/ domingo 7 de abril de 2019

De qué color era el caballo blanco

El tema que hoy hablaremos corresponde a un símil de la frase para citar una obviedad elocuente a manera de pregunta: De qué color era el caballo blanco de Napoleón”.

José Napoleón Bonaparte (1769-1781), el máximo personaje que ha tenido Francia, tuvo un periodo corto de pleno poder, desde su ingreso a la escuela militar en 1784 como oficial artillero, a 1802 como cónsul vitalicio, y su coronación como emperador en 1804 mediante un plebiscito.

Gobernó Francia hasta antes de su muerte, ocurrida en la isla de Santa Elena en 1821 a la edad de 51 años.

Llegó a contar con 126 caballos en su cuadra personal, ninguno, según los historiadores, de color blanco íntegro; fueron grises, bayos o alazanes; los más conocidos.

Marengo, Vizir y Blanco fueron sus preferidos. El que tenía afecto por el emperador y así lo manifestaba fue Marengo o Wagram; árabe gris que montó a partir de 1806; sabía cuando el general llegaba a las caballerizas por el toque de la guardia, agitaba sus cascos y dejaba de hacerlo hasta que Napoleón llegaba a verle.

Según los historiadores, Marengo estuvo en la batalla de Austeliz, fue herido seis veces en batalla, vivió 38 años y sus restos descansan en Inglaterra, en el museo nacional del ejército de Sandhrusht.

Éste era el caballo blanco de Napoleón.

Traigo este relato por las declaraciones que recientemente hiciera el secretario de Finanzas en torno a reestructurar la deuda del Gobierno del Estado de más de 41 mil millones de pesos; así como la deuda municipal por un financiamiento bursátil operado en 2008 a 199 ayuntamientos para obra pública y de los cuales durante tres años estudié y gestioné la devolución de saldos millonarios a favor de los municipios.

Sobre la primera reestructura, nuevamente se pretende hacer; la razón: se puede mejorar la tasa; mismo dicho por el gobierno anterior, que fue iniciada a finales de 2017 y concluida en el primer trimestre de 2018. Por cierto, no cuenta con el Dictamen del Orfis, que inició una auditoría especial en la cuenta pública de 2017, que concluirá en la fiscalización de la cuenta 2018. A ver qué novedades encontramos.

La segunda que anunciara el joven secretario es la VRZCB08U y VRZCB08 (claves de pizarra), financiada por el gran público inversionista y liberada en la bolsa mexicana de valores según cruce del 11 de septiembre de 2008.

Y si digo de qué color es el caballo blanco de Napoleón, en términos simples lo expreso:

Les prestaron mil 207 millones de mil 500 autorizados; de ellos les entregaron líquidos mil 109 millones; la diferencia fueron gastos de colocación.

Al mes de enero de 2015, la Secretaría de Finanzas y Planeación le había enviado al fiduciario Deustche Bank, vía descuento a los 199 municipios: 2 mil 534 millones de pesos, un 109% más de lo prestado siete años después.

A la misma fecha, enero de 2015, los municipios adeudaban mil 257 millones de pesos; 50 millones más a lo otorgado.

La razón: financiamiento en udis y en pesos a una tasa del 7.14% anual.

Dos administraciones municipales me contrataron, en 2013, omito nombres por razones éticas; después de darle seguimiento, se obtuvo:

Proponer a las administraciones municipales su reestructura a un crédito simple.

Se solicitó la intervención a dos secretarios de finanzas; el último Antonio Gómez Pelegrín, que entendió el tema y ofreció atenderlo, nunca se preocupó por los municipios.

Se mantuvieron más de 10 reuniones con funcionarios del fiduciario Deustche Bank, de que atendiera la entrega de remanentes a los municipios, inclusive se llegó hasta el preámbulo de demanda judicial.

El fiduciario Deustche Bank interpeló vía Notarial a Sefiplan para que pagara los permanentes que éste había entregado a la secretaría en el periodo 2013-2015.

El resultado del punto anterior fue la gestión que hiciéramos ante la CNBV, apoyados por el senador José Yunes Zorrilla. A quien se le debe en mucho el pago realizado por Sefiplan.

El senador José Yunes Zorrilla promovió un punto de acuerdo solicitando al gobernador Javier Duarte la entrega de los remanentes a los 199 municipios dentro de este financiamiento.

En abril de 2015 Sefiplan consideró la devolución de $691´818,041.84, para ello el tesorero Arnulfo Octavio García Fragoso concilió el pago siempre y cuando los ayuntamientos pagaran adeudos, derivados del impuesto sobre nóminas y del IPE, finalmente pagó lo que quiso y nunca presentó cuentas liquidadoras. Cuentas y conciliaciones que están pendientes a la fecha por parte de Sefiplan.

Diez años después los municipios están indefensos y los representantes de los 199; Coatzacoalcos, Córdoba, Minatitlán Orizaba, Poza Rica, Tuxpan, Veracruz, y Xalapa están en la orfandad financiera, ellos siguen pagando sin chistar lo que les descuenta Sefiplan y después del año 2008 deben más, no obstante que en términos absolutos han pagado cifras superiores a lo prestado.

El importe que reporta Sefiplan con números preliminares al 31 de diciembre de 2018, según el último informe trimestral, el adeudo tiene un saldo de $1,417,863´548.00, que representan 210 millones de demasía:

“Y el colmo es que la nota dice: saldos por aclarar, sujetos a análisis y revisión por parte de los fiscalizadores, la pregunta es ¿quién defiende a los municipios de la vorágine es del gran público inversionista?” léase los grandes bancos que son los que dieron el dinero.


Si no lo reestructuran sigue siendo válido de qué color es el caballo blanco de Napoleón.

Los que deberían atender su tema son los municipios y no el secretario de Finanzas, en especial los que tienen estructura; desde luego también los diputados del H. Congreso veracruzano, que representan a la sociedad y que finalmente es un disponible que le quitan al pueblo, situación que en su oportunidad el Orfis hizo la observación para reestructurar.

Servirían ahora estos remanentes para atender los grandes problemas sociales: seguridad, salud y empleo, ya que lo que se les descuenta a estos entes públicos son sus participaciones federales.

El tema que hoy hablaremos corresponde a un símil de la frase para citar una obviedad elocuente a manera de pregunta: De qué color era el caballo blanco de Napoleón”.

José Napoleón Bonaparte (1769-1781), el máximo personaje que ha tenido Francia, tuvo un periodo corto de pleno poder, desde su ingreso a la escuela militar en 1784 como oficial artillero, a 1802 como cónsul vitalicio, y su coronación como emperador en 1804 mediante un plebiscito.

Gobernó Francia hasta antes de su muerte, ocurrida en la isla de Santa Elena en 1821 a la edad de 51 años.

Llegó a contar con 126 caballos en su cuadra personal, ninguno, según los historiadores, de color blanco íntegro; fueron grises, bayos o alazanes; los más conocidos.

Marengo, Vizir y Blanco fueron sus preferidos. El que tenía afecto por el emperador y así lo manifestaba fue Marengo o Wagram; árabe gris que montó a partir de 1806; sabía cuando el general llegaba a las caballerizas por el toque de la guardia, agitaba sus cascos y dejaba de hacerlo hasta que Napoleón llegaba a verle.

Según los historiadores, Marengo estuvo en la batalla de Austeliz, fue herido seis veces en batalla, vivió 38 años y sus restos descansan en Inglaterra, en el museo nacional del ejército de Sandhrusht.

Éste era el caballo blanco de Napoleón.

Traigo este relato por las declaraciones que recientemente hiciera el secretario de Finanzas en torno a reestructurar la deuda del Gobierno del Estado de más de 41 mil millones de pesos; así como la deuda municipal por un financiamiento bursátil operado en 2008 a 199 ayuntamientos para obra pública y de los cuales durante tres años estudié y gestioné la devolución de saldos millonarios a favor de los municipios.

Sobre la primera reestructura, nuevamente se pretende hacer; la razón: se puede mejorar la tasa; mismo dicho por el gobierno anterior, que fue iniciada a finales de 2017 y concluida en el primer trimestre de 2018. Por cierto, no cuenta con el Dictamen del Orfis, que inició una auditoría especial en la cuenta pública de 2017, que concluirá en la fiscalización de la cuenta 2018. A ver qué novedades encontramos.

La segunda que anunciara el joven secretario es la VRZCB08U y VRZCB08 (claves de pizarra), financiada por el gran público inversionista y liberada en la bolsa mexicana de valores según cruce del 11 de septiembre de 2008.

Y si digo de qué color es el caballo blanco de Napoleón, en términos simples lo expreso:

Les prestaron mil 207 millones de mil 500 autorizados; de ellos les entregaron líquidos mil 109 millones; la diferencia fueron gastos de colocación.

Al mes de enero de 2015, la Secretaría de Finanzas y Planeación le había enviado al fiduciario Deustche Bank, vía descuento a los 199 municipios: 2 mil 534 millones de pesos, un 109% más de lo prestado siete años después.

A la misma fecha, enero de 2015, los municipios adeudaban mil 257 millones de pesos; 50 millones más a lo otorgado.

La razón: financiamiento en udis y en pesos a una tasa del 7.14% anual.

Dos administraciones municipales me contrataron, en 2013, omito nombres por razones éticas; después de darle seguimiento, se obtuvo:

Proponer a las administraciones municipales su reestructura a un crédito simple.

Se solicitó la intervención a dos secretarios de finanzas; el último Antonio Gómez Pelegrín, que entendió el tema y ofreció atenderlo, nunca se preocupó por los municipios.

Se mantuvieron más de 10 reuniones con funcionarios del fiduciario Deustche Bank, de que atendiera la entrega de remanentes a los municipios, inclusive se llegó hasta el preámbulo de demanda judicial.

El fiduciario Deustche Bank interpeló vía Notarial a Sefiplan para que pagara los permanentes que éste había entregado a la secretaría en el periodo 2013-2015.

El resultado del punto anterior fue la gestión que hiciéramos ante la CNBV, apoyados por el senador José Yunes Zorrilla. A quien se le debe en mucho el pago realizado por Sefiplan.

El senador José Yunes Zorrilla promovió un punto de acuerdo solicitando al gobernador Javier Duarte la entrega de los remanentes a los 199 municipios dentro de este financiamiento.

En abril de 2015 Sefiplan consideró la devolución de $691´818,041.84, para ello el tesorero Arnulfo Octavio García Fragoso concilió el pago siempre y cuando los ayuntamientos pagaran adeudos, derivados del impuesto sobre nóminas y del IPE, finalmente pagó lo que quiso y nunca presentó cuentas liquidadoras. Cuentas y conciliaciones que están pendientes a la fecha por parte de Sefiplan.

Diez años después los municipios están indefensos y los representantes de los 199; Coatzacoalcos, Córdoba, Minatitlán Orizaba, Poza Rica, Tuxpan, Veracruz, y Xalapa están en la orfandad financiera, ellos siguen pagando sin chistar lo que les descuenta Sefiplan y después del año 2008 deben más, no obstante que en términos absolutos han pagado cifras superiores a lo prestado.

El importe que reporta Sefiplan con números preliminares al 31 de diciembre de 2018, según el último informe trimestral, el adeudo tiene un saldo de $1,417,863´548.00, que representan 210 millones de demasía:

“Y el colmo es que la nota dice: saldos por aclarar, sujetos a análisis y revisión por parte de los fiscalizadores, la pregunta es ¿quién defiende a los municipios de la vorágine es del gran público inversionista?” léase los grandes bancos que son los que dieron el dinero.


Si no lo reestructuran sigue siendo válido de qué color es el caballo blanco de Napoleón.

Los que deberían atender su tema son los municipios y no el secretario de Finanzas, en especial los que tienen estructura; desde luego también los diputados del H. Congreso veracruzano, que representan a la sociedad y que finalmente es un disponible que le quitan al pueblo, situación que en su oportunidad el Orfis hizo la observación para reestructurar.

Servirían ahora estos remanentes para atender los grandes problemas sociales: seguridad, salud y empleo, ya que lo que se les descuenta a estos entes públicos son sus participaciones federales.