/ viernes 22 de mayo de 2020

Julen y el arte de escupir para arriba

Por la magnitud de su presupuesto, las arcas de la Secretaría de Educación de Veracruz han sido siempre muy tentadoras para el saqueo de gobernantes y secretarios. En la historia reciente los gobiernos de Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares se sirvieron con la cuchara grande.

Según las revelaciones que en 2018 hizo el extesorero Antonio Tarek Abdalá Saad, en una declaración ministerial ante la entonces PGR, de la cuenta de “Modernización Educativa”, la cual se encuentra identificada bajo el número 014840655042417786 del Banco Santander con el usuario GVer Secretaría de Educación, salieron cien millones de pesos que Javier Duarte le dio a Mauricio Audirac, a la sazón contralor del estado, para que le entregara al auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal Martínez, para resolver los problemas administrativos que se enfrentaban, dinero que al parecer nunca llegó a su destino.

De la Secretaría de Educación, que encabezaba el coatepecano Adolfo Mota Hernández, se afirma que el exmandatario veracruzano preso en el reclusorio Norte, habría sacado el dinero para consentir a Xóchitl Dominga Tress Rodríguez, la única que lo sigue visitando en prisión, para comprarle un día una camioneta valuada en un millón de pesos, una casa y unos terrenos en Boca del Río.

De la SEV, también, el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares —según declaraciones y denuncias del actual titular de la SEV, Zenyazen Escobar García— habría pagado a un ejército de operadores políticos para la campaña de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez.

¿Se imagina usted cuántas aulas, cuánto material didáctico, cuántas líneas de internet o proyectos de mejoramiento educativo hubieran recibido los niños, niñas y jóvenes veracruzanos con ese dinero presuntamente desviado?

Por esta inercia del saqueo histórico del que ha sido objeto la SEV es que el senador panista Julen Rementería del Puerto se lanzó en contra del actual secretario Zenyazen Escobar García, argumentando presuntas obras y empresas fantasmas.

Con datos aparentemente manipulados, el legislador panista, quien por cierto goza de poca credibilidad entre sus propios colegas militantes, como así lo ha manifestado abiertamente Francisco Ávila Camberos, se fue sin ton ni son, tratando de hacer un show mediático contra el gobierno de la 4T.

Escobar García salió de inmediato a desmentir a Rementería, mostrándole, con testimonios de la calle, de las escuelas, de padres de familia que las obras ahí estaban y que no había ningún desvío, ni ninguna empresa fantasma, como se acostumbró en el pasado.

En redes sociales, tirios y troyanos le recordaron a Julen Rementería que no se olvidara de los contratos millonarios que entregó al entonces líder del PAN, José de Jesús Mancha Alarcón, y que los veracruzanos seguimos recordando que aún no ha podido solventar las irregularidades de la Cuenta Pública 2017, cuyo daño patrimonial es por el orden de los 394 millones de pesos.

Además, el Orfis reveló que en la Cuenta Pública de 2018 la SIOP entregó 82 contratos de obra por 244 millones de pesos a sólo 22 empresas, entre las que se encontraba, con muchos privilegios IZA Inmobiliaria SA de CV, creada en 2011 por Pepe Mancha y su esposa Montserrat Ortega Ruiz, actual diputada local panista.

Pero más allá de la calidad moral para denunciar presuntos actos de corrupción en el actual gobierno, Julen Rementería tejió un show mediático con pocos argumentos.

Frente a lo que ocurrió en el pasado, Zenyazen Escobar ha tenido el reto no sólo de investigar y denunciar los hechos de corrupción del pasado; también se ha metido a limpiar irregularidades de la actualidad y sobre todo se convirtió en un secretarios-upervisor, que recorre escuelas, vigila obras en tecnológicos y está al tanto de todo lo que se gasta en la Secretaría a su cargo.

Hay comunidades o planteles educativos, así lo hemos visto en diferentes testimonios, que reconocen que nunca habían visto a un secretario de Educación.

Así que por lo que se ve, Escobar García ha vigilado que cada peso que llega a la SEV se invierta en mejorar la calidad educativa y la infraestructura. Para este año, según se ha informado, se tienen proyectadas mil acciones, lo que redundará naturalmente en la educación de los veracruzanos.

Por la magnitud de su presupuesto, las arcas de la Secretaría de Educación de Veracruz han sido siempre muy tentadoras para el saqueo de gobernantes y secretarios. En la historia reciente los gobiernos de Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares se sirvieron con la cuchara grande.

Según las revelaciones que en 2018 hizo el extesorero Antonio Tarek Abdalá Saad, en una declaración ministerial ante la entonces PGR, de la cuenta de “Modernización Educativa”, la cual se encuentra identificada bajo el número 014840655042417786 del Banco Santander con el usuario GVer Secretaría de Educación, salieron cien millones de pesos que Javier Duarte le dio a Mauricio Audirac, a la sazón contralor del estado, para que le entregara al auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal Martínez, para resolver los problemas administrativos que se enfrentaban, dinero que al parecer nunca llegó a su destino.

De la Secretaría de Educación, que encabezaba el coatepecano Adolfo Mota Hernández, se afirma que el exmandatario veracruzano preso en el reclusorio Norte, habría sacado el dinero para consentir a Xóchitl Dominga Tress Rodríguez, la única que lo sigue visitando en prisión, para comprarle un día una camioneta valuada en un millón de pesos, una casa y unos terrenos en Boca del Río.

De la SEV, también, el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares —según declaraciones y denuncias del actual titular de la SEV, Zenyazen Escobar García— habría pagado a un ejército de operadores políticos para la campaña de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez.

¿Se imagina usted cuántas aulas, cuánto material didáctico, cuántas líneas de internet o proyectos de mejoramiento educativo hubieran recibido los niños, niñas y jóvenes veracruzanos con ese dinero presuntamente desviado?

Por esta inercia del saqueo histórico del que ha sido objeto la SEV es que el senador panista Julen Rementería del Puerto se lanzó en contra del actual secretario Zenyazen Escobar García, argumentando presuntas obras y empresas fantasmas.

Con datos aparentemente manipulados, el legislador panista, quien por cierto goza de poca credibilidad entre sus propios colegas militantes, como así lo ha manifestado abiertamente Francisco Ávila Camberos, se fue sin ton ni son, tratando de hacer un show mediático contra el gobierno de la 4T.

Escobar García salió de inmediato a desmentir a Rementería, mostrándole, con testimonios de la calle, de las escuelas, de padres de familia que las obras ahí estaban y que no había ningún desvío, ni ninguna empresa fantasma, como se acostumbró en el pasado.

En redes sociales, tirios y troyanos le recordaron a Julen Rementería que no se olvidara de los contratos millonarios que entregó al entonces líder del PAN, José de Jesús Mancha Alarcón, y que los veracruzanos seguimos recordando que aún no ha podido solventar las irregularidades de la Cuenta Pública 2017, cuyo daño patrimonial es por el orden de los 394 millones de pesos.

Además, el Orfis reveló que en la Cuenta Pública de 2018 la SIOP entregó 82 contratos de obra por 244 millones de pesos a sólo 22 empresas, entre las que se encontraba, con muchos privilegios IZA Inmobiliaria SA de CV, creada en 2011 por Pepe Mancha y su esposa Montserrat Ortega Ruiz, actual diputada local panista.

Pero más allá de la calidad moral para denunciar presuntos actos de corrupción en el actual gobierno, Julen Rementería tejió un show mediático con pocos argumentos.

Frente a lo que ocurrió en el pasado, Zenyazen Escobar ha tenido el reto no sólo de investigar y denunciar los hechos de corrupción del pasado; también se ha metido a limpiar irregularidades de la actualidad y sobre todo se convirtió en un secretarios-upervisor, que recorre escuelas, vigila obras en tecnológicos y está al tanto de todo lo que se gasta en la Secretaría a su cargo.

Hay comunidades o planteles educativos, así lo hemos visto en diferentes testimonios, que reconocen que nunca habían visto a un secretario de Educación.

Así que por lo que se ve, Escobar García ha vigilado que cada peso que llega a la SEV se invierta en mejorar la calidad educativa y la infraestructura. Para este año, según se ha informado, se tienen proyectadas mil acciones, lo que redundará naturalmente en la educación de los veracruzanos.