/ martes 7 de julio de 2020

Extorsiones en carreteras

El tema de las extorsiones por parte de elementos viales, ya sea federal, estatal o municipal, no es nuevo.

Por años, los transportistas han denunciado la situación que sufren en las carreteras del estado de Veracruz.

A la problemática que padecen los concesionarios y conductores ante grupos delincuenciales que operan en algunos tramos viales, se suma la extorsión "oficial".

El caso ha escalado y ha causado irritación. Este lunes, los integrantes de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (Amotac) se manifestaron en la carrera Xalapa-Banderilla para exigir un alto a quienes bajo el amparo de uniforme y placa cometen abusos, arbitrariedades y extorsiones.

La demanda es que la Policía Vial de Xalapa deje de operar.

Los manifestantes, que realizaron un bloqueo parcial de la vialidad, denunciaron presuntos actos de corrupción que se han dado desde hace mucho tiempo, sin que los gobiernos atiendan y resuelvan el problema.

Los afectados señalan que los agentes, incluso, detienen a los automovilistas y motociclistas sin motivo alguno, a pesar de que presenten todos sus documentos en regla.

Uno de los pretextos por parte de los elementos viales es que los transportistas de carga circulan fuera de los horarios establecidos; sin embargo, éstos rechazan tales señalamientos y aseguran que respetan los lineamientos y las restricciones establecidas por la autoridad.

El tema no es nuevo y la demanda es frecuente. Desde hace años, la queja se mantiene vigente porque sin importar el gobierno en turno, la situación es la misma.

Parecería que las autoridades no ven o hacen como que no ven las presuntas irregularidades que cometen los agentes viales en contra de los transportistas y, en general, de los conductores de automóviles.

El tema cobra relevancia precisamente porque las actuales autoridades de los tres niveles de gobierno prometieron erradicar la corrupción, y éste es un tema que se relaciona con esas prácticas. El famoso cobro de cuota siempre se ha denunciado de manera mediática, pero de manera formal y legal ante las autoridades correspondientes al parecer no.

Las autoridades harían bien en realizar una depuración de las corporaciones y particularmente de la Policía Vial de Xalapa, no sólo para integrar de mejor manera y con los mejores elementos a la agrupación, sino también para cambiar la percepción que tienen los ciudadanos, en el sentido de que las áreas de tránsito y transporte son una especie de cueva de Alí Babá.

El combate a la corrupción ha sido una bandera de muchos gobiernos, no sólo del actual; sin embargo, se debe pasar del discurso a los hechos, pues eso mejoraría la imagen gubernamental, además de fortalecer el trabajo que realizan las autoridades estatales.

La administración de Cuitláhuac García ha insistido en que los tiempos en que predominaba la corrupción en el gobierno son cosa del pasado.

En ese sentido, depurar las corporaciones de seguridad, tránsito y transporte sería un claro ejemplo de que la lucha contra las viejas prácticas de saqueo y atraco a los ciudadanos se cristaliza en todos los niveles.

Por otro lado, hay que recordar que las oficinas públicas y los servidores de primer contacto con la gente, como los policías y los agentes viales, son los que marcan la percepción de la población respecto a la honestidad de sus autoridades.

El tema de las extorsiones por parte de elementos viales, ya sea federal, estatal o municipal, no es nuevo.

Por años, los transportistas han denunciado la situación que sufren en las carreteras del estado de Veracruz.

A la problemática que padecen los concesionarios y conductores ante grupos delincuenciales que operan en algunos tramos viales, se suma la extorsión "oficial".

El caso ha escalado y ha causado irritación. Este lunes, los integrantes de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (Amotac) se manifestaron en la carrera Xalapa-Banderilla para exigir un alto a quienes bajo el amparo de uniforme y placa cometen abusos, arbitrariedades y extorsiones.

La demanda es que la Policía Vial de Xalapa deje de operar.

Los manifestantes, que realizaron un bloqueo parcial de la vialidad, denunciaron presuntos actos de corrupción que se han dado desde hace mucho tiempo, sin que los gobiernos atiendan y resuelvan el problema.

Los afectados señalan que los agentes, incluso, detienen a los automovilistas y motociclistas sin motivo alguno, a pesar de que presenten todos sus documentos en regla.

Uno de los pretextos por parte de los elementos viales es que los transportistas de carga circulan fuera de los horarios establecidos; sin embargo, éstos rechazan tales señalamientos y aseguran que respetan los lineamientos y las restricciones establecidas por la autoridad.

El tema no es nuevo y la demanda es frecuente. Desde hace años, la queja se mantiene vigente porque sin importar el gobierno en turno, la situación es la misma.

Parecería que las autoridades no ven o hacen como que no ven las presuntas irregularidades que cometen los agentes viales en contra de los transportistas y, en general, de los conductores de automóviles.

El tema cobra relevancia precisamente porque las actuales autoridades de los tres niveles de gobierno prometieron erradicar la corrupción, y éste es un tema que se relaciona con esas prácticas. El famoso cobro de cuota siempre se ha denunciado de manera mediática, pero de manera formal y legal ante las autoridades correspondientes al parecer no.

Las autoridades harían bien en realizar una depuración de las corporaciones y particularmente de la Policía Vial de Xalapa, no sólo para integrar de mejor manera y con los mejores elementos a la agrupación, sino también para cambiar la percepción que tienen los ciudadanos, en el sentido de que las áreas de tránsito y transporte son una especie de cueva de Alí Babá.

El combate a la corrupción ha sido una bandera de muchos gobiernos, no sólo del actual; sin embargo, se debe pasar del discurso a los hechos, pues eso mejoraría la imagen gubernamental, además de fortalecer el trabajo que realizan las autoridades estatales.

La administración de Cuitláhuac García ha insistido en que los tiempos en que predominaba la corrupción en el gobierno son cosa del pasado.

En ese sentido, depurar las corporaciones de seguridad, tránsito y transporte sería un claro ejemplo de que la lucha contra las viejas prácticas de saqueo y atraco a los ciudadanos se cristaliza en todos los niveles.

Por otro lado, hay que recordar que las oficinas públicas y los servidores de primer contacto con la gente, como los policías y los agentes viales, son los que marcan la percepción de la población respecto a la honestidad de sus autoridades.