El segundo debate entre los candidatos a gobernador de Veracruz tuvo como temática la educación, cultura y derechos humanos, principalmente. La candidata del gobierno leyó sus propuestas mientras que los otros candidatos explicaron las suyas. Como en todo debate, lo que más llamó la atención son los señalamientos, las réplicas y las contrarréplicas.
El candidato Yunes fue el primero en señalar que “en el anterior debate” demostró que “la candidata de Zacatecas es corrupta” y que en este “demostraría que es incompetente”, en alusión al fracaso de la política energética nacional y a los escandalosos sobrecostos de la construcción de la refinería de Dos Bocas.
Nahle fue secretaria de Energía y corresponsable de la cancelación de las subastas del mercado eléctrico mayorista en México, que dejó al país sin inversiones nuevas desde 2021. En acuerdo con CFE, se equivocó en adquirir a principios de este año 12 centrales de generación de ciclo combinado y un parque eólico con un costo de 6 mil 200 millones de dólares a Iberdrola.
Estos hechos han dado como resultado la pérdida de tiempo, patrimonio nacional y de oportunidades para millones de mexicanos. Se han perdido cinco años en los que no ha crecido la infraestructura que genera energía pues han ahuyentado los inversionistas que prefieren ir a Brasil, por ejemplo, a establecer plantas modernas de generación de energía.
Los impuestos que con sacrifico pagamos todos los mexicanos se han usado para adquirir infraestructura que ya estaba generando energía para el país y no para nuevas opciones que incrementen la capacidad. En resumen, hay más demanda de energía, pero el gobierno se ha encargado de frenar la expansión de su producción.
Lo anterior trae como consecuencia que la gasolina y el gas le cuesten más a todos y que ya empiecen los apagones de suministro de electricidad. Todo lo anterior se hubiera evitado si en lugar de malgastar el gobierno nuestro dinero en plantas y en la refinería, no se hubieran cancelado las multimillonarias inversiones con recursos privados tanto nacionales como extranjeros, y así tendríamos, además de fondos para educación, salud y seguridad, nuevas plantas generadoras de energía eficientes del sector privado.
Estos errores se ejemplifican con una persona que decide comprar una tortillería para ya no tener que comprarlas todos los días. La verdadera libertad y “soberanía” no consiste en ser dueño de paraestatales como Pemex o CFE, que siempre pierden dinero y cuyas deudas crecen exponencialmente, sino en tener opciones de proveedores. En un mercado abierto, cada persona es libre de escoger servicios a su medida y de la calidad deseada.
El gobierno debe ser rector, autoridad y no pretender mantener monopolios que ofrecen servicios caros y de mala calidad. Para entender las ventajas del libre mercado solo hay que imaginar si nos gustaría comprar tenis, ropa o incluso motocicletas fabricadas por la 4T.
X: @basiliodelavega