/ martes 2 de noviembre de 2021

Creen que van al edén

No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, ese es el caso de las nuevas administraciones municipales, que el próximo primero de enero tomarán posesión. De acuerdo con la norma, tendrán un primer y único acercamiento con la administración que les entregará este mes de noviembre.

La Secretaría de Finanzas del Congreso y el Orfis definieron una guía para este propósito, cuyo objetivo lo refirieron así:

“La administración preparará y proporcionará a las nuevas autoridades los elementos que le permitan tomar conocimiento de la situación que guarda la gestión, para garantizar la continuidad de los servicios y programas sociales, así como la transmisión de bienes, recursos, derechos y obligaciones, en un marco de legalidad, transparencia y rendición de cuentas”.

En el mes de noviembre, el contralor interno, como Secretario Técnico, convocará a las autoridades electas, en su caso, a un primer acercamiento, donde se comentarán las partes que integran documentalmente la entrega, solo para tener impresiones preliminares que conduzcan a la entrega y recepción el primero de enero próximo.

La entrega-recepción será el 1 de enero, tendrá después de firma una revisión preliminar de cinco días para revisarla, periodo durante el cual puede llamar a quien estime necesario, siendo el contacto el contralor interno saliente, que es el Secretario Técnico.

La responsabilidad de los funcionarios públicos, de acuerdo a la ley del Orfis, es hasta 7 años, por lo tanto, tiene oportunidad la administración entrante de hacer todas las investigaciones que estime conveniente, iniciar este proceso formalmente en la Contraloría y, en su caso, hacer las denuncias correspondientes.

En los primeros días de gestión, las nuevas administraciones tendrán dinero, porque es periodo en el que la ciudadanía paga su impuesto predial y en su caso, anticipa el pago anual por los servicios de agua y alcantarillado.

También conocerá los pasivos, nómina abultada, nuevas plazas entregadas al sindicato de gente de confianza de la administración que se fue.

Lo más grave, que aparecen los asuntos laborales, los laudos para hacerlos efectivos, a veces con la orden judicial de hacerlo so pena de suspensiones del cargo; aparecen nuevos acreedores no registrados y abundan los irreductibles no enterados ni convenidos con el IPE; el estado con el impuesto sobre remuneraciones personales, y así poco a poco aparecen los pescaditos.

Y qué decir de las obras inconclusas o con vicios que aparecen con el tiempo, de exigencias para arreglos en los tiradores de basura, de reposición de equipos recolectores y no alcanza ninguna participación que envía Xalapa.

Al cabo del primer año vienen las auditorías del Orfis y de ellas las observaciones administrativas y patrimoniales.

Entras al edén, pasas al purgatorio y si no ten pones listo la pasas mal, con muchos problemas y señalamientos sociales, desde inepto hasta delincuente. Porque simplemente detrás de la administración está la transparencia, viene la fiscalización, vienen los tribunales, etc.

Hay ayuntamientos que en dos años tienen más de 60 millones de pesos de daño patrimonial, en unos casos setenta, los que menos casi un millón.

Esa es la realidad actual, las administraciones municipales casi no tienen dinero, hay mucha fiscalización, con nuevos conceptos producto de las actuales NIFS y Técnicas de Auditoría, con una Auditoría Superior supervisando los recursos federales, incluidas las participaciones federales, y un Orfis cada día más profesional; ambos órganos garantizan el correcto uso de los dineros del pueblo.

En Veracruz no hay ningún municipio que no tenga daño patrimonial.

A eso hay que agregarle la cantidad de asesores que ofrecen la salvación en su gestión financiera, los nuevos funcionarios deben saber que una cosa es la imaginación y otra la realidad.

La entrega-recepción será el 1 de enero, tendrá después de firma una revisión preliminar de cinco días para revisarla, periodo durante el cual puede llamar a quien estime necesario, siendo el contacto el contralor interno saliente, que es el Secretario Técnico.

No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, ese es el caso de las nuevas administraciones municipales, que el próximo primero de enero tomarán posesión. De acuerdo con la norma, tendrán un primer y único acercamiento con la administración que les entregará este mes de noviembre.

La Secretaría de Finanzas del Congreso y el Orfis definieron una guía para este propósito, cuyo objetivo lo refirieron así:

“La administración preparará y proporcionará a las nuevas autoridades los elementos que le permitan tomar conocimiento de la situación que guarda la gestión, para garantizar la continuidad de los servicios y programas sociales, así como la transmisión de bienes, recursos, derechos y obligaciones, en un marco de legalidad, transparencia y rendición de cuentas”.

En el mes de noviembre, el contralor interno, como Secretario Técnico, convocará a las autoridades electas, en su caso, a un primer acercamiento, donde se comentarán las partes que integran documentalmente la entrega, solo para tener impresiones preliminares que conduzcan a la entrega y recepción el primero de enero próximo.

La entrega-recepción será el 1 de enero, tendrá después de firma una revisión preliminar de cinco días para revisarla, periodo durante el cual puede llamar a quien estime necesario, siendo el contacto el contralor interno saliente, que es el Secretario Técnico.

La responsabilidad de los funcionarios públicos, de acuerdo a la ley del Orfis, es hasta 7 años, por lo tanto, tiene oportunidad la administración entrante de hacer todas las investigaciones que estime conveniente, iniciar este proceso formalmente en la Contraloría y, en su caso, hacer las denuncias correspondientes.

En los primeros días de gestión, las nuevas administraciones tendrán dinero, porque es periodo en el que la ciudadanía paga su impuesto predial y en su caso, anticipa el pago anual por los servicios de agua y alcantarillado.

También conocerá los pasivos, nómina abultada, nuevas plazas entregadas al sindicato de gente de confianza de la administración que se fue.

Lo más grave, que aparecen los asuntos laborales, los laudos para hacerlos efectivos, a veces con la orden judicial de hacerlo so pena de suspensiones del cargo; aparecen nuevos acreedores no registrados y abundan los irreductibles no enterados ni convenidos con el IPE; el estado con el impuesto sobre remuneraciones personales, y así poco a poco aparecen los pescaditos.

Y qué decir de las obras inconclusas o con vicios que aparecen con el tiempo, de exigencias para arreglos en los tiradores de basura, de reposición de equipos recolectores y no alcanza ninguna participación que envía Xalapa.

Al cabo del primer año vienen las auditorías del Orfis y de ellas las observaciones administrativas y patrimoniales.

Entras al edén, pasas al purgatorio y si no ten pones listo la pasas mal, con muchos problemas y señalamientos sociales, desde inepto hasta delincuente. Porque simplemente detrás de la administración está la transparencia, viene la fiscalización, vienen los tribunales, etc.

Hay ayuntamientos que en dos años tienen más de 60 millones de pesos de daño patrimonial, en unos casos setenta, los que menos casi un millón.

Esa es la realidad actual, las administraciones municipales casi no tienen dinero, hay mucha fiscalización, con nuevos conceptos producto de las actuales NIFS y Técnicas de Auditoría, con una Auditoría Superior supervisando los recursos federales, incluidas las participaciones federales, y un Orfis cada día más profesional; ambos órganos garantizan el correcto uso de los dineros del pueblo.

En Veracruz no hay ningún municipio que no tenga daño patrimonial.

A eso hay que agregarle la cantidad de asesores que ofrecen la salvación en su gestión financiera, los nuevos funcionarios deben saber que una cosa es la imaginación y otra la realidad.

La entrega-recepción será el 1 de enero, tendrá después de firma una revisión preliminar de cinco días para revisarla, periodo durante el cual puede llamar a quien estime necesario, siendo el contacto el contralor interno saliente, que es el Secretario Técnico.