/ jueves 4 de julio de 2019

Crisis interna de la Guardia Nacional, por falta de cabildeo y manejo político de su titular

Contra lo que toda la población esperaba de la Guardia Nacional para abatir la inseguridad y el crimen, a cinco días del banderazo en el Campo Militar Marte, la rebelión contra la decisión presidencial de unir Fuerzas Militares, de la Marina y de la Policía Federal, para atacar y desterrar el principal flagelo que ha enlutado a miles de familias, la policía federal rompió el único pacto que hubiera podido dar resultados favorables, al Gobierno Federal en su principal compromiso con el pueblo, para desterrar las bandas del crimen organizado.

El cabildeo previo a la unión de la trilogía Ejército—Marina—Policía Federal, falló y lamentablemente el principal responsable resulta ser Alfonso Durazo Montaño, ya que al ser nombrado Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, la Guardia Nacional es parte esencial del área bajo su mando y del titular de la GN Luis Rodríguez Bucio Ambos desaparecidos durante la protesta de la Policía Federal.

Así como los elementos de la Policía Federal exigen respeto a su dignidad, antigüedad laboral, prestaciones de seguridad social y económicas, mas otros privilegios irrenunciables en materia laboral, se sabe que los miembros del Ejército y de la Marina, en cada caso también reclaman lo que legalmente y por usos y costumbres, venían percibiendo en las dependencias de su adscripción.

Si a eso se agrega el celo profesional y el sentido de pertenencia de cada uno de los efectivos de la trilogía que conforman el Ejército de la Guardia Nacional, de entrada se hubiera atendido la protesta de los miembros de la Policía Federal, quienes no aceptan ser evaluados por el personal militar, argumentando que los miembros del Ejército carecen del conocimiento y preparación de la función policial.

Igualmente en tiempo oportuno se hubiera atendido y resuelto la inconformidad de los insurrectos, para vivir en los cuarteles militares; y lo mas importante, se hubiera resuelto antes de la rebelión, lo relativo a la demanda de los policías federales para su pago de 15,000 pesos cada quincena y libres de impuestos, garantizando se hiciera efectivo a partir de la segunda quincena del mes en curso.

Que necesidad había para que el propio Presidente de la República tuviera que salir a los medios de comunicación, a despresurizar la rebelión de la Policía Federal, sin desgaste público alguno para el Secretario Alfonso Durazo Montaño.




Contra lo que toda la población esperaba de la Guardia Nacional para abatir la inseguridad y el crimen, a cinco días del banderazo en el Campo Militar Marte, la rebelión contra la decisión presidencial de unir Fuerzas Militares, de la Marina y de la Policía Federal, para atacar y desterrar el principal flagelo que ha enlutado a miles de familias, la policía federal rompió el único pacto que hubiera podido dar resultados favorables, al Gobierno Federal en su principal compromiso con el pueblo, para desterrar las bandas del crimen organizado.

El cabildeo previo a la unión de la trilogía Ejército—Marina—Policía Federal, falló y lamentablemente el principal responsable resulta ser Alfonso Durazo Montaño, ya que al ser nombrado Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, la Guardia Nacional es parte esencial del área bajo su mando y del titular de la GN Luis Rodríguez Bucio Ambos desaparecidos durante la protesta de la Policía Federal.

Así como los elementos de la Policía Federal exigen respeto a su dignidad, antigüedad laboral, prestaciones de seguridad social y económicas, mas otros privilegios irrenunciables en materia laboral, se sabe que los miembros del Ejército y de la Marina, en cada caso también reclaman lo que legalmente y por usos y costumbres, venían percibiendo en las dependencias de su adscripción.

Si a eso se agrega el celo profesional y el sentido de pertenencia de cada uno de los efectivos de la trilogía que conforman el Ejército de la Guardia Nacional, de entrada se hubiera atendido la protesta de los miembros de la Policía Federal, quienes no aceptan ser evaluados por el personal militar, argumentando que los miembros del Ejército carecen del conocimiento y preparación de la función policial.

Igualmente en tiempo oportuno se hubiera atendido y resuelto la inconformidad de los insurrectos, para vivir en los cuarteles militares; y lo mas importante, se hubiera resuelto antes de la rebelión, lo relativo a la demanda de los policías federales para su pago de 15,000 pesos cada quincena y libres de impuestos, garantizando se hiciera efectivo a partir de la segunda quincena del mes en curso.

Que necesidad había para que el propio Presidente de la República tuviera que salir a los medios de comunicación, a despresurizar la rebelión de la Policía Federal, sin desgaste público alguno para el Secretario Alfonso Durazo Montaño.