Leoba, la curandera que aprendió a sanar a los 8 años y la salvación de un pueblito en México

Cada día atiende Leoba a decenas de personas que buscan salud en la vida

Ricardo Martínez | Diario de Xalapa

  · martes 14 de junio de 2022

Leoba es una curandera famosa por sus resultados positivos |Pedro Anza/Cuartoscuro|

Hay personas que nacen con dones espectaculares y los comparten. Otros pasan inadvertidos por la sociedad hasta que alguien se da cuenta en la comunidad y lo da a conocer a los demás. El caso de Leoba es el primero y con creces, pues su abuela ya era curandera en Cuetzalan,Puebla.

Se dice que su primer parto lo atendió a los catorce años y a los 19 ya era experta; luego se casó y formó una familia, pero su andar en la tradición de la curación inició a los 8 años.

Te puede interesar: Cristo negro de Veracruz: ¿qué milagros pedirle y cuál es su leyenda?

De las personas que ha atendido y curado hay desde familiares, gente del municipio, del estado, el país e incluso del mundo. Desde funcionarios hasta artistas han tocado sus manos.

¿A qué santos reza doña Leoba para sanar a sus pacientes? Los hay de todo tipo y religión, pues encuentras desde figuras de la virgen, santos católicos e incluso el conocido Malverde (Jesús Malverde), un supuesto bandido mexicano. Incluso la Santa Muerte comparte un espacio en una mesa.

Así como ella aprendió a curar con las enseñanzas de su abuela, ella hace lo propio con su nieta, quien gustosa la acompaña en sus andanzas y atenciones a sus pacientes.

¿Cómo llegar a Cuetzalan, Puebla, donde vive la curandera Leoba?

Cuetzalan se encuentra a 3 horas de la capital de Puebla, y a alrededor de 4 horas desde Xalapa. Es una ciudad montañosa, la cual cuenta con grandes tradiciones por sus edificios antiguos y sus danzas.

Según el Gobierno de México: “Cuetzalan es un Pueblo Mágico que habita en la sierra entre bosques con niebla, cafetales, cascadas, cuevas, grutas y helechos gigantes; allá donde los pájaros inician su canto y el propio significado de su nombre lo afilia con la divina ave mítica de las culturas prehispánicas: el quetzal”.