/ jueves 8 de julio de 2021

Magnicidio en Haití, el peor de los escenarios

El día de ayer, con el disfraz de falsos agentes de la DEA, un grupo de mercenarios fuertemente armados, según afirmaciones de Claude Joseph, primer ministro interino de Haití, irrumpieron en la residencia del finado presidente Jovenel Moïse, para asesinarlo en presencia de su esposa, la primera dama Martine Moïse, quien también resultó herida durante el ataque.

En medios de comunicación de la República de Haití, se dio cuenta de la inestabilidad política que llevó al expresidente Jovenel Moïse a un encierro en su propio domicilio, por temor a ser víctima de sus adversarios políticos, con quienes libraba una batalla para sostenerse en el cargo, la cual finalmente perdió en la primera hora del miércoles pasado.

La miseria en la que viven la mayor parte de los haitianos ha producido inestabilidad política, violencia criminal incontrolable y pérdida de autoridad por parte de las policías locales, que no han sido capaces de mantener el orden público ante los asaltos, robos e incendios en comercios, cuyos propietarios son víctimas de la delincuencia callejera.

Los reportes de la Organización Panamericana de la Salud convocaron a la comunidad internacional para ayudar a la población más pobre de Haití a sobrevivir al Covid-19, ante la falta de medicamentos, ya que los contagios incontrolables han provocado miles de muertes entre la comunidad de ese país.

Los opositores del asesinado presidente lo acusaron de corrupción, inseguridad y abuso excesivo del poder, y exigían su dimisión inmediata, aunque su mandato terminaba a finales del año 2022. Según el diccionario de la Real Academia de Española de la Lengua, por magnicidio se entiende la muerte violenta dada a una persona muy importante por su cargo o poder, y la persona que comete un magnicidio es magnicida.

En el caso del hoy expresidente de Haití aún no se ha identificado al magnicida, aunque se afirma que pronto se procederá a su detención, puesto que el presidente norteamericano Joe Biden ya manifestó su solidaridad con el pueblo haitiano y ofreció la intervención del departamento de estado norteamericano para aclarar el crimen y continuar la protección humanitaria.

La crisis y la inestabilidad política que han degenerado en una crisis institucional que sufren los haitianos deben servir de ejemplo para defender la paz y la tranquilidad social, a través del derecho y las instituciones, no con violencia.

Según el diccionario de la Real Academia de Española de la Lengua, por magnicidio se entiende la muerte violenta dada a una persona muy importante por su cargo o poder, y la persona que comete un magnicidio es magnicida.

El día de ayer, con el disfraz de falsos agentes de la DEA, un grupo de mercenarios fuertemente armados, según afirmaciones de Claude Joseph, primer ministro interino de Haití, irrumpieron en la residencia del finado presidente Jovenel Moïse, para asesinarlo en presencia de su esposa, la primera dama Martine Moïse, quien también resultó herida durante el ataque.

En medios de comunicación de la República de Haití, se dio cuenta de la inestabilidad política que llevó al expresidente Jovenel Moïse a un encierro en su propio domicilio, por temor a ser víctima de sus adversarios políticos, con quienes libraba una batalla para sostenerse en el cargo, la cual finalmente perdió en la primera hora del miércoles pasado.

La miseria en la que viven la mayor parte de los haitianos ha producido inestabilidad política, violencia criminal incontrolable y pérdida de autoridad por parte de las policías locales, que no han sido capaces de mantener el orden público ante los asaltos, robos e incendios en comercios, cuyos propietarios son víctimas de la delincuencia callejera.

Los reportes de la Organización Panamericana de la Salud convocaron a la comunidad internacional para ayudar a la población más pobre de Haití a sobrevivir al Covid-19, ante la falta de medicamentos, ya que los contagios incontrolables han provocado miles de muertes entre la comunidad de ese país.

Los opositores del asesinado presidente lo acusaron de corrupción, inseguridad y abuso excesivo del poder, y exigían su dimisión inmediata, aunque su mandato terminaba a finales del año 2022. Según el diccionario de la Real Academia de Española de la Lengua, por magnicidio se entiende la muerte violenta dada a una persona muy importante por su cargo o poder, y la persona que comete un magnicidio es magnicida.

En el caso del hoy expresidente de Haití aún no se ha identificado al magnicida, aunque se afirma que pronto se procederá a su detención, puesto que el presidente norteamericano Joe Biden ya manifestó su solidaridad con el pueblo haitiano y ofreció la intervención del departamento de estado norteamericano para aclarar el crimen y continuar la protección humanitaria.

La crisis y la inestabilidad política que han degenerado en una crisis institucional que sufren los haitianos deben servir de ejemplo para defender la paz y la tranquilidad social, a través del derecho y las instituciones, no con violencia.

Según el diccionario de la Real Academia de Española de la Lengua, por magnicidio se entiende la muerte violenta dada a una persona muy importante por su cargo o poder, y la persona que comete un magnicidio es magnicida.