A casi cinco meses de que los diversos niveles de gobierno establecieron una serie de restricciones para enfrentar el masivo contagio del coronavirus...
Esas mismas autoridades siguen sin unificar sus criterios, lo que ha provocado que al menos en el estado de Veracruz cada municipio imponga sus propios lineamientos, que por increíble que pudiera parecerles amables lectores, les genera ingresos económicos extraordinarios, al multar a diestra y siniestra a propietarios de diversos negocios que en muchos casos están optando por cerrar sus puertas definitivamente, abrumados por estos cobrones.
En la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, por citar un ejemplo, personal de las direcciones de Protección Civil y Comercio han impuesto multas a propietarios de negocios, ya sea por no tener un bote de gel a la entrada, no contar con cubrebocas o señalamientos, infracciones que van de los dos a los cinco mil pesos, justo en esta temporada de crisis.
En el municipio de Boca del Río, abundando en los ejemplos, propietarios de pequeños gimnasios y consultorios médicos ya decidieron cerrar sus locales, porque entre multas de Protección Civil y costos de equipamiento anti-Covid están acabando con sus reservas económicas.
Son tan implacables estos cobrones, que en la zona centro de la ciudad de Veracruz, siguiendo con los ejemplos, cerraron una semana un conocido café porque una de las empleadas traía mal puesto el cubrebocas, con lo cual la propietaria ponderó la posibilidad de cerrar el establecimiento.
Es tal el acoso del personal de las direcciones de Protección Civil y de Comercio de ambos ayuntamientos que exigen que las campanas extractoras de humo de las cocinas no tengan grasa, ¿? porque dicen, allí se aloja el coronavirus.
Por ello, amables lectores, bien dice el refrán que a río revuelto ganancia de pescadores, pues como mencionamos al inicio, al no haber lineamientos estandarizados de parte de los gobiernos federal y estatal, los municipales improvisan e inventan restricciones que de lejos pareciera que solo procuran ingresos económicos extraordinarios, sin considerar al empresario que genera empleos.
SEGÚN EL SAPO ES LA PEDRADA… Lo antes descrito, amables lectores, también lo padecen los medianos y grandes empresarios, que ya no soportan a los inspectores de la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente (PMAVER), quienes atribuyéndose competencias que le corresponden a las autoridades sanitarias, supervisan también desde la existencia de botes de gel, hasta la señalética para depositar la basura que generan las acciones de prevención y protección para no contagiarse del Covid 19.
Pero como éste es asunto más delicado, en breve abordaremos el tema porque como dijera la Nana Goya, esa es otra historia.
guadalupehmar@yahoo.com