Funcionarios del gobierno estatal tienen su ave de mal agüero, se trata del candidato a senador por Morena, Manuel Huerta.
Es evidente que el exdelegado de Bienestar está más cerca de la candidata a gobernadora Rocío Nahle que los cuitlahuistas.
Lo que no se sabe es si, por cuenta propia o por encargo de Nahle, realiza comentarios que terminan siendo misiles en contra de funcionarios o actores políticos identificados con el gobierno de Cuitláhuac García.
Hace algunas semanas fue lapidario contra la entonces secretaria del Trabajo y directiva de Morena, Dorheny García Cayetano, quien buscaba ser candidata al Senado, con todo el apoyo del Gobernador, pero no renunciaba ni al cargo público ni al partidista.
García Cayetano tras lo declarado por Huerta renunció, con el resultado de que no logró la candidatura a la Cámara Alta ni se le ve ahora en el listado de candidatos a las diputaciones federales, para lo que también se inscribió.
Acordada o no la declaración con Nahle, sí es sabido que la exsecretaria de Energía no ve bien a la joven que fue funcionaria del Gobierno del Estado, tan es así que hasta el día de hoy está borrada del mapa morenista.
Y ahora Huerta volvió a la carga, tras las cuestionadas designaciones de magistrados en el Poder Judicial.
Criticó los nombramientos, aunque señaló que los actuales diputados locales (en la Legislatura se votan las propuestas de magistrados que hace el Gobernador), pueden hacer lo que les dé la gana. Y lanzó esto: en su momento habrá revisión.
Se entiende que de ganar Rocío Nahle la gubernatura echaría abajo esos nombramientos en el Tribunal. De ganar Pepe Yunes también habrá sacudida.
¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué el lío por estos nuevos magistrados?
Es atribución del Gobernador proponer a quienes en la Legislatura serán aprobados o rechazados como magistrados. Eso es lo que hizo.
La cuestión es que, más allá de que sus propuestas son consideradas de bajo nivel, lo hizo a unos nueve meses de que concluya su mandato y a casi tres meses de que haya gobernador o gobernadora electa.
Sabiendo cómo es la candidata de Morena se entiende su reacción. Consideraría que ya no son tiempos de que Cuitláhuac ande nombrando magistrados y que debió dejar ese tema a ella.
El Gobernador sí dejó correr un gran lapso para hacer sus propuestas, aunque es claro que está en los tiempos legales.
Solo que no tomó en cuenta la personalidad de la candidata, quien ya manda en otros temas.
También no midió los tiempos para lanzar a sus allegados a candidaturas (cuando tuvo el poder) y actualmente él y su gente solo se quedan mirando el reparto.
Por cierto, Manuel Huerta también se ha referido a que en la lista de Morena (candidatos a diputados) hasta ahora todos son preseleccionados, es decir, no tienen segura la candidatura.
Totalmente cierto. Más cuando trascendió que al dirigente nacional Mario Delgado se le olvidó la obligatoriedad de postular a representantes de etnias indígenas, discapacitados y de la comunidad LGBTTIQ+.
Así que vienen los reacomodos. A ver quiénes son los damnificados.