El vapeo es una práctica que se ha popularizado entre jóvenes y estudiantes universitarios en los últimos años, y podría estar teniendo un impacto negativo en el rendimiento académico de quienes la practican.
Según investigaciones publicadas las revistas Tobacco Induced Diseases y Plos One, en 2020, el vapeo puede afectar la memoria y la atención de los estudiantes universitarios, lo que podría tener implicaciones negativas en su rendimiento académico.
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Los efectos de la nicotina y otras sustancias químicas presentes en los líquidos de vapeo pueden disminuir la capacidad de concentración y la energía, dificultando el aprendizaje y la retención de información.
Además, el vapeo puede afectar la calidad del sueño de los estudiantes universitarios, lo que también puede tener un impacto negativo en su rendimiento académico. Estudios anteriores han mostrado que los estudiantes universitarios que fuman cigarrillos y utilizan dispositivos de vapeo tienden a faltar más a clase y tienen peores resultados académicos en general.
Por lo tanto, es importante que los estudiantes universitarios sean conscientes de los efectos negativos del vapeo en su salud y su rendimiento académico, y busquen alternativas más saludables para manejar el estrés y la ansiedad.
¿Cuánto gastas en vapeadores?
El uso de dispositivos de vapeo puede parecer atractivo para algunas personas, pero puede tener un impacto significativo en sus finanzas personales. A medida que el vapeo se ha vuelto más popular, la variedad de dispositivos, líquidos y baterías disponibles en el mercado también ha aumentado, lo que ha llevado a un aumento en los precios. Esto puede convertirse en una carga financiera para los y las estudiantes universitarias que tienen presupuestos ajustados.
Para aquellas personas que vapean a diario, los costos pueden fácilmente superar los gastos mensuales de otros artículos esenciales, como alimentos y productos de higiene personal.
Es importante que los y las estudiantes universitarias estén conscientes de los costos financieros del vapeo y consideren alternativas más económicas y saludables para manejar el estrés y la ansiedad, protegiendo así su salud física y financiera mientras alcanzan sus objetivos académicos.
*Dirección de Comunicación de la Ciencia UV
