/ domingo 17 de octubre de 2021

Dr. Alcocer, ni peca ni da tentación

Desde la aparición del Covid-19 en diciembre de 2019 en Wuhan, China, y su llegada a México en marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud determinó que se trataba de un síndrome respiratorio agudo, de consecuencias fatales, que en nuestro país, a un año y medio de su propagación.

Se registra la cifra oficial de poco más de 284 mil muertes por dicha enfermedad. Sin embargo, analistas y epidemiólogos aseguran que tal cifra podría duplicarse en términos reales, tanto por las deficiencias en su registro como por la deficiente atención médica a los contagiados en todo el territorio nacional.

El derecho humano a la salud está reconocido en nuestro país en la ley de leyes y corresponde al gobierno federal el monopolio para su atención a quien lo requiera, sin discriminación alguna y sin excusa o pretexto. Los órdenes de gobierno estatal y municipal, se encuentran jerárquicamente a expensas del gobierno federal y en caso de un problema de salud de dimensiones incalculables, como el combate al coronavirus.

Los presupuestos públicos y los recursos humanos quedan a disposición del mando federal, para su mejor aprovechamiento en beneficio de la ciudadanía en general.

Desde el inicio del gobierno de la 4T fue nombrado como secretario de Salud nacional el doctor Jorge Alcocer, miembro coordinador de tutores en el área de inmunología.

Además de ser investigador nacional emérito de nivel 3 y titulado con mención honorífica como médico cirujano de la UNAM, quien escondió su figura y cuidó su imagen pública en plena pandemia.

Al tiempo que el Covid-19 comenzó a expandirse y a cobrar vidas humanas de manera alarmante, apareció al lado del doctor Alcocer su colega.

El doctor Hugo López-Gatell, es quien enseguida ganó la confianza del Presidente y se hizo permanente su aparición cotidiana en las conferencias mañaneras, sin que apareciera en ese foro su jefe inmediato, el doctor Alcocer.

Por más esfuerzos que hizo la oficina de Comunicación Social de Presidencia, jamás pudo levantar la imagen de médico eficiente y acertado, que le atribuían al doctor López-Gatell, y por su parte el doctor Alcocer dejó entrever el “colmillo retorcido” que da una larga vida en el servicio público a los personajes mayores que permanecen incólumes, sin hacer siquiera un gesto para rescatar a un subordinado en medio de una batalla perdida contra el Covid-19.

Hoy la figura de López-Gatell es repudiada y su pulcritud en el vestir contrasta con el cúmulo de errores de los que la comunidad médica lo responsabiliza, a tal grado que ha sido denunciado por crímenes de lesa humanidad por la desatención a los enfermos que perdieron la vida por haber contraído el coronavirus.

A medio sexenio, se ve firme el doctor Jorge Alcocer como titular de la Secretaría de Salud, quien al parecer terminará el sexenio al lado de su jefe AMLO, con la titularidad del cargo conferido como secretario de Salud.

Desde la aparición del Covid-19 en diciembre de 2019 en Wuhan, China, y su llegada a México en marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud determinó que se trataba de un síndrome respiratorio agudo, de consecuencias fatales, que en nuestro país, a un año y medio de su propagación.

Se registra la cifra oficial de poco más de 284 mil muertes por dicha enfermedad. Sin embargo, analistas y epidemiólogos aseguran que tal cifra podría duplicarse en términos reales, tanto por las deficiencias en su registro como por la deficiente atención médica a los contagiados en todo el territorio nacional.

El derecho humano a la salud está reconocido en nuestro país en la ley de leyes y corresponde al gobierno federal el monopolio para su atención a quien lo requiera, sin discriminación alguna y sin excusa o pretexto. Los órdenes de gobierno estatal y municipal, se encuentran jerárquicamente a expensas del gobierno federal y en caso de un problema de salud de dimensiones incalculables, como el combate al coronavirus.

Los presupuestos públicos y los recursos humanos quedan a disposición del mando federal, para su mejor aprovechamiento en beneficio de la ciudadanía en general.

Desde el inicio del gobierno de la 4T fue nombrado como secretario de Salud nacional el doctor Jorge Alcocer, miembro coordinador de tutores en el área de inmunología.

Además de ser investigador nacional emérito de nivel 3 y titulado con mención honorífica como médico cirujano de la UNAM, quien escondió su figura y cuidó su imagen pública en plena pandemia.

Al tiempo que el Covid-19 comenzó a expandirse y a cobrar vidas humanas de manera alarmante, apareció al lado del doctor Alcocer su colega.

El doctor Hugo López-Gatell, es quien enseguida ganó la confianza del Presidente y se hizo permanente su aparición cotidiana en las conferencias mañaneras, sin que apareciera en ese foro su jefe inmediato, el doctor Alcocer.

Por más esfuerzos que hizo la oficina de Comunicación Social de Presidencia, jamás pudo levantar la imagen de médico eficiente y acertado, que le atribuían al doctor López-Gatell, y por su parte el doctor Alcocer dejó entrever el “colmillo retorcido” que da una larga vida en el servicio público a los personajes mayores que permanecen incólumes, sin hacer siquiera un gesto para rescatar a un subordinado en medio de una batalla perdida contra el Covid-19.

Hoy la figura de López-Gatell es repudiada y su pulcritud en el vestir contrasta con el cúmulo de errores de los que la comunidad médica lo responsabiliza, a tal grado que ha sido denunciado por crímenes de lesa humanidad por la desatención a los enfermos que perdieron la vida por haber contraído el coronavirus.

A medio sexenio, se ve firme el doctor Jorge Alcocer como titular de la Secretaría de Salud, quien al parecer terminará el sexenio al lado de su jefe AMLO, con la titularidad del cargo conferido como secretario de Salud.