/ domingo 12 de julio de 2020

El cerco a Peña Nieto, una mampara electorera

Funcionarios de la Fiscalía General de la República (FGR), empezando por su titular Alejandro Gertz Manero, han declarado en diversas entrevistas a medios de comunicación que no existe imputación alguna, formalmente denunciada, por presuntos delitos que pudiera haber cometido en el sexenio anterior el expresidente Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, se habla de un cerco en torno al expresidente Peña por las investigaciones y consignaciones de funcionarios del primer círculo de colaboradores en el gobierno pasado, que realizaron presuntos actos de corrupción, consistentes en lavado de dinero y desvío de recursos públicos.

La extitular de Desarrollo Social, Rosario Robles, está siendo procesada por el ilícito identificado como “la estafa maestra”, que generó un desvío de recursos públicos por aproximadamente 5 mil millones de pesos; también Emilio Lozoya Austin, en tránsito hacia México por fraudes cometidos durante el tiempo que fungió como director de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Al igual que el general León Trawitz, exjefe de escoltas de Peña Nieto y exjefe de seguridad de Pemex, más algunos exgobernadores marcados con el fierro político de Peña Nieto que están presos y bajo proceso judicial por desvío de recursos públicos y diversos quebrantos patrimoniales que ejecutaron en su provecho personal.

Todos esos escándalos, funcionarios de la 4T pretenden utilizarlos para acabar de desacreditar al PRI, partido político que en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) postularon a Enrique Peña Nieto para presidente de la República, solamente que se toparán con pared en sus afanes de venganza porque a un expresidente sólo se le puede enjuiciar por traición a la patria y delitos graves del orden común, según el párrafo 2o. del artículo 108 constitucional.

La tarea primordial de los partidos opositores a Morena será denunciar la corrupción que se está dando en las altas esferas de este gobierno, desarticulando así la “guerra sucia” que como estrategia para ganar las elecciones federales de 2021 han implementado los morenos.

El pueblo no perdonará que se privilegie la estrategia política de la 4T y su partido Morena para permanecer en el gobierno, después de abandonar sus principales tareas como el combate al Covid- 19, la generación de empleos perdidos por la pandemia y presentar un combate efectivo contra la inseguridad para bajar las estadísticas delictivas, que registran aumentos en homicidios dolosos, secuestros, violaciones y asaltos.

Funcionarios de la Fiscalía General de la República (FGR), empezando por su titular Alejandro Gertz Manero, han declarado en diversas entrevistas a medios de comunicación que no existe imputación alguna, formalmente denunciada, por presuntos delitos que pudiera haber cometido en el sexenio anterior el expresidente Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, se habla de un cerco en torno al expresidente Peña por las investigaciones y consignaciones de funcionarios del primer círculo de colaboradores en el gobierno pasado, que realizaron presuntos actos de corrupción, consistentes en lavado de dinero y desvío de recursos públicos.

La extitular de Desarrollo Social, Rosario Robles, está siendo procesada por el ilícito identificado como “la estafa maestra”, que generó un desvío de recursos públicos por aproximadamente 5 mil millones de pesos; también Emilio Lozoya Austin, en tránsito hacia México por fraudes cometidos durante el tiempo que fungió como director de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Al igual que el general León Trawitz, exjefe de escoltas de Peña Nieto y exjefe de seguridad de Pemex, más algunos exgobernadores marcados con el fierro político de Peña Nieto que están presos y bajo proceso judicial por desvío de recursos públicos y diversos quebrantos patrimoniales que ejecutaron en su provecho personal.

Todos esos escándalos, funcionarios de la 4T pretenden utilizarlos para acabar de desacreditar al PRI, partido político que en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) postularon a Enrique Peña Nieto para presidente de la República, solamente que se toparán con pared en sus afanes de venganza porque a un expresidente sólo se le puede enjuiciar por traición a la patria y delitos graves del orden común, según el párrafo 2o. del artículo 108 constitucional.

La tarea primordial de los partidos opositores a Morena será denunciar la corrupción que se está dando en las altas esferas de este gobierno, desarticulando así la “guerra sucia” que como estrategia para ganar las elecciones federales de 2021 han implementado los morenos.

El pueblo no perdonará que se privilegie la estrategia política de la 4T y su partido Morena para permanecer en el gobierno, después de abandonar sus principales tareas como el combate al Covid- 19, la generación de empleos perdidos por la pandemia y presentar un combate efectivo contra la inseguridad para bajar las estadísticas delictivas, que registran aumentos en homicidios dolosos, secuestros, violaciones y asaltos.