/ jueves 17 de octubre de 2019

Cáncer de mama, un tema de vida o muerte

Octubre es el mes designado para hacer conciencia sobre la oportuna detección del cáncer de mama. Más allá de iluminar los edificios públicos de color de rosa o portar un listón como símbolo de esta lucha, trabajar con más mujeres para reducir las tasas de mortalidad es una labor no solo de un mes o de un día, sino de los 365 días del año.

De acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en los últimos 20 años en nuestro país las muertes por esta enfermedad han aumentado, mientras que en Europa y Estados Unidos han disminuido de manera significativa, una muestra inequívoca de que algo estamos haciendo mal.

Así, el cáncer de mama se ha convertido en la primera causa de muerte por tumores en las mujeres mexicanas, con un promedio de 10 decesos al día. De ahí la importancia de la autoexploración.

Como diputada federal me preocupa y ocupa que en el presupuesto del 2020 se incrementen los recursos no solo para redoblar las campañas de prevención, sino también que todas las mujeres puedan realizarse la mastografía cuando les corresponda, para que aquellas que padecen de cáncer de mama reciban sus tratamientos adecuados y puntuales.

En el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (GPPRI), del cual soy su vicecoordinadora, no queremos a los familiares de los enfermos con cáncer, de cualquier tipo, protestando en las calles, reclamando que los suyos puedan recibir su tratamiento. Es su derecho recibir atención oportuna y de calidad, pues el cáncer de mama, como cualquier otra enfermedad, no espera, avanza más rápido que nuestra lenta burocracia.

El tema me preocupa también como hija de una sobreviviente de cáncer de mama. Padecer esta enfermedad es casi incosteable para la gran mayoría de las familias. El paquete de quimioterapias asciende a casi 350 mil pesos anuales. Las radioterapias hasta 35 mil pesos por sesión, más otros medicamentos; de ahí la urgencia de recursos y de tratamientos en el sector público.

Y como veracruzana, me alarma el cada día mayor número de casos que se presentan en nuestro estado, por lo que urge tomemos cartas en el asunto para prevenirlo, para informar a más mujeres y para ayudar a todas las sobrevivientes a retomar su vida.

Como mujeres tenemos que seguir algunos consejos que pueden ser la diferencia para salvar nuestras vidas: para detectar oportunamente esta enfermedad se debe realizar autoexploración de manera frecuente, una vez al mes. En caso de ser mayor de 40 años, realizar la mastografía anualmente para lograr un diagnóstico oportuno, ya que este estudio tiene la ventaja de detectar tumores muy pequeños y en etapas tempranas y, sobre todo, informarnos y acercarnos a los centros de salud.

No debemos dejarnos llevar por mitos. Es un tema de salud pública que requiere de la participación de todos nosotros. El cáncer de mama no solo afecta a las mujeres. También hay hombres que lo padecen. No importa el tamaño de los pechos. ¡Tenemos que checarnos! No atender nuestra salud nos puede costar la vida. Nunca está de más decirlo: ¡Tócate, autoexplórate!

@AniluIngram


Octubre es el mes designado para hacer conciencia sobre la oportuna detección del cáncer de mama. Más allá de iluminar los edificios públicos de color de rosa o portar un listón como símbolo de esta lucha, trabajar con más mujeres para reducir las tasas de mortalidad es una labor no solo de un mes o de un día, sino de los 365 días del año.

De acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en los últimos 20 años en nuestro país las muertes por esta enfermedad han aumentado, mientras que en Europa y Estados Unidos han disminuido de manera significativa, una muestra inequívoca de que algo estamos haciendo mal.

Así, el cáncer de mama se ha convertido en la primera causa de muerte por tumores en las mujeres mexicanas, con un promedio de 10 decesos al día. De ahí la importancia de la autoexploración.

Como diputada federal me preocupa y ocupa que en el presupuesto del 2020 se incrementen los recursos no solo para redoblar las campañas de prevención, sino también que todas las mujeres puedan realizarse la mastografía cuando les corresponda, para que aquellas que padecen de cáncer de mama reciban sus tratamientos adecuados y puntuales.

En el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (GPPRI), del cual soy su vicecoordinadora, no queremos a los familiares de los enfermos con cáncer, de cualquier tipo, protestando en las calles, reclamando que los suyos puedan recibir su tratamiento. Es su derecho recibir atención oportuna y de calidad, pues el cáncer de mama, como cualquier otra enfermedad, no espera, avanza más rápido que nuestra lenta burocracia.

El tema me preocupa también como hija de una sobreviviente de cáncer de mama. Padecer esta enfermedad es casi incosteable para la gran mayoría de las familias. El paquete de quimioterapias asciende a casi 350 mil pesos anuales. Las radioterapias hasta 35 mil pesos por sesión, más otros medicamentos; de ahí la urgencia de recursos y de tratamientos en el sector público.

Y como veracruzana, me alarma el cada día mayor número de casos que se presentan en nuestro estado, por lo que urge tomemos cartas en el asunto para prevenirlo, para informar a más mujeres y para ayudar a todas las sobrevivientes a retomar su vida.

Como mujeres tenemos que seguir algunos consejos que pueden ser la diferencia para salvar nuestras vidas: para detectar oportunamente esta enfermedad se debe realizar autoexploración de manera frecuente, una vez al mes. En caso de ser mayor de 40 años, realizar la mastografía anualmente para lograr un diagnóstico oportuno, ya que este estudio tiene la ventaja de detectar tumores muy pequeños y en etapas tempranas y, sobre todo, informarnos y acercarnos a los centros de salud.

No debemos dejarnos llevar por mitos. Es un tema de salud pública que requiere de la participación de todos nosotros. El cáncer de mama no solo afecta a las mujeres. También hay hombres que lo padecen. No importa el tamaño de los pechos. ¡Tenemos que checarnos! No atender nuestra salud nos puede costar la vida. Nunca está de más decirlo: ¡Tócate, autoexplórate!

@AniluIngram


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