El desorden o el acumulamiento en nuestro hogar es el área que más refleja que área es problemática en nuestra vida. Por ejemplo, si nuestro clóset está desordenado estamos con problemas emocionales. Una sobrecama desteñida descubre una vida amorosa, sin brillo. Conservar objetos rotos o dañados equivale a promesas y sueños rotos. ¿Desorden en la recámara? se han dejado asuntos inconclusos y dificultades para tener una pareja o trabajo estable.
PARA CONTROLAR EL DESORDEN
Deshacerse de los objetos más grandes como una bicicleta de hacer ejercicios que ya no usamos o los descoloridos peluches gigantes que conservábamos desde hace años. Devolver las cosas prestadas (cds, libros, ropa, herramientas). Recoger lo que esté en el suelo y colocarlo en un canasto o bolsa, hasta tener el tiempo de ponerlo en su sitio. Así como revistas, catálogos y periódicos en una bolsa o canasto. Sacar del armario las prendas sin usar en el último año y donarlas. Limpiar las ventanas es una manera figurativa y literal de dejar entrar la luz a nuestra vida. Deshacerse de lapiceros y marcadores que no funcionen. Sobre el desorden Louise L. Hay dice: haga lugar para lo nuevo. Vacíe el frigorífico, tire todos esos restos envueltos en papel de aluminio. Limpie los armarios, deshágase de todo lo que haya usado en los últimos seis meses. Y si hace un año que no lo usa, decididamente eso está de más en su casa, así que véndalo, cámbielo, regálelo o quémelo. Y mientras limpia los armarios, dígase que está limpiando sus armarios mentales. Al Universo le encantan los gestos simbólicos.
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