Descuartizado desata guerra entre grupos delictivos, en Naranjos

En Atoyac, hombre es ejecutado afuera de iglesia, la mujer que lo acompañaba se encuentra grave

Diario de Xalapa

  · viernes 5 de abril de 2019

Foto: Diario de Xalapa

NARANJOS, Ver.- Un grupo de la delincuencia organizada abandonó ayer los restos de una persona descuartizada y dentro de dos bolsas, en un camino de terracería de este municipio; en el lugar también fue encontrada una cartulina con una supuesta advertencia.

Los hechos ocurrieron cerca de las 10:20 horas de ayer cuando el segundo comandante de la policía municipal encabezó el abanderamiento del punto en un camino que conduce al campo de la localidad Cervantes luego de confirmar el reporte de testigos.

Se trataba de dos bolsas negras de plástico, en cuyo interior había una de las piernas y brazos de una persona, mientras que en la segunda, el tronco del cuerpo y cabeza de un varón. Encima estaba la cartulina en que se leía un texto que firmaba un grupo delincuencial que opera en la zona.

En el texto se hacía alusión a una supuesta “invasión” de terrenos entre grupos rivales, por lo que el descuartizado era una advertencia de que no permitirían se invadan los terrenos que ya tenían al parecer pactados.

Los restos fueron levantados por peritos forenses y llevados al Semefo para los estudios de rigor; hasta la tarde de ayer seguía en calidad de desconocido.

Ejecutado afuera de iglesia

En Atoyac, un hombre fue ejecutado a balazos afuera de la iglesia Cristo Rey, mientras que su acompañante resultó gravemente herida por varios pistoleros.

Ambos baleados serían identificados por sus familiares ante el personal de la Fiscalía local, que acudió tomar conocimiento.

Los investigadores intentarían interrogar a la sobreviviente para saber si pudo identificar a sus agresores e iniciar carpeta de investigación para dar continuidad a las diligencias, en un intento por esclarecer el homicidio.

Estos hechos ocurrieron en la colonia Cortina, de la comunidad de Potrero Nuevo, cuando la pareja fue interceptada por los sicarios en uno de los callejones aledaños al templo religioso.

Sin mediar palabra los pistoleros descargaron sus armas en contra del hombre y la mujer, y tras consumar su fechoría huyeron, logrando perderse calles adelante.

El ataque fue reportado a los grupos de auxilio a través del número de emergencia 911. Al lugar llegaron paramédicos de Protección Civil y Cruz Roja de Córdoba, quienes se encargaron de estabilizar y trasladar rápidamente a la mujer a un hospital.

Policías locales montaron la cadena de custodia alrededor del cadáver del individuo y esperaron el arribo de autoridades ministeriales; éstas se encargarían de dar fe y levantar el cuerpo para trasladarlo al Servicio Médico Forense, en donde sería reconocido y reclamado por sus familiares de manera oficial.


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