/ miércoles 26 de febrero de 2020

Javier Corral, acorralado en su tierra por desconocidos

Lo que parece ser una escalada más de violencia, que permanece fuera de control oficial, la criminalidad continúa sembrando cadáveres el territorio nacional, y ahora tocó el turno al gobernador de Chihuahua, el panista Javier Corral Jurado, quien ha sufrido dos ataques de comandos que operan en la zona fronteriza con Estados Unidos y de los que por fortuna ha salido ileso, aunque según se sabe, los encargados de la seguridad del gobernante sí resultaron con algunas lesiones.

Nadie puede creer la respuesta del gobernador Corral, cuando afirma que la violencia en la entidad que gobierna atacó a los elementos de las corporaciones policiacas de Ciudad Juárez y la capital, como una reacción a las “acciones coordinadas” de los tres órdenes de gobierno que enfrentan a los enemigos de la paz, y sobre todo, porque con la detención de tres integrantes del comando, el mismo Javier Corral afirmó que se trata de un mensaje intimidatorio, que tuvo respuesta inmediata por parte de sus escoltas, quienes tuvieron la oportunidad de interrogar a los tres detenidos, antes de ponerlos a disposición del juez que los sujetó a juicio por tentativa de homicidio y portación ilegal de armas de uso exclusivo del Ejército.

El verdadero fondo de la emboscada fallida contra Corral, únicamente él y sus policías de confianza lo saben; y en política cada quien tiene sus estrategias para llamar la atención y hacerse la víctima. Por ejemplo, vale la pena recordar aquel incidente ocurrido con la detención y encarcelamiento del Secretario General Adjunto del CEN del PRI, Alejandro Gutiérrez Gutiérrez que terminó como el “parto de los montes”, que cuando se esperaba una gran erupción de fuego y lava, lo único que apareció en el cráter fue un pequeño roedor.

El desgaste mediático en contra del licenciado Manlio Fabio Beltrones, fue contundente; solo que la acusación contra el político sonorense, de haber recibido 250 millones de pesos del erario de Chihuahua por conducto de Gutiérrez, para financiar parte de las campañas políticas de gobernantes locales de otras entidades, resultó infundada.

Finalmente el grupo de panistas comandado por Javier Corral, sólo pudo acreditarle a Alejandro Gutiérrez, un desvío de recursos públicos por 1 millón 740 mil pesos, sin destino identificable, con daño patrimonial mínimo que fue resarcido, para obtener su libertad.

Lo que parece ser una escalada más de violencia, que permanece fuera de control oficial, la criminalidad continúa sembrando cadáveres el territorio nacional, y ahora tocó el turno al gobernador de Chihuahua, el panista Javier Corral Jurado, quien ha sufrido dos ataques de comandos que operan en la zona fronteriza con Estados Unidos y de los que por fortuna ha salido ileso, aunque según se sabe, los encargados de la seguridad del gobernante sí resultaron con algunas lesiones.

Nadie puede creer la respuesta del gobernador Corral, cuando afirma que la violencia en la entidad que gobierna atacó a los elementos de las corporaciones policiacas de Ciudad Juárez y la capital, como una reacción a las “acciones coordinadas” de los tres órdenes de gobierno que enfrentan a los enemigos de la paz, y sobre todo, porque con la detención de tres integrantes del comando, el mismo Javier Corral afirmó que se trata de un mensaje intimidatorio, que tuvo respuesta inmediata por parte de sus escoltas, quienes tuvieron la oportunidad de interrogar a los tres detenidos, antes de ponerlos a disposición del juez que los sujetó a juicio por tentativa de homicidio y portación ilegal de armas de uso exclusivo del Ejército.

El verdadero fondo de la emboscada fallida contra Corral, únicamente él y sus policías de confianza lo saben; y en política cada quien tiene sus estrategias para llamar la atención y hacerse la víctima. Por ejemplo, vale la pena recordar aquel incidente ocurrido con la detención y encarcelamiento del Secretario General Adjunto del CEN del PRI, Alejandro Gutiérrez Gutiérrez que terminó como el “parto de los montes”, que cuando se esperaba una gran erupción de fuego y lava, lo único que apareció en el cráter fue un pequeño roedor.

El desgaste mediático en contra del licenciado Manlio Fabio Beltrones, fue contundente; solo que la acusación contra el político sonorense, de haber recibido 250 millones de pesos del erario de Chihuahua por conducto de Gutiérrez, para financiar parte de las campañas políticas de gobernantes locales de otras entidades, resultó infundada.

Finalmente el grupo de panistas comandado por Javier Corral, sólo pudo acreditarle a Alejandro Gutiérrez, un desvío de recursos públicos por 1 millón 740 mil pesos, sin destino identificable, con daño patrimonial mínimo que fue resarcido, para obtener su libertad.