Xalapa, Ver.- La violencia de género, el cuerpo de la mujer como territorio, los duelos y los apegos a lugares y personas son sólo algunas de las temáticas que la veracruzana Abril Riveros lleva a su obra artística, la cual, más allá de reflejar los intereses de la autora, se convierte en una invitación a reflexionar sobre aquello que duele, incomoda o hace transitar de un estado emocional a otro.

Al evocar su pasado, la joven de 32 años, originaria del municipio de Teocelo, afirma que sus recuerdos siempre tienen que ver con el dibujo, afición que la condujo a optar por realizar estudios profesionales en artes plásticas. Aunque no sabe decir en qué momento sucedió, declara que hoy para ella el arte sí es un medio de denuncia.

Por las características que tiene, el arte es un lenguaje muy abierto que permite manifestar todo aquello que a veces resulta difícil decir únicamente con palabras. Creo que en la actualidad hay mucho que exponer, sin embargo, personalmente me parece muy grave lo que sucede con las mujeres, en diferentes líneas

La dibujante y pintora hace énfasis en una de sus piezas más recientes, en la cual da cuenta de la inseguridad y violencia de género en Xalapa, lo que muchas mujeres han tenido que vivir en su tránsito por las calles. Aunque es el dibujo una de sus técnicas predilectas, la obra referida tiene como base principal el arte del bordado.

El bordado te permite intimidad e introspección, pero al mismo tiempo colectividad, sentido de pertenencia y un reencuentro con lo ancestral

Descrita por sus colegas como una mujer de mirada sensible y espíritu humanista, la prolífica creadora se desempeña como docente con niños y adolescentes en situación de calle, a través de la Asociación Civil Matraca. Ella se caracteriza por pasar de lo superficial para ahondar en lo más profundo del ser. Por eso, también explora cómo sanar emocionalmente y lograr fortalecerse. Indaga además en cómo se construyen las relaciones de pareja y las de la familia.

Otra de sus creaciones que llama la atención es la enfocada en el arte relacional. Se trata de muñecas, las cuales empezó a hacer hace cinco años. Cada una es distinta, es un personaje y no está centrada en lo femenino, sino en lo emocional.

Entre los pendientes de Abril Riveros está la presentación de Fluir, exposición que cuenta con la curaduría de Jonathan Farías y de la que expresó: “Hay un énfasis en la relación con nosotras mismas y nuestros cuerpos, en busca de una reconciliación, ya que está muy presente el tema de la mujer cíclica”.