“Madre, dennos de su pan y su leche”: así fue el inicio de Las Patronas

Por su trayectoria en la asistencia y defensa de derechos humanos de migrantes se les ha reconocido con el Premio Nacional de Derechos Humanos 2013 y el Premio Nacional de Derechos Humanos Sergio Méndez Arceo 2013

Guadalupe Castillo

  · jueves 16 de mayo de 2019

Foto: Fernando Coria

Amatlán de los Reyes, Ver.- La historia de Las Patronas surge en 1995 cuando doña Leonila, primera mujer que toma la iniciativa de ayuda manda a sus hijas por pan y leche, en ese momento se estaba escribiendo la historia de estas mujeres que apoyan a los inmigrantes a su paso.

Julia Ramírez, integrante del grupo, refiere que cuando aquellas niñas vieron en el tercer vagón del tren que pasaba por su casa un grupo grande de personas que les gritaban “madre denos de su pan y su leche”. Aquellas niñas se veían una a la otra y tomaron la decisión de apoyarlos. Fue entonces que en su inocencia y con ayuda de su mamá empezaron la historia de Las Patronas.

En un terreno grande, hay una casa color rosa mexicano y al asomar el rostros sobre la reja podemos observar una imagen de la Virgen de Guadalupe que enmarca la pared de un comedor para los inmigrantes que pasan por el lugar.

Foto: Fernando Coria

Desafortunadamente las primeras integrantes de Las Patronas no se encontraban en el lugar, pero la historia de estas 10 mujeres, actualmente, es muy conocida a nivel mundial, siendo así que han recibido premios altruistas por parte de la Comisión de Derechos Humanos.

Estos premios y reconocimientos nos emocionan pero al mismo tiempo nos hacen implicarnos más en el arduo trabajo que desarrollamos todos los días del año, sin descanso y sueldosJulia Ramírez

En Tierra Blanca hay una señora de nombre Ángeles que realiza una labor similar a la de Las Patronas. Se comunica con Julia cuando el tren pasa por la comunidad y va “cargado” con migrantes. En ese momento las 10 mujeres y voluntarios se unen para que en menos de 3 horas tengan todo preparado

EMPAQUETADO DE COMIDA

Lo que más buscan los migrantes son comida, agua y vestimenta. El número paquetes de comida depende de la cantidad de migrantes que viajan hacia la comunidad donde se encuentran. El anafre está prendido, el jitomate con la cebolla y ajo son molidos en cantidades grandes, pues realizan aproximadamente 20 kilos de arroz, frijol, atún y agua.

Foto: Fernando Coria


En bolsas blancas donadas son empaquetados 6 panes, ya sean bolillos o pambazos, una bolsa de arroz rojo, otra de frijoles recién hechos y su respectivo atún. Las botellas de agua son sujetas a un palo de madera para que al paso de los inmigrantes sobre el veloz tren, tomen la misma junto con la comida.

DONACIONES E INVERSIONES ALIMENTICIAS

Julia platicó que el arroz, agua, aceite, frijol, pan salado, pan de dulce y atún son donados por empresas y ciudadanos dentro y fuera del país que conocen su labor.

Las Patronas hacen una invitación a la ciudadanía en general que la ropa, zapatos, cobijas no las tiren y las lleven hasta donde ellas se encuentran “nos ha pasado que cuando los inmigrantes vienen al comedor, nos piden zapatos o ropa limpia y la que tenemos es poca o es más chica que la que requieren."

Estás mujeres hacen una labor diaria dejando a sus familias por ayudar a los que consideran su familia lejana, sin un sueldo, sin apoyos económicos, continúan con su labor.