/ viernes 24 de mayo de 2019

IMSS e ISSSTE, con focos rojos y sin un final feliz

Si resultan ciertas las afirmaciones del hoy senador Germán Martínez Cázares hechas en su escrito de renuncia al IMSS, el Gobierno Federal tendrá que devolver todo el ahorro que el Secretario de Hacienda hizo en los primeros seis meses de la actual administración, recortando las asignaciones presupuestales, pues los recursos entregados no alcanzan para cubrir sus servicios por más de mil millones de pesos diarios; el argumento del ex director es que los recursos del Seguro Social provienen de aportaciones de trabajadores y empresarios, que no pueden desviarse para otros fines y menos sabiendo el rezago en infraestructura, material quirúrgico y medicamentos, que resultan indispensables para la atención de los derechohabientes.

Por el mismo camino de la quiebra económica transita el ISSSTE, debido a que en la Dirección Nacional han estado políticos en la banca y lo mismo en las entidades federativas desde hace por lo menos veinte años a la fecha, la acusación en contra de la Administración y Finanzas del Seguro de los Trabajadores del Estado, es que cifras multimillonarias salieron de ahí para patrocinar campañas políticas nacionales y locales, principalmente de candidatos del PAN, PRI y del PRD, además de los recursos que desde la Dirección de Administración y Finanzas del ISSSTE salieron para engrosar las carteras de directores y delegados.

Las prácticas corruptas en ambas instituciones nacionales de seguridad social (IMSS-ISSSTE) van desde la compra de medicamentos de baja calidad, hasta la compra de equipo médico y equipamiento de clínicas y hospitales, con sobreprecio y mediante contratos asignados sin licitación y por ello el propio Director de Administración y Finanzas del ISSSTE ha anunciado que el pasivo de la institución rebasa los 19 mil millones de pesos.

Lo que obligará a partir de julio de este año, a cerrar sus puertas ante el cúmulo de protestas de derechohabientes y personal médico, pero también por las cuantiosas demandas judiciales que están en curso ante tribunales nacionales e internacionales, reclamando pagos insatisfechos en tiempo y forma a cargo del ISSSTE.

Es de señalar que en el año 2012 el pasivo del ISSSTE era de poco más de 5 mil millones de pesos y en seis años está por alcanzar los 20 mil millones, cuyos responsables con nombres y apellidos, aparecen en las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación y de las Contralorías internas de ambas instituciones.

Si resultan ciertas las afirmaciones del hoy senador Germán Martínez Cázares hechas en su escrito de renuncia al IMSS, el Gobierno Federal tendrá que devolver todo el ahorro que el Secretario de Hacienda hizo en los primeros seis meses de la actual administración, recortando las asignaciones presupuestales, pues los recursos entregados no alcanzan para cubrir sus servicios por más de mil millones de pesos diarios; el argumento del ex director es que los recursos del Seguro Social provienen de aportaciones de trabajadores y empresarios, que no pueden desviarse para otros fines y menos sabiendo el rezago en infraestructura, material quirúrgico y medicamentos, que resultan indispensables para la atención de los derechohabientes.

Por el mismo camino de la quiebra económica transita el ISSSTE, debido a que en la Dirección Nacional han estado políticos en la banca y lo mismo en las entidades federativas desde hace por lo menos veinte años a la fecha, la acusación en contra de la Administración y Finanzas del Seguro de los Trabajadores del Estado, es que cifras multimillonarias salieron de ahí para patrocinar campañas políticas nacionales y locales, principalmente de candidatos del PAN, PRI y del PRD, además de los recursos que desde la Dirección de Administración y Finanzas del ISSSTE salieron para engrosar las carteras de directores y delegados.

Las prácticas corruptas en ambas instituciones nacionales de seguridad social (IMSS-ISSSTE) van desde la compra de medicamentos de baja calidad, hasta la compra de equipo médico y equipamiento de clínicas y hospitales, con sobreprecio y mediante contratos asignados sin licitación y por ello el propio Director de Administración y Finanzas del ISSSTE ha anunciado que el pasivo de la institución rebasa los 19 mil millones de pesos.

Lo que obligará a partir de julio de este año, a cerrar sus puertas ante el cúmulo de protestas de derechohabientes y personal médico, pero también por las cuantiosas demandas judiciales que están en curso ante tribunales nacionales e internacionales, reclamando pagos insatisfechos en tiempo y forma a cargo del ISSSTE.

Es de señalar que en el año 2012 el pasivo del ISSSTE era de poco más de 5 mil millones de pesos y en seis años está por alcanzar los 20 mil millones, cuyos responsables con nombres y apellidos, aparecen en las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación y de las Contralorías internas de ambas instituciones.