Los equipos filiales de Tiburones Rojos Xalapa quieren darle la vuelta al tortilla luego de los resultados obtenidos la semana pasada en el puerto jarocho, donde perdieron dos de sus encuentros y empató uno ante la Liga Municipal, esto dentro de la segunda jornada de la Liga Nacional Juvenil de Futbol.
La práctica comenzó con un trabajo fuerte ordenado por el preparador físico del equipo, Christian González, quien durante alrededor de 30 minutos los mantuvo con el acelerador a fondo hasta quedar a tope para el siguiente paso.
Posteriormente entró a escena el director técnico, Carlos Enrique López Ramírez, quien fiel a su costumbre mantuvo ocupados a los chamacos; una y otra vez daba indicaciones, pues busca la perfección a la hora de definir, ya que en sus partidos ante Liga Municipal de Veracruz mostraron poca eficacia frente al marco.
Los gritos del estratega son la muestra que quiere que se hagan bien las cosas, que los errores se terminen, especialmente abajo, pues aunque los chicos no desean fallar, las imprecisiones fueron notorias en sus juegos ante los porteños, al grado de perder los partidos por esas razones.
En el Centro Deportivo Ferrocarrilero, casa de los escualitos, fue el entrenamiento; allí los jugadores de los conjuntos Sub-15 y Sub-17 se apoyaron. Las sesiones para anotar el gol fueron repetidas, digamos que hasta el cansancio, pero los escualitos saben que sólo con el trabajo pueden trascender en este certamen de la LNJF, y no pararon hasta pasado de las seis de la tarde.
“Hay que estar atentos a la hora de defender, ser compactos, que la recuperación sea más responsable y que corran al parejo, que realizan bien las permutas defensivas que trabajamos siempre y constante, dijo Kike López, también exjugador profesional de los Delfines de Xalapa.