/ jueves 29 de julio de 2021

René Juárez, un priista de valía

El Covid-19 nos arrebató a un compañero y amigo, al diputado federal René Juárez Cisneros; luego de estar semanas luchando contra la enfermedad, perdió la batalla como cientos de miles de mexicanos a lo largo de estos oscuros meses.

Su muerte debe recordarnos que no hay que bajar la guardia, que la pandemia es tan impredecible que incluso un hombre sano, fuerte y deportista como él, puede morir por esta causa.

Tuve el gusto y el honor de ser vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRI bajo su liderazgo, pero sobre todo, tuve el privilegio de aprender de él y ser su amiga.

Fue un hombre que se formó para servir a la gente más necesitada de este país; su historia personal dio testimonio de esto.

Nació en una de las colonias más pobres de Acapulco; desde pequeño tuvo que trabajar para vivir, así lo hizo siempre.

Ese pequeño que vendía mariscos en la playa, se convirtió en un joven que, para solventar los gastos de sus estudios en Economía, trabajaba de mesero. Siempre orgullo de sus raíces, de ser afromestizo y con un objetivo claro: ayudar a muchos más que, como él, luchan todos los días por salir adelante. Por eso se afilió al PRI, porque creía en sus causas sociales, en que era y es el único partido que verdaderamente lucha por hacer de este un mejor país para todas y todos. Seguro de que la política es para servir y no para servirse, tuvo un largo camino por la función pública, desde integrante de gabinete de varios gobiernos estatales en su tierra, pasando por presidente municipal de Acapulco, gobernador de Guerrero, dos veces diputado federal, senador, subsecretario de Gobernación, dirigente nacional de nuestro partido y, por supuesto, líder de los casi 50 diputados federales priistas.

Segura estoy que si esta terrible enfermedad no le hubiera dado, lo tendríamos mucho tiempo más haciendo política de la buena.

Como líder de nuestra bancada le tocó un momento crucial para el país, pues logramos ser una oposición fuerte, seria y responsable, en la que él fue una pieza fundamental.

Tanto en lo profesional como en lo personal, me llevo su buen ejemplo de ser un hombre siempre congruente con sus principios e ideales, pero también respetuoso de otras formas de pensar y concebir las cosas; su capacidad para el debate, para la negociación siempre en beneficio del país; su serenidad y su oficio político.

Se fue nuestro líder, pero también nuestro amigo.

A sus seres queridos mi solidaridad y respeto, pues era un buen hombre de familia, un gran ser humano.

El homenaje luctuoso de cuerpo presente que este martes le rendimos en la Cámara de Diputados es solo un pequeño tributo a un hombre que, sin duda, dejó huella en la política moderna de nuestro país. Descanse en paz René Juárez Cisneros.

@AniluIngram

@AniluIngram

El Covid-19 nos arrebató a un compañero y amigo, al diputado federal René Juárez Cisneros; luego de estar semanas luchando contra la enfermedad, perdió la batalla como cientos de miles de mexicanos a lo largo de estos oscuros meses.

Su muerte debe recordarnos que no hay que bajar la guardia, que la pandemia es tan impredecible que incluso un hombre sano, fuerte y deportista como él, puede morir por esta causa.

Tuve el gusto y el honor de ser vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRI bajo su liderazgo, pero sobre todo, tuve el privilegio de aprender de él y ser su amiga.

Fue un hombre que se formó para servir a la gente más necesitada de este país; su historia personal dio testimonio de esto.

Nació en una de las colonias más pobres de Acapulco; desde pequeño tuvo que trabajar para vivir, así lo hizo siempre.

Ese pequeño que vendía mariscos en la playa, se convirtió en un joven que, para solventar los gastos de sus estudios en Economía, trabajaba de mesero. Siempre orgullo de sus raíces, de ser afromestizo y con un objetivo claro: ayudar a muchos más que, como él, luchan todos los días por salir adelante. Por eso se afilió al PRI, porque creía en sus causas sociales, en que era y es el único partido que verdaderamente lucha por hacer de este un mejor país para todas y todos. Seguro de que la política es para servir y no para servirse, tuvo un largo camino por la función pública, desde integrante de gabinete de varios gobiernos estatales en su tierra, pasando por presidente municipal de Acapulco, gobernador de Guerrero, dos veces diputado federal, senador, subsecretario de Gobernación, dirigente nacional de nuestro partido y, por supuesto, líder de los casi 50 diputados federales priistas.

Segura estoy que si esta terrible enfermedad no le hubiera dado, lo tendríamos mucho tiempo más haciendo política de la buena.

Como líder de nuestra bancada le tocó un momento crucial para el país, pues logramos ser una oposición fuerte, seria y responsable, en la que él fue una pieza fundamental.

Tanto en lo profesional como en lo personal, me llevo su buen ejemplo de ser un hombre siempre congruente con sus principios e ideales, pero también respetuoso de otras formas de pensar y concebir las cosas; su capacidad para el debate, para la negociación siempre en beneficio del país; su serenidad y su oficio político.

Se fue nuestro líder, pero también nuestro amigo.

A sus seres queridos mi solidaridad y respeto, pues era un buen hombre de familia, un gran ser humano.

El homenaje luctuoso de cuerpo presente que este martes le rendimos en la Cámara de Diputados es solo un pequeño tributo a un hombre que, sin duda, dejó huella en la política moderna de nuestro país. Descanse en paz René Juárez Cisneros.

@AniluIngram

@AniluIngram

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