Úrsulo Galván, Ver.- Se deben buscar “mayores ganancias a los bolsillos de los productores pecuarios, así como mejorar el hato a través del mejoramiento genético, que suman arriba de tres mil cabezas”, expresó Félix Jesús Bartolomé Domínguez, titular de la Asociación Ganadera Local de Cempoala.
El dirigente enfatizó que se busca ayudar a los ganaderos en el mejoramiento genético, “toda vez que el semen se puede escoger de una variedad amplia y nadie se limita a comprar un toro de determinada raza y usar sólo ese semental, pero al inseminar se pueden obtener 30, 40, 50, 100 toros de diversas razas”.
Asimismo “con estas acciones se acorta tiempo, ya que con la palpación directa al animal se dan cuenta de diversos factores y se puede tomar la determinación de sacarla de la cría porque esté mal o de darle otra oportunidad”.
Estos servicios, aclaró, tienen un costo, “pero como herramienta es algo fundamental para poder mejorar el hato, ya se está en el camino, paulatinamente y por imitación al ver que sus compañeros obtienen mejores rendimientos, de ahí que se interesen y le tomen el gusto”.
Esta “técnica ahorra tiempo, dinero y esfuerzo”, por lo que a más tardar en año y medio más se estarán reflejando los resultados a favor en un hato de 3 mil 500 cabezas de ganado con las que se cuentan en la actualidad”.
Juan Capellini Arteaga, especialista en reproducción animal, dijo que el trabajo consiste en la sincronización de celos e inseminación artificial a tiempo fijo, por lo que se diagnóstica manualmente y se palpa que la vaca esté “vacía”.
Posteriormente se introduce un dispositivo intravaginal que contiene una hormona que permanecerá ahí por siete días, a la vez que se aplica una inyección de otra hormona que es benzoato de estradiol, por lo que esperarán siete días a efecto de retirar el implante y aplican tres hormonas más y después a tiempo fijo entre 48 y 56 horas después se inseminan”.
Todo con el objeto de obtener lotes de becerros “más homogéneos, de mejor calidad. Amén de generar que las vacas entren en celo al aplicárseles hormonas inductoras para que el animal de nueva cuenta inicie su ciclo reproductor, herramienta que se utiliza de mucho tiempo atrás y que es de gran beneficio para quienes se dedican a la ganadería, manera fácil y barata de mejorar la genética del ganado”, concluyó.
