Leer por placer y por el deseo de compartir la experiencia literaria son los impulsos que motivan al Círculo de Lectura de La Moderna. Lo que inició como un pretexto para convivir entre amigas y amigos en la pandemia, se convirtió en más de 80 libros leídos desde agosto de 2021, dijo Moisés Hernández, uno de los fundadores del círculo.
“En esos meses que no podías salir ni ver a tus amistades, yo quería volver a convivir con las vacunas, así que le dije a mis excompañeros de la Facultad de Letras, César y Marlene, y empezamos a planear un pretexto, un círculo para leer, cultivarnos y compartir”, expresó.
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¿Cómo son los círculos de lectura tradicionales?
El gestor cultural recordó que los círculos de lectura en las universidades cuentan con un moderador y esa dinámica hace pensar que vas a una clase o un sitio donde se demuestra cuánto sabes sobre literatura; “pero nosotros buscamos tener un pretexto de lectura para conocer y convivir”.
Asimismo, en las dinámicas formales no siempre se puede proponer una lectura, explica, ya que por lo general hay una línea sobre autores clásicos o sobre un género específico. “Entonces nosotros acordamos la primera ronda solo a mexicanas y mexicanos menores de 40 años, y el primer libro fue la novela ‘Entre los rotos, de Alaide Aventura”.
Fueron 35 libros, recordó, en esa primera ronda, ya que cada miércoles a las 9 de la noche el grupo se reunía y platicábamos: “Después decidimos expandirlo a autores menores de 40 años de cualquier lugar de habla española y ha variado ahora más, pues luego decidimos obras que tengan menos de 20 años de publicación”.
No obstante, dijo que ya han leído traducciones de portugués o catalán; “ya vamos en el 84 y hubo una excepción con un autor estadounidense”.
¿Cómo es una sesión del Círculo de Lectura La Moderna?
La cita es a las 9 PM en la mesa más grande de La Moderna: “Habitualmente somos 12 personas pero llegan hasta 21 que son ocasionales”. En el diálogo cualquiera puede hablar, ya que no hay un plan escrito; “como es abierto al público hay gente que habla de la trama o estructura; quizás a alguno le resultó interesante cómo hablaban los personajes”.
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Incluso llega gente que no ha terminado el libro: “Hemos sido flexibles; quizá alguien solo vino porque vio un libro que le interesa y se acercó; luego la conversación está buena aunque la obra no le guste a todos”.
Al final de cada sesión, explica, no hay que llegar a un consenso, pero ahora manejan un ranking de votos, “como estrellitas del uno al cinco”.
Para finalizar recordó que muchos de los libros son difíciles de conseguir en físico, pero tienen un grupo de whatsApp donde se los intercambian en digital y los leen en Kindles o tabletas, para que así nadie se quede sin el material para comentar: “todo fluye solo; yo soy de los iniciadores pero el grupo asiste sin mí cuando no puedo, pues la fecha y periodicidad no van a cambiar”, concluyó.