/ lunes 19 de noviembre de 2018

Veracruz: ¿Rescate financiero?

La semana anterior, al preguntársele acerca del Proyecto de Presupuesto 2019 que a más tardar deberá enviar a la LXV Legislatura el 26 del presente mes –cuatro días antes de que concluya su administración–, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares mandó a decirle a su sucesor Cuitláhuac García Jiménez que les confirme si deben incluir en este documento aquellos 30 mil millones de pesos de rescate financiero que dijo que recibirá de la Federación, así como los 12 mil millones que también tiene contemplados ahorrar.

La petición de Yunes sonó más bien a chunga. El panista sabe que aunque el próximo presidente Andrés Manuel López Obrador quisiera rescatar financieramente al gobierno de su correligionario, en los hechos no va a poder.

Y es que no sólo las finanzas públicas de Veracruz están en números rojos. Más de la mitad de los estados enfrentan una situación financiera crítica, derivada de sus altos niveles de deuda y las obligaciones derivadas de ésta. A mediados de este año, el saldo de la deuda era de 574 mil 780 millones de pesos.

Los pasivos comenzaron a crecer desde el 2009, cuando los gobernadores abusaron de las emisiones bursátiles y fideicomisos no reportados, como fue el caso de Veracruz en la administración del mandatario priista Fidel Herrera Beltrán. El operador de la bursatilización fue precisamente Javier Duarte, primero subsecretario y luego secretario de Finanzas y Planeación.

Hace nueve años, la deuda de los estados era de 252 mil millones de pesos. Ahora, diez entidades registran deudas per cápita superiores a la media nacional, que es de 4 mil 500 pesos. El caso más grave es el de Nuevo León, cuya deuda per cápita es de 13 mil 664 pesos. Le siguen Quintana Roo, Chihuahua y Coahuila con más de 12 mil pesos por habitante. Pero el caso de Veracruz es trágico: su deuda local equivale a 98 por ciento de sus participaciones federales, una de las principales fuentes de ingreso de los gobiernos estatales.

Según la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, de las 32 entidades federativas sólo Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato estarán en posibilidades de garantizar su gasto corriente y realizar inversión pública en 2019.

En el caso de Veracruz, el gobierno entrante de Cuitláhuac García enfrentará en diciembre problemas para pagar salarios y aguinaldos a la burocracia estatal, pues Yunes Linares ya advirtió que no les dejará recursos en caja.

El 2 de diciembre estará López Obrador en Xalapa. ¿Traerá buenas noticias? Ojalá, pero francamente se ve difícil, pues tan solo para las universidades públicas se está previendo un recorte de hasta 32.5 por ciento en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, cuando en agosto pasado el Presidente electo había prometido a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) un aumento de 3.5 por ciento real.


La semana anterior, al preguntársele acerca del Proyecto de Presupuesto 2019 que a más tardar deberá enviar a la LXV Legislatura el 26 del presente mes –cuatro días antes de que concluya su administración–, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares mandó a decirle a su sucesor Cuitláhuac García Jiménez que les confirme si deben incluir en este documento aquellos 30 mil millones de pesos de rescate financiero que dijo que recibirá de la Federación, así como los 12 mil millones que también tiene contemplados ahorrar.

La petición de Yunes sonó más bien a chunga. El panista sabe que aunque el próximo presidente Andrés Manuel López Obrador quisiera rescatar financieramente al gobierno de su correligionario, en los hechos no va a poder.

Y es que no sólo las finanzas públicas de Veracruz están en números rojos. Más de la mitad de los estados enfrentan una situación financiera crítica, derivada de sus altos niveles de deuda y las obligaciones derivadas de ésta. A mediados de este año, el saldo de la deuda era de 574 mil 780 millones de pesos.

Los pasivos comenzaron a crecer desde el 2009, cuando los gobernadores abusaron de las emisiones bursátiles y fideicomisos no reportados, como fue el caso de Veracruz en la administración del mandatario priista Fidel Herrera Beltrán. El operador de la bursatilización fue precisamente Javier Duarte, primero subsecretario y luego secretario de Finanzas y Planeación.

Hace nueve años, la deuda de los estados era de 252 mil millones de pesos. Ahora, diez entidades registran deudas per cápita superiores a la media nacional, que es de 4 mil 500 pesos. El caso más grave es el de Nuevo León, cuya deuda per cápita es de 13 mil 664 pesos. Le siguen Quintana Roo, Chihuahua y Coahuila con más de 12 mil pesos por habitante. Pero el caso de Veracruz es trágico: su deuda local equivale a 98 por ciento de sus participaciones federales, una de las principales fuentes de ingreso de los gobiernos estatales.

Según la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, de las 32 entidades federativas sólo Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato estarán en posibilidades de garantizar su gasto corriente y realizar inversión pública en 2019.

En el caso de Veracruz, el gobierno entrante de Cuitláhuac García enfrentará en diciembre problemas para pagar salarios y aguinaldos a la burocracia estatal, pues Yunes Linares ya advirtió que no les dejará recursos en caja.

El 2 de diciembre estará López Obrador en Xalapa. ¿Traerá buenas noticias? Ojalá, pero francamente se ve difícil, pues tan solo para las universidades públicas se está previendo un recorte de hasta 32.5 por ciento en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, cuando en agosto pasado el Presidente electo había prometido a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) un aumento de 3.5 por ciento real.


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