/ jueves 10 de marzo de 2022

La historia es la maestra de la vida

La historia, querido lector, como lo dice el gran jurista, político, escritor y orador romano Cicerón, es la maestra de la vida. Invariablemente hay una necesidad ética y didáctica de recodarla de cualquier manera, siempre para bien, aunque sus lecciones sean duras, repetitivas y a veces, inexplicables.

Es la herencia del pasado la que nos ha permitido enfrentar grandes desafíos, salir adelante como generación, sociedad y como país, gracias a la herencia histórica hemos salido victoriosos de las agresiones, huracanes, temblores, sequías, inundaciones y por supuesto, hemos salido adelante de los malos gobiernos y sus malísimas decisiones, en perjuicio de toda una nación, beneficiando solamente a un puñado de rufianes que en beneficio propio socavaron la confianza de una ciudadanía cansada de los pésimos gobernantes de una clase política que está vestida como opción.

Este 2022 los mexicanos tenemos una cita con la historia, que nos permitirá en base al aprendizaje histórico revertir el daño que se nos causó con una de las mal llamadas reformas estructurales, la que se ha discutido como pocas en más de 25 foros y cientos de asambleas informativas a lo largo y ancho del territorio nacional, todas abiertas a la ciudadanía, en modalidad de foros ciudadanos, pero sobre todo, abiertos a quienes tenían posturas distintas a la del presidente de la República, sobre un tema de capital importancia nacional e histórica, escuchando a especialistas a favor y en contra de esta reforma, escuchándolos antes de tiempo, antes de someterla a discusión, análisis y votación de la Cámara de Diputados.

Todo aquel que sentía la necesidad de expresarse tuvo su espacio, y así se hizo, curioso es que los grandes beneficiados de la reforma de 2013 –en la época del despeñadero–, como Iberdrola y Felipe Calderón, no se pararon a ninguno. Los grandes comunicadores como Víctor Trujillo, Carlos Loret y Leo Zuckerman tuvieron su espacio y, en algunos casos, su invitación para participar y no lo hicieron. El ejercicio de parlamento más organizado e importante de nuestra historia fue objeto de un desdén por parte de quienes evidencian su verdadero interés por el dinero, no por la nación. Recordemos que lo que está en juego no solo es una reforma constitucional, sino la reforma más trascendente de los últimos 30 años, ya que la reforma que pasa por los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, se identifican como el Contexto Económico de nuestra nación, pero hoy en día ameritan catalogarlos como de seguridad nacional, atendiendo la imperiosa necesidad de contar con un Estado más participativo en el control de las energías y en su generación, poder con esta reforma garantizar una mejor condición de vida para las generaciones futuras, y con esto el Presidente cumple a cabalidad con la obligación ética de todo gobernante, que es gobernar para las siguientes generaciones, gobernar con amor a su gente y garantizar un mejor futuro para todos.

La reforma en materia de energía eléctrica va a pasar, como está pasando toda una transformación en nuestro querido México, a pesar de que la oposición no aprovechó su oportunidad histórica de participar responsablemente en una discusión parlamentaria ejemplar, haciendo por el contrario lo mejor que puede hacer, que es sacar lo más rancio de su radicalidad, atacando a un hombre y a su familia, quienes están respaldados por millones de mexicanos; así se verá en las próximas semanas y de cara al 2024.

(*) Diputado federal. Morena

La historia, querido lector, como lo dice el gran jurista, político, escritor y orador romano Cicerón, es la maestra de la vida. Invariablemente hay una necesidad ética y didáctica de recodarla de cualquier manera, siempre para bien, aunque sus lecciones sean duras, repetitivas y a veces, inexplicables.

Es la herencia del pasado la que nos ha permitido enfrentar grandes desafíos, salir adelante como generación, sociedad y como país, gracias a la herencia histórica hemos salido victoriosos de las agresiones, huracanes, temblores, sequías, inundaciones y por supuesto, hemos salido adelante de los malos gobiernos y sus malísimas decisiones, en perjuicio de toda una nación, beneficiando solamente a un puñado de rufianes que en beneficio propio socavaron la confianza de una ciudadanía cansada de los pésimos gobernantes de una clase política que está vestida como opción.

Este 2022 los mexicanos tenemos una cita con la historia, que nos permitirá en base al aprendizaje histórico revertir el daño que se nos causó con una de las mal llamadas reformas estructurales, la que se ha discutido como pocas en más de 25 foros y cientos de asambleas informativas a lo largo y ancho del territorio nacional, todas abiertas a la ciudadanía, en modalidad de foros ciudadanos, pero sobre todo, abiertos a quienes tenían posturas distintas a la del presidente de la República, sobre un tema de capital importancia nacional e histórica, escuchando a especialistas a favor y en contra de esta reforma, escuchándolos antes de tiempo, antes de someterla a discusión, análisis y votación de la Cámara de Diputados.

Todo aquel que sentía la necesidad de expresarse tuvo su espacio, y así se hizo, curioso es que los grandes beneficiados de la reforma de 2013 –en la época del despeñadero–, como Iberdrola y Felipe Calderón, no se pararon a ninguno. Los grandes comunicadores como Víctor Trujillo, Carlos Loret y Leo Zuckerman tuvieron su espacio y, en algunos casos, su invitación para participar y no lo hicieron. El ejercicio de parlamento más organizado e importante de nuestra historia fue objeto de un desdén por parte de quienes evidencian su verdadero interés por el dinero, no por la nación. Recordemos que lo que está en juego no solo es una reforma constitucional, sino la reforma más trascendente de los últimos 30 años, ya que la reforma que pasa por los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, se identifican como el Contexto Económico de nuestra nación, pero hoy en día ameritan catalogarlos como de seguridad nacional, atendiendo la imperiosa necesidad de contar con un Estado más participativo en el control de las energías y en su generación, poder con esta reforma garantizar una mejor condición de vida para las generaciones futuras, y con esto el Presidente cumple a cabalidad con la obligación ética de todo gobernante, que es gobernar para las siguientes generaciones, gobernar con amor a su gente y garantizar un mejor futuro para todos.

La reforma en materia de energía eléctrica va a pasar, como está pasando toda una transformación en nuestro querido México, a pesar de que la oposición no aprovechó su oportunidad histórica de participar responsablemente en una discusión parlamentaria ejemplar, haciendo por el contrario lo mejor que puede hacer, que es sacar lo más rancio de su radicalidad, atacando a un hombre y a su familia, quienes están respaldados por millones de mexicanos; así se verá en las próximas semanas y de cara al 2024.

(*) Diputado federal. Morena