De Carrie a Eso: así fue el camino de Stephen King hasta ocupar el trono del terror

Stephen King considerado el máximo exponente vivo del género de terror, es el creador de monstruos más eficaz de los últimos años, en su obra hay una constante: retrata personajes de la vida real

Kevin Aragón | El Sol de México

  · lunes 31 de octubre de 2022

Stephen King ha creado clásicos de terror que han sido referencia para las nuevas generaciones.

Es muy poco probable que haya quien no sepa algo de él; quien no haya tropezado con sus libros, descubriéndose extrañamente seducido por sus contraportadas; quien no haya llevado las manos al rostro, ahogando los gritos, al mirar alguna de sus historias en pantalla.

Su presencia es tal que en estas fechas sus engendros deambulan por las calles de casi todas las ciudades. Si no lo cree, estimado lector, tan sólo dese una vuelta esta por la Avenida Juárez, vaya a la fiesta más cercana o tan sólo asómese por la ventana. Los encontrará propagando el caos, bailando o en macabra procesión, junto a otros horrores clásicos, acabando con los dulces de todas las casas y tienditas. El terror de nuestros tiempos tiene nombre y apellido, se llama Stephen King.

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INVASOR DE LO COTIDIANO

Pero, ¿qué es lo que ha hecho tan popular a este escritor, llamado el Rey del Terror, nacido en 1947, en el estado de Maine, Estados Unidos? El reconocido narrador y ensayista mexicano, Alberto Chimal, opina al respecto en entrevista con El Sol de México.

“Stephen King es un autor ineludible, que ha definido parcialmente la cultura popular del último medio siglo. Esto se debe, por su puesto, a que sus textos son eficaces como historias de terror y horror; pero también porque son un excelente retrato de personajes reales, sobre todo de las clases bajas de Estados Unidos, un país que es mucho menos libre y justo de lo que quiere creer, lo cual le ha permitido comunicarse muy bien con los lectores.

“Su tipo de horror es casi invariablemente una invasión a lo cotidiano por parte de lo extraordinario y lo terrible. Todos los entornos que describe son tan parecidos a la vida real que no podemos distinguir la diferencia hasta el momento en que aparece el llamado ‘fenómeno indescriptible’”, comenta Chimal, quien subraya la versatilidad de King al no ser únicamente un escritor de terror sino también de fantasía, misterio y ciencia ficción.

UN EXITOSO INCÓMODO

Con 64 novelas publicadas, 11 libros de relatos y 21 guiones para series y películas, uno suele preguntarse sobre la fuente de su imaginación. En su libro Mientras escribo, nos niega la respuesta: “No hay ningún depósito de ideas, central de relatos o isla de los Best-sellers enterrados. Parece que las buenas ideas surgen de la nada, planeando hasta aterrizar en la cabeza del escritor”.

Visto de esta manera, resulta demasiado sencillo que King haya podido amasar los cerca de 500 millones de dólares que ha ganado, ya sea directamente de la venta de sus libros o con alguna de las muchas colaboraciones relacionadas con su obra. Sin embargo, el éxito no le arribó así de fácil. Si algo siempre ha aconsejado King para ser un gran escritor es leer mucho y escribir mucho.

Aunque desde muy pequeño había mostrado una predilección por la creación, al escribir argumentos de tiras cómicas y cuentos, principalmente fantásticos ―los cuales eran incentivados por su madre, quien le pagó su primer dólar en el oficio―, y realizar varias publicaciones periódicas con su hermano durante sus primeros años escolares, King aprendió a lidiar con el rechazo de revistas y editoriales desde los 14 años, entre ellas, la icónica Alfred Hitchcock's Mystery Magazine, hasta que publicó su primer cuento en la revista Comics Review, fechado en 1965.

De ahí, colaboró en varias revistas de fantasía, ciencia ficción e incluso para adultos, las cuales no le dejaban suficientes ingresos, por lo que tuvo que dividirse entre varios otros oficios, como portero de una fábrica o trabajador de una lavandería, los cuales sirvieron de inspiración para algunas de sus historias.

No fue sino hasta 1974, con la aparición de la ya clásica historia de la adolescente Carrie, que obtuvo su primer contrato por 25 mil dólares, y cuyos derechos fueron vendidos después por 400 mil, tras el éxito de ventas, y su adaptación al cine en 1976. Lamentablemente su madre no pudo ver el inicio de la exitosa avalancha del escritor, pues falleció ese mismo año debido a un cáncer de pulmón.

Lo que siguió después ha sido la acumulación de grandes historias: El misterio de Salem (1975), inspirada en Drácula, de Bram Stoker; El resplandor (1977), llevada al cine por Stanley Kubrick; El umbral de la noche (1978), que compila los relatos que había escrito anteriormente; Eso (1986), la novela de aquel payaso siniestro que hoy es considerada como su obra maestra.

Sin olvidar las películas de fantasía y ciencia ficción Ojos de fuego (1980), con la que se colocó en la cumbre de la lista de best sellers del New York Times; La milla verde (1996), que también se llevó a las pantallas con Tom Hanks como protagonista; y la aclamada saga de La torre oscura, de la cual se han hecho adaptaciones en novela gráfica.

A los éxitos de ventas se suman los incontables premios literarios que ha acumulado, como son el Premio Bram Stoker en 13 ocasiones; el Premio Edgar Allan Poe en dos o el Premio Nacional del Libro de Estados Unidos, uno de los más prestigiosos de aquel país. Sin embargo, la academia literaria ha mostrado una gran resistencia para reconocer la importancia de este escritor como parte fundamental de la literatura universal.

“King es una figura que incomoda muchas veces a la academia en tanto que es difícil identificarlo dentro de las tradiciones canónicas occidentales. Pero igual no puede ser ignorado. Un ejemplo es el crítico británico Harold Bloom, quien dedica todo un tomo a destrozar su literatura. Puede que las personas no sepan qué es el horror o el terror como géneros literarios, pero todos saben quién es Stephen King”, comenta la Mtra. Isabel del Toro, miembro del Seminario de Estudios Críticos De Cultura Popular de la UNAM.

DE LAS PÁGINAS A LAS PANTALLAS

Con casi un centenar de adaptaciones a películas y series de sus obras, Stephen King ostenta el Récord Guinness de ser el autor vivo más adaptado a la pantalla; y, por un tiempo, también se pudo jactar de ser el novelista más taquillero con más de 835 mil millones de dólares recaudados, hasta que fue superado por las sagas de El señor de los Anillos y Harry Potter.

“Los cineastas siempre están buscando historias que contar y las suyas son tan claras que casi la mayoría de las personas pueden experimentar fácilmente el miedo. Él, sin dar rodeos, se dirige a los puntos dramáticos y los resuelve bastante bien, por lo que el público entiende sus obras de manera redonda”, explica Miguel Ángel Marín, director del Festival de Cine Fantástico Feratum.

Prueba de esto es la profunda intención del cineasta mexicano Guillermo del Toro, quien en su cuenta de Twitter declaró en 2015 que “mataría por hacer una película” de la novela Cementerio de animales, la cual calificó como una “lectura compulsiva”, un relato “implacablemente oscuro y emocional”.

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Y aunque a sus 75 años pareciese que King ya no puede conquistar ningún otro resabio, la fuente de su imaginación parece inagotable. Recientemente publicó su más nueva novela Cuento de hadas, con la que regresa al mundo de la fantasía. El próximo año, entre películas y series se estrenarán 13 proyectos basados en las historias del Rey Terror, entre ellos una serie que narrará la historia de Pennywise, el protagonista de Eso y su personaje más conocido. ¡Larga vida al Rey!



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