/ domingo 10 de marzo de 2019

Gasto y déficit

El estado como rector de la política económica y social de nuestro país busca servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios derechos y deberes consagrados en la Constitución.

Por su parte son obligaciones de los ciudadanos, entre otras, contribuir con el estado con sus aportaciones para la operación de éste, precepto consagrado en la Constitución en su artículo 31 fracción IV.

Todo ello tiene vinculación con las finanzas públicas, donde el estado debe disponer de los recursos suficientes para” garantizar los principios y deberes consagrados en la Constitución”.

Esta razón nos dice claramente que el estado como ente público no busca tener finanzas superavitarias o utilidades como lo es en la iniciativa privada, donde CEO o Ejecutivo en la IP lo premian por las utilidades realizadas; busca satisfacer a los ciudadanos.

En la administración pública el premio al Ejecutivo es obtener un balance presupuestal igual a cero o ligeramente mejor, por ello tendrá finanzas sanas y el reconocimiento de los ciudadanos.

Esta simpleza que cualquiera lo entendemos es lo que ha traído a nuestro país épocas difíciles, traducidas en devaluaciones de nuestra moneda o más endeudamiento.

Lo importante es cumplir con la sociedad. Pero una máxima presupuestal dice que los gastos son ciertos y los ingresos hay que realizarlos.

Ramiro Castiñeira economista argentino cita: “Todo déficit fiscal termina en deuda o en inflación; su persistencia en crisis inflacionaria o default, por ello los países buscan limitar el déficit fiscal.

La Unión Europea tolera un máximo del 2% del PIB, que da garantía y estabilidad económica a todo el bloque, su enfoque al PIB es simple; con un crecimiento del 2% superior o igual, tiene los ingresos sufrientes para cubrir el egreso en exceso mencionado.

Considero que es fácil de entender por qué los entes públicos son deficitarios, controlan la diferencia con préstamos o créditos, o mediante la emisión de papel moneda y tiene los ingresos para pagarlos; ¿por qué? Porque sus ingresos en el tiempo lo permiten.

Todos los países en América en 2017 tuvieron déficit fiscal, lo mismo sucede con la mayoría de los países en el mundo, incluidas las naciones desarrolladas, es el caso de Estados Unidos que en 2107 tuvo un gasto público mayor de 665 mil millones de dólares que equivale a 3.5% de su PIB y no se diga de Japón, que es del 4.5%.

Pero eso no es todo; en 2018 USA cerró con 779 mil millones de dólares de déficit, los motivos: menores ingresos por los recortes de impuestos propuestos por Trump y pago más de deuda (fuente: Departamento del Tesoro de USA).

Otros países desarrollados con déficit:

España 3.08%, Francia 2.60%, China 3.70% (2016), Canadá 1.10% (2016), Rusia 3.66% (2016), Portugal 3%.

Pero también hay países con superávit: Alemania 1%, Suiza 1.30%, Dinamarca 1.20%, Hong Kong 4.39%, Corea del Sur 1.75% (2016), Malasia 2.61% (2016), Noruega 5.10%, por citar algunos.

Para México en 2017 el déficit fue de 1.10% (Fuente: Invex. Balanza Fiscal enero-diciembre 2017), para 2018 se situó en 2.3% (fuente SHCP: 8 de enero de 2019).

Las demasías en el gasto de nuestro país fueron financiadas con crédito externo autorizado por el Congreso en el presupuesto de ingresos.

Las cifras que ha publicado la SHCP para enero de 2019 muestran un sobregiro en los gastos de 58 mil 750 millones de pesos; al tener ingresos de 447 mil 959 millones y gastos netos de 506 mil 709 millones de pesos. (fuente: CEFP Cámara de Diputados).

En enero disminuyeron los ingresos en términos reales un 7.5% anual, principalmente por el menor precio del petróleo; en cambio los ingresos no petroleros aumentaron 3.1% real, que no fueron suficientes para cubrir la caída en el precio del petróleo.

La deuda en México al 2017 es del 46.9 del PIB; representa en 2018 10.4 billones de pesos; ello considera la deuda interna principalmente en CETES y la externa con entidades internacionales.

Ésta es la marcha del país y el comportamiento de las finanzas públicas internacionales, la generalidad de los países requiere de ingresos financiados para cubrir su gasto; México y el estado de Veracruz, como entes públicos, tienen que satisfacer los compromisos con la sociedad, implica con ello ser el gran empleador.

Con el cambio de administración se pasa a una política pública para disminuir gastos y luchar contra la corrupción, esperamos que en Veracruz se cumpla, porque hasta el momento los gastos en educación y salud nos tienen contra la pared; cada año requerimos financiamiento para cubrir los déficits que se financian con deuda.

No olvidar que la deuda de Veracruz supera los 50 mil millones de pesos.

La actual administración tiene la palabra para mantener el déficit a la baja, mediante disciplina financiera como lo que señala la ley de la materia, mantener un balance presupuestal cercano a cero, porque los ingresos adicionales no alcanzan a cubrir el gasto del gobierno.


El estado como rector de la política económica y social de nuestro país busca servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios derechos y deberes consagrados en la Constitución.

Por su parte son obligaciones de los ciudadanos, entre otras, contribuir con el estado con sus aportaciones para la operación de éste, precepto consagrado en la Constitución en su artículo 31 fracción IV.

Todo ello tiene vinculación con las finanzas públicas, donde el estado debe disponer de los recursos suficientes para” garantizar los principios y deberes consagrados en la Constitución”.

Esta razón nos dice claramente que el estado como ente público no busca tener finanzas superavitarias o utilidades como lo es en la iniciativa privada, donde CEO o Ejecutivo en la IP lo premian por las utilidades realizadas; busca satisfacer a los ciudadanos.

En la administración pública el premio al Ejecutivo es obtener un balance presupuestal igual a cero o ligeramente mejor, por ello tendrá finanzas sanas y el reconocimiento de los ciudadanos.

Esta simpleza que cualquiera lo entendemos es lo que ha traído a nuestro país épocas difíciles, traducidas en devaluaciones de nuestra moneda o más endeudamiento.

Lo importante es cumplir con la sociedad. Pero una máxima presupuestal dice que los gastos son ciertos y los ingresos hay que realizarlos.

Ramiro Castiñeira economista argentino cita: “Todo déficit fiscal termina en deuda o en inflación; su persistencia en crisis inflacionaria o default, por ello los países buscan limitar el déficit fiscal.

La Unión Europea tolera un máximo del 2% del PIB, que da garantía y estabilidad económica a todo el bloque, su enfoque al PIB es simple; con un crecimiento del 2% superior o igual, tiene los ingresos sufrientes para cubrir el egreso en exceso mencionado.

Considero que es fácil de entender por qué los entes públicos son deficitarios, controlan la diferencia con préstamos o créditos, o mediante la emisión de papel moneda y tiene los ingresos para pagarlos; ¿por qué? Porque sus ingresos en el tiempo lo permiten.

Todos los países en América en 2017 tuvieron déficit fiscal, lo mismo sucede con la mayoría de los países en el mundo, incluidas las naciones desarrolladas, es el caso de Estados Unidos que en 2107 tuvo un gasto público mayor de 665 mil millones de dólares que equivale a 3.5% de su PIB y no se diga de Japón, que es del 4.5%.

Pero eso no es todo; en 2018 USA cerró con 779 mil millones de dólares de déficit, los motivos: menores ingresos por los recortes de impuestos propuestos por Trump y pago más de deuda (fuente: Departamento del Tesoro de USA).

Otros países desarrollados con déficit:

España 3.08%, Francia 2.60%, China 3.70% (2016), Canadá 1.10% (2016), Rusia 3.66% (2016), Portugal 3%.

Pero también hay países con superávit: Alemania 1%, Suiza 1.30%, Dinamarca 1.20%, Hong Kong 4.39%, Corea del Sur 1.75% (2016), Malasia 2.61% (2016), Noruega 5.10%, por citar algunos.

Para México en 2017 el déficit fue de 1.10% (Fuente: Invex. Balanza Fiscal enero-diciembre 2017), para 2018 se situó en 2.3% (fuente SHCP: 8 de enero de 2019).

Las demasías en el gasto de nuestro país fueron financiadas con crédito externo autorizado por el Congreso en el presupuesto de ingresos.

Las cifras que ha publicado la SHCP para enero de 2019 muestran un sobregiro en los gastos de 58 mil 750 millones de pesos; al tener ingresos de 447 mil 959 millones y gastos netos de 506 mil 709 millones de pesos. (fuente: CEFP Cámara de Diputados).

En enero disminuyeron los ingresos en términos reales un 7.5% anual, principalmente por el menor precio del petróleo; en cambio los ingresos no petroleros aumentaron 3.1% real, que no fueron suficientes para cubrir la caída en el precio del petróleo.

La deuda en México al 2017 es del 46.9 del PIB; representa en 2018 10.4 billones de pesos; ello considera la deuda interna principalmente en CETES y la externa con entidades internacionales.

Ésta es la marcha del país y el comportamiento de las finanzas públicas internacionales, la generalidad de los países requiere de ingresos financiados para cubrir su gasto; México y el estado de Veracruz, como entes públicos, tienen que satisfacer los compromisos con la sociedad, implica con ello ser el gran empleador.

Con el cambio de administración se pasa a una política pública para disminuir gastos y luchar contra la corrupción, esperamos que en Veracruz se cumpla, porque hasta el momento los gastos en educación y salud nos tienen contra la pared; cada año requerimos financiamiento para cubrir los déficits que se financian con deuda.

No olvidar que la deuda de Veracruz supera los 50 mil millones de pesos.

La actual administración tiene la palabra para mantener el déficit a la baja, mediante disciplina financiera como lo que señala la ley de la materia, mantener un balance presupuestal cercano a cero, porque los ingresos adicionales no alcanzan a cubrir el gasto del gobierno.