/ martes 2 de junio de 2020

Como afirmó Villalpando: “mi gobierno será detestado”

En relato novelado, José Manuel Villalpando escribe lo que desde su óptica serían las memorias que nunca escribió don Félix María Calleja, Virrey número LX de la Nueva España y feroz combatiente de los insurgentes, aunque se confesó después como un partidario de la Independencia de México.

A destiempo no vale invocar el perdón de los mexicanos por errores cometidos desde el poder, y eso lo sabe bien el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien a pesar de su indiscutible triunfo amparado por más de 30 millones de sufragios, no puede ostentarse como el depositario de la voluntad soberana de los mexicanos, que según fuentes de INEGI suman 130 millones de habitantes, de los cuales la lista nominal de 2018 registra poco más de 87 millones de empadronados.

Y es que los errores del gobierno de la 4T se han ido acumulando desde el nombramiento del gabinete federal, que a nadie satisfizo, así como la desaparición de los órganos reguladores que servían de contrapeso al poder absoluto, más el sometimiento de las mayorías morenistas del Congreso de la Unión al mando del Ejecutivo. Además del aumento en la criminalidad y una gran corrupción e impunidad puestas al descubierto por los medios de comunicación, de la que todo México está enterado.

Hay que sumarle la desaparición de fideicomisos justificados y nobles como las estancias infantiles, las reducciones injustificadas al Conacyt, al INBA y ahora la falta de apoyo a las Mipymes y a los desempleados por efectos de la pandemia y la cuarentena obligada, que tomó por sorpresa a las instituciones de salud, a la SHCP y al Banco de México.

Escribió Maquiavelo una recomendación a los príncipes, en el sentido de no perder de vista que el único sistema seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir en libertad es destruyéndola. México ha vivido en libertad desde que consiguió su independencia y construyó una república democrática, representativa y federal. López Obrador protestó cumplir y hacer cumplir la Constitución Política y no creemos que su propósito sea destruir a México, pero pareciera que sí es el de sus colaboradores por sus errores y por temor a que se cumpla la advertencia de Maquiavelo, en el sentido de que las crecientes protestas contra el gobierno terminarán por aplastar al proyecto de la 4T.

Todavía hay tiempo de purgar al gabinete, desterrando ineficaces, antes de que el pueblo deteste al gobierno de la 4T igual que a los anteriores.

En relato novelado, José Manuel Villalpando escribe lo que desde su óptica serían las memorias que nunca escribió don Félix María Calleja, Virrey número LX de la Nueva España y feroz combatiente de los insurgentes, aunque se confesó después como un partidario de la Independencia de México.

A destiempo no vale invocar el perdón de los mexicanos por errores cometidos desde el poder, y eso lo sabe bien el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien a pesar de su indiscutible triunfo amparado por más de 30 millones de sufragios, no puede ostentarse como el depositario de la voluntad soberana de los mexicanos, que según fuentes de INEGI suman 130 millones de habitantes, de los cuales la lista nominal de 2018 registra poco más de 87 millones de empadronados.

Y es que los errores del gobierno de la 4T se han ido acumulando desde el nombramiento del gabinete federal, que a nadie satisfizo, así como la desaparición de los órganos reguladores que servían de contrapeso al poder absoluto, más el sometimiento de las mayorías morenistas del Congreso de la Unión al mando del Ejecutivo. Además del aumento en la criminalidad y una gran corrupción e impunidad puestas al descubierto por los medios de comunicación, de la que todo México está enterado.

Hay que sumarle la desaparición de fideicomisos justificados y nobles como las estancias infantiles, las reducciones injustificadas al Conacyt, al INBA y ahora la falta de apoyo a las Mipymes y a los desempleados por efectos de la pandemia y la cuarentena obligada, que tomó por sorpresa a las instituciones de salud, a la SHCP y al Banco de México.

Escribió Maquiavelo una recomendación a los príncipes, en el sentido de no perder de vista que el único sistema seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir en libertad es destruyéndola. México ha vivido en libertad desde que consiguió su independencia y construyó una república democrática, representativa y federal. López Obrador protestó cumplir y hacer cumplir la Constitución Política y no creemos que su propósito sea destruir a México, pero pareciera que sí es el de sus colaboradores por sus errores y por temor a que se cumpla la advertencia de Maquiavelo, en el sentido de que las crecientes protestas contra el gobierno terminarán por aplastar al proyecto de la 4T.

Todavía hay tiempo de purgar al gabinete, desterrando ineficaces, antes de que el pueblo deteste al gobierno de la 4T igual que a los anteriores.