/ jueves 25 de febrero de 2021

México, más cerca de Argentina que de EU


El presidente Andrés Manuel pide a los mexicanos actuar con honestidad, sin engaños, y en el caso de los servidores públicos su principal exigencia es “no traicionar al pueblo”

Sin embargo, López Obrador ha hecho, durante el desempeño de su importantísimo encargo presidencial, caso omiso de sus propias recomendaciones, puesto que de promesas incumplidas está llena la bitácora cotidiana de su desempeño desde aquel 1 de diciembre de 2018.

La famosa “muletilla” de la que hace uso cada vez que se ve acorralado por sus reclamantes, simpatizantes y representantes de medios de comunicación, en el sentido de contar con “otros datos” y ofrecer aclaraciones futuras que nunca llegan, no deja de ser más que una actitud demagógica para “darle el avión” a sus interlocutores cuando evidencian sus errores, que él jamás acepta por carecer de humildad para rectificar sus determinaciones u omisiones.

En la reciente visita del presidente de Argentina (que pasó sin pena ni gloria) no logró el visitante ningún compromiso de los dueños del capital en México para llevar sus recursos e invertir en negocios productivos en el país del tango y la milonga. Simplemente porque esos negocios a los que se refirió el presidente Alberto Fernández, como la construcción o ampliación de laboratorios para producir vacunas anti-Covid, ya están operando en países como Rusia, India, China y sobre todo, en Estados Unidos, que con el impulso del nuevo presidente Joe Biden pronto rebasarán a todos los demás países, para colocarse en el liderazgo mundial en pro de la salud.

Y aunque las comparaciones resultan odiosas, para ubicarnos en la valoración y crítica al gobierno mexicano de la 4T, basta con señalar que mientras AMLO festejaba la visita de su homólogo argentino, sin beneficio alguno para los pueblos que ambos representan, al norte del continente se reunían los presidentes de Estados Unidos y Canadá para revisar el tratado comercial T-MEC, corrigiendo errores para mejorar las transacciones de ambos países.

A pesar de las inconsistencias en el quehacer político de la 4T, todavía el pueblo aspira a una mejor calidad de vida y, por tanto, exige el bien común, hasta ahora incumplido.


El presidente Andrés Manuel pide a los mexicanos actuar con honestidad, sin engaños, y en el caso de los servidores públicos su principal exigencia es “no traicionar al pueblo”

Sin embargo, López Obrador ha hecho, durante el desempeño de su importantísimo encargo presidencial, caso omiso de sus propias recomendaciones, puesto que de promesas incumplidas está llena la bitácora cotidiana de su desempeño desde aquel 1 de diciembre de 2018.

La famosa “muletilla” de la que hace uso cada vez que se ve acorralado por sus reclamantes, simpatizantes y representantes de medios de comunicación, en el sentido de contar con “otros datos” y ofrecer aclaraciones futuras que nunca llegan, no deja de ser más que una actitud demagógica para “darle el avión” a sus interlocutores cuando evidencian sus errores, que él jamás acepta por carecer de humildad para rectificar sus determinaciones u omisiones.

En la reciente visita del presidente de Argentina (que pasó sin pena ni gloria) no logró el visitante ningún compromiso de los dueños del capital en México para llevar sus recursos e invertir en negocios productivos en el país del tango y la milonga. Simplemente porque esos negocios a los que se refirió el presidente Alberto Fernández, como la construcción o ampliación de laboratorios para producir vacunas anti-Covid, ya están operando en países como Rusia, India, China y sobre todo, en Estados Unidos, que con el impulso del nuevo presidente Joe Biden pronto rebasarán a todos los demás países, para colocarse en el liderazgo mundial en pro de la salud.

Y aunque las comparaciones resultan odiosas, para ubicarnos en la valoración y crítica al gobierno mexicano de la 4T, basta con señalar que mientras AMLO festejaba la visita de su homólogo argentino, sin beneficio alguno para los pueblos que ambos representan, al norte del continente se reunían los presidentes de Estados Unidos y Canadá para revisar el tratado comercial T-MEC, corrigiendo errores para mejorar las transacciones de ambos países.

A pesar de las inconsistencias en el quehacer político de la 4T, todavía el pueblo aspira a una mejor calidad de vida y, por tanto, exige el bien común, hasta ahora incumplido.