/ miércoles 11 de septiembre de 2019

Un soldado en cada hijo te dio

Murió en cumplimiento de su deber. Como un héroe. Abatido por los delincuentes mientras protegía de la balacera a una mujer y a una niña, en una casa de seguridad. El teniente de infantería Carlos Anastasio Juan estaba ahí como parte de un operativo de la Guardia Nacional que fue recibido con una seguidilla de disparos. Dio su vida por salvar las de otros y el mando lo hizo saber así a su familia. Sucedió apenas el pasado 10 de agosto. Es el primer oficial de esa corporación, caído realizando sus tareas de seguridad. Lamentable e inevitablemente, habrá muchos más.

No la llamamos guerra, pero de enero a agosto el registro oficial es de 22 mil 604 asesinatos en México, por mucho, la mayor cifra en la historia. No usamos el término terrorismo, pero murieron más personas en el ataque al bar “Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, que en el sucedido en El Paso, Texas. En Veracruz, como en muchos otros estados, hay cientos de fosas clandestinas. En Tamaulipas, como en otros lugares azotados por el crimen organizado, no hay paz. Unos contra otros, matándose.

¿Y el presupuesto para hacer frente a todo eso? Todavía nos queda a deber. El Paquete Económico 2020 propone un aumento de únicamente 6.3% a 59.2 mil millones de pesos, cuando hay un déficit de 102 mil policías en todo el país, la Guardia Nacional está en proceso de formación y el crimen nos está rebasando.

Hace falta más policía científica, más preparación, capacitación continua, mucho equipamiento. Equipos técnicos y humanos especializados en inteligencia e investigación.

Para un soldado, un marino o un integrante de la Guardia Nacional, ¿son proporcionales el riesgo y la retribución? No están enfrentándose a desastres naturales ni a una guerra con otro país. Están enfrentando un infierno dentro de la propia nación y su misión es recuperar la seguridad pública y la paz.

Un elemento de la recién creada Guardia Nacional gana 19 mil pesos mensuales, más prestaciones. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dice ese ingreso subirá a 21 mil pesos en los próximos tres años. ¿Es suficiente? Su trabajo no es fácil, el riesgo es de muerte y la responsabilidad muy grande. Un soldado del Ejército Mexicano percibe 11 mil 904 pesos por mes; un sargento, 13 mil 738.

Hay que dignificar su labor. Pedirles que asuman la tarea con honor e integridad, pero retribuirla con ingresos dignos, condiciones de trabajo decorosas y respeto. Si bien hay algunos que han cometido delitos, no puede tacharse a toda una institución por el actuar de unos cuántos.

Más familias destrozadas por el crimen organizado. Más víctimas. ¿Qué estamos haciendo para el bienestar y la dignidad de las personas en quienes estamos depositando la alta responsabilidad de restaurar la seguridad y la paz que tanto anhelamos? Queda claro, es mucho menos que suficiente.

Murió en cumplimiento de su deber. Como un héroe. Abatido por los delincuentes mientras protegía de la balacera a una mujer y a una niña, en una casa de seguridad. El teniente de infantería Carlos Anastasio Juan estaba ahí como parte de un operativo de la Guardia Nacional que fue recibido con una seguidilla de disparos. Dio su vida por salvar las de otros y el mando lo hizo saber así a su familia. Sucedió apenas el pasado 10 de agosto. Es el primer oficial de esa corporación, caído realizando sus tareas de seguridad. Lamentable e inevitablemente, habrá muchos más.

No la llamamos guerra, pero de enero a agosto el registro oficial es de 22 mil 604 asesinatos en México, por mucho, la mayor cifra en la historia. No usamos el término terrorismo, pero murieron más personas en el ataque al bar “Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, que en el sucedido en El Paso, Texas. En Veracruz, como en muchos otros estados, hay cientos de fosas clandestinas. En Tamaulipas, como en otros lugares azotados por el crimen organizado, no hay paz. Unos contra otros, matándose.

¿Y el presupuesto para hacer frente a todo eso? Todavía nos queda a deber. El Paquete Económico 2020 propone un aumento de únicamente 6.3% a 59.2 mil millones de pesos, cuando hay un déficit de 102 mil policías en todo el país, la Guardia Nacional está en proceso de formación y el crimen nos está rebasando.

Hace falta más policía científica, más preparación, capacitación continua, mucho equipamiento. Equipos técnicos y humanos especializados en inteligencia e investigación.

Para un soldado, un marino o un integrante de la Guardia Nacional, ¿son proporcionales el riesgo y la retribución? No están enfrentándose a desastres naturales ni a una guerra con otro país. Están enfrentando un infierno dentro de la propia nación y su misión es recuperar la seguridad pública y la paz.

Un elemento de la recién creada Guardia Nacional gana 19 mil pesos mensuales, más prestaciones. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dice ese ingreso subirá a 21 mil pesos en los próximos tres años. ¿Es suficiente? Su trabajo no es fácil, el riesgo es de muerte y la responsabilidad muy grande. Un soldado del Ejército Mexicano percibe 11 mil 904 pesos por mes; un sargento, 13 mil 738.

Hay que dignificar su labor. Pedirles que asuman la tarea con honor e integridad, pero retribuirla con ingresos dignos, condiciones de trabajo decorosas y respeto. Si bien hay algunos que han cometido delitos, no puede tacharse a toda una institución por el actuar de unos cuántos.

Más familias destrozadas por el crimen organizado. Más víctimas. ¿Qué estamos haciendo para el bienestar y la dignidad de las personas en quienes estamos depositando la alta responsabilidad de restaurar la seguridad y la paz que tanto anhelamos? Queda claro, es mucho menos que suficiente.

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