En el Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana (UV), el equipo de investigadores concentra su atención tanto en el derrumbe en Mixtla de Altamirano ocurrido el pasado 10 de febrero como en derrumbes reportados el 17 de enero en Tlachichuca, Puebla.
“Desde la óptica de la UV, lo importante es la población civil. Estamos inquietos y preocupados. Es una problemática grande”, declara el científico Francisco Córdoba Montiel, del Observatorio Sismológico y Vulcanológico del estado.
¿Qué pasa en el Pico de Orizaba?
En entrevista explica que en el Pico de Orizaba los pobladores reportaron derrumbes tanto en la cara sur como norte, por lo cual hay varios escenarios a considerar, tomando en cuenta el fenómeno que está ocurriendo con el glaciar. “El glaciar se está yendo más rápido de lo que se estimaba y eso va a provocar cambios importantísimos en el volcán, unos de ellos podrían ser precisamente los derrumbes”, expresa.
Explica que los pobladores de Tlachichuca son sus mejores aliados, pues reportaron los eventos por la preocupación generada, al haber pasado poco más de 50 años de no percibirse eventos de este tipo.
En el monitoreo, además de tener este registro, informa que vinieron otros eventos en los días subsecuentes pero ligados con la actividad interna del volcán.
“Fue una buena sacudida tanto en la parte externa del edificio volcánico como interna. Desde luego, eso plantea muchas cuestiones científicas que se están tratando de resolver, no en el corto plazo porque llevará un largo proceso”, aclara.
¿Cuáles son las previsiones para el futuro?
El sismólogo señala que los cambios en el volcán se van a reflejar de muchas maneras; “el hecho de que desaparezca el glaciar tiene implicaciones fuertes”.
Ante este panorama, subraya la importancia de los sistemas de monitoreo existentes pues se podrán detectar este tipo de eventos y dar seguimiento a la evolución de la sintomatología que irá dando el Citlaltépetl.
Reitera que estos fenómenos se estudian con profundidad porque tienen una complejidad muy grande y una de las líneas es la determinación de peligros.
Derrumbe en Mixtla de Altamirano
En el caso específico del derrumbe de Mixtla de Altamirano, “uno de los factores es que con estructuras geológicas tan verticales, es evidente que hay un riesgo potencial”.
Recuerda que en el caso del sismo de 1920 que cobró la vida de gran cantidad de personas en Xalapa y la región, el factor principal fueron los aludes de material que se vinieron abajo por efecto de la sacudida.
“El evento en Mixtla, al parecer, no fue disparado por un sismo, pero están dadas las condiciones geológicas para producir un fenómeno importante. Es necesario poner particular atención en este tipo de fenómenos naturales”, puntualizó.
