/ lunes 21 de septiembre de 2020

Así no se Frena

A los mexicanos nos llevan de noticia en noticia, la mayoría de las cuales nada tiene que ver con la crítica realidad que estamos enfrentando y como decía don José Alfredo Jiménez, pareciera que vivimos en un mundo raro.

73 mil 258 muertos con motivo de la pandemia del coronavirus y la cifra aumenta cada día, ya no parecen ser noticia, ya nos estamos acostumbrando a ello, no obstante que ahora si un gran número de mexicanos sabe o conoció al menos a alguno de los muertos, sino por formar parte de su familia o de su círculo de amistades, al menos lo conocía por referencias. Hasta hace unos dos meses, alcancé a escuchar decir a algunas personas: “hasta ahorita no he conocido a nadie que haya muerto por Covid”; hoy la historia es distinta.

Bueno, ya ni de López-Gatell se habla, lo que ya es decir mucho.

La agenda se sigue marcando por las mañanas, aprovechando todos y cada uno de los descuidos que cometen tanto el sector empresarial, como organizaciones y algunos políticos o exfuncionarios. En algún momento el tema del día lo dio Gustavo de Hoyos, Felipe Calderón, el INE o el Poder Judicial, por citar solamente a cuatro. Cuando no ha habido temas a modo, se ha hecho uso de algunos otros como el caso Lozoya, la rifa del avión o algún funcionario enfermo de Covid.

Como señalé inicialmente, el número de muertos hace pensar que México se encuentra en la fase más crítica de la pandemia, pero en los últimos días la nota que se ha tomado para marcar la agenda es el movimiento surgido del ámbito empresarial, que ha sumado a personajes importantes de Nuevo León, a algunos integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y, desde luego, a ciudadanos de varios estados de la República mexicana, denominado Frena.

Este frente nacional, cuya última protesta se inició en el monumento a la Revolución, en la Ciudad de México, y fue detenido por un cerco policiaco que les impidió seguir avanzando en su intento por llegar al Zócalo y establecer ahí su plantón, ha realizado manifestaciones vehiculares con buen éxito en varias entidades federativas, pero percibo su objetivo lejano, quizá porque su hoja de ruta mantiene una dirección incorrecta, de presión social, mediática, que inclusive desgasta y genera desánimo en sus propios miembros.

Frena argumenta que el gobierno no ha estado a la altura de las expectativas ciudadanas ni ha tenido un desempeño extraordinario. Ha faltado a sus promesas y se ha mostrado como un gobierno protector de quienes lo integran, aunque haya bases para pensar que algunos han transgredido la ley, conduciéndose como un gobierno autoritario contra todos los demás y que por lo tanto hay que cambiarlo.

Sin embargo, no olvidemos que nuestro México sigue siendo un país de instituciones y a ellas debemos apostarle.

Si lo que se pretende es un cambio de timón, como lo han reiterado en múltiples ocasiones, me parece que en lo que se debe trabajar es en la organización del movimiento para manifestarlo en su momento en las urnas, más que en las calles.

De otra manera seguirán moviendo la agenda mañanera, como ocurrió hace unos días en que el Presidente señaló: “ellos deben de saber que tienen todas las garantías para manifestarse, que no van a ser molestados, que se van a poder quedar ahí en sus casas de campaña como nosotros lo hicimos. Ojalá que se queden un tiempo suficiente, que no sea nada más unos días”.

“Ahora que ya tomaron la decisión de bajarse de los carros y protestar y acampar, que se queden ahí, además que se queden todos, también los dirigentes, a dormir ahí en las casas de campaña, que no se vayan a ir a los hoteles en la noche y que dejen nada más a la gente ahí durmiendo”.

Todo movimiento social que se considere enmarcado en los postulados de ley que nos rigen son válidos, son legítimos, y considero que el que nos ocupa se inscribe en esta vertiente. Es un movimiento digno que va sumando más y más adeptos, sin embargo, considero que así no se Frena.

Diputado federal del PAN

A los mexicanos nos llevan de noticia en noticia, la mayoría de las cuales nada tiene que ver con la crítica realidad que estamos enfrentando y como decía don José Alfredo Jiménez, pareciera que vivimos en un mundo raro.

73 mil 258 muertos con motivo de la pandemia del coronavirus y la cifra aumenta cada día, ya no parecen ser noticia, ya nos estamos acostumbrando a ello, no obstante que ahora si un gran número de mexicanos sabe o conoció al menos a alguno de los muertos, sino por formar parte de su familia o de su círculo de amistades, al menos lo conocía por referencias. Hasta hace unos dos meses, alcancé a escuchar decir a algunas personas: “hasta ahorita no he conocido a nadie que haya muerto por Covid”; hoy la historia es distinta.

Bueno, ya ni de López-Gatell se habla, lo que ya es decir mucho.

La agenda se sigue marcando por las mañanas, aprovechando todos y cada uno de los descuidos que cometen tanto el sector empresarial, como organizaciones y algunos políticos o exfuncionarios. En algún momento el tema del día lo dio Gustavo de Hoyos, Felipe Calderón, el INE o el Poder Judicial, por citar solamente a cuatro. Cuando no ha habido temas a modo, se ha hecho uso de algunos otros como el caso Lozoya, la rifa del avión o algún funcionario enfermo de Covid.

Como señalé inicialmente, el número de muertos hace pensar que México se encuentra en la fase más crítica de la pandemia, pero en los últimos días la nota que se ha tomado para marcar la agenda es el movimiento surgido del ámbito empresarial, que ha sumado a personajes importantes de Nuevo León, a algunos integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios y, desde luego, a ciudadanos de varios estados de la República mexicana, denominado Frena.

Este frente nacional, cuya última protesta se inició en el monumento a la Revolución, en la Ciudad de México, y fue detenido por un cerco policiaco que les impidió seguir avanzando en su intento por llegar al Zócalo y establecer ahí su plantón, ha realizado manifestaciones vehiculares con buen éxito en varias entidades federativas, pero percibo su objetivo lejano, quizá porque su hoja de ruta mantiene una dirección incorrecta, de presión social, mediática, que inclusive desgasta y genera desánimo en sus propios miembros.

Frena argumenta que el gobierno no ha estado a la altura de las expectativas ciudadanas ni ha tenido un desempeño extraordinario. Ha faltado a sus promesas y se ha mostrado como un gobierno protector de quienes lo integran, aunque haya bases para pensar que algunos han transgredido la ley, conduciéndose como un gobierno autoritario contra todos los demás y que por lo tanto hay que cambiarlo.

Sin embargo, no olvidemos que nuestro México sigue siendo un país de instituciones y a ellas debemos apostarle.

Si lo que se pretende es un cambio de timón, como lo han reiterado en múltiples ocasiones, me parece que en lo que se debe trabajar es en la organización del movimiento para manifestarlo en su momento en las urnas, más que en las calles.

De otra manera seguirán moviendo la agenda mañanera, como ocurrió hace unos días en que el Presidente señaló: “ellos deben de saber que tienen todas las garantías para manifestarse, que no van a ser molestados, que se van a poder quedar ahí en sus casas de campaña como nosotros lo hicimos. Ojalá que se queden un tiempo suficiente, que no sea nada más unos días”.

“Ahora que ya tomaron la decisión de bajarse de los carros y protestar y acampar, que se queden ahí, además que se queden todos, también los dirigentes, a dormir ahí en las casas de campaña, que no se vayan a ir a los hoteles en la noche y que dejen nada más a la gente ahí durmiendo”.

Todo movimiento social que se considere enmarcado en los postulados de ley que nos rigen son válidos, son legítimos, y considero que el que nos ocupa se inscribe en esta vertiente. Es un movimiento digno que va sumando más y más adeptos, sin embargo, considero que así no se Frena.

Diputado federal del PAN

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