, después entre 10 y 11 de la mañana, Azucena prepara el almuerzo que puede ser huevo con jamón, jugo de naranja, con sus respectivas tortillas que ella misma prepara todos los domingos con maíz de nixtamal.

“Las tortillas las estoy haciendo los días domingos, porque entre semana no me está dando tiempo con las tareas. Compro el maíz, lo limpio, lo lavo, prendo leña y pongo la olla con cal y cuando empieza a hervir retiro el fuego la dejo reposar para que se acabe de cocer, después lo escurro y lo llevo al molino, sale la masa y ahora si a darle”.

Hasta las cuatro de la tarde Azucena prepara la comida, por ejemplo puede ser arroz o sopa de pasta con caldillo de jitomate y el plato fuerte lo comen hasta que Don Felipe llega después de la jornada laboral –alrededor de las cinco de la tarde- que pudiera ser milanesa con ensalada de lechuga con jitomate y aguacate, nopales con chicharrón, carne en chile negro, frijoles y salsa para los que gusten.

“La comida la hago hasta que termino el tema de la escuela con ellos, porque como son tres, entonces empiezo a más tardar a las 12 con el mediano, después con el de quinto de primaria y al último con la de preescolar, porque con ella tengo que estar más de lleno con ella, pues así es como hemos dividido el día y es cómo nos hemos acomodado”.

Mientras que la cena la hacen al igual que la comida, juntos en familia en la mesa que justo está en el cuarto donde tienen habilitada la cocina, ya sean un yogurt, fruta o mezclados, por ejemplo con: uvas, plátano, manzana, durazno, mandarina, naranja, esto es alrededor de las ocho de la noche.

“Aquí nada más compramos lo que es verduras y frutas, que estén frescas, esto por ejemplo lo compro cada ocho días y nos gastamos de 250 a 300 pesos y de carne como 150 a 200 pesos, porque paso de una sola vez y me traigo todo para la semana”.

DATOS

● La diferencia en precios de los productos que compran en el supermercado y las tiendas de la comunidad a veces es hasta más de 15 pesos.

● Con 20 pesos de maíz y 7 pesos que paga en el molino, doña Azucena hace alrededor de seis kilos de tortilla de nixtamal.


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