Las obras de arte precolombino subastadas el pasado miércoles en París, redituaron generosas ganancias a los traficantes de esas valiosas piezas, tanto a la casa Drouot , a la empresa Millon, como a sus cómplices mexicanos, que sustrajeron ilegalmente esa parte de nuestro patrimonio nacional que debería estar bajo el resguardo del INAH.
De nada sirvieron la intervención del Canciller Marcelo Ebrard y del Embajador de México en Francia, para que la venta de las piezas arqueológicas se suspendiera, a fin de atender el reclamo de nuestras autoridades, puesto que según relatos de quienes ahí estuvieron, la descortesía con el Embajador mexicano llegó al grado de no permitirle el acceso al evento, para que cuando menos lo escucharan y se pudieran desanimar los posibles adquirentes.
El rechazo de la coordinadora de asuntos jurídicos del INAH, sobre la venta del lote de piezas arqueológicas, fue contundente por la casa Millon y de nada sirvieron los argumentos de ilegalidad hechos valer por la Abogada María Villarreal, para impedir la consumación “a ojos vistos” de esa flagrante violación a las leyes mexicanas. Lo anterior contrasta con el servilismo de nuestras autoridades, tal como se demuestra con el trato dado a Florence Cassez, a petición del ex presidente francés Nicolás Sarkozy.
El comedimiento de nuestras autoridades en enero de 2013, para la liberación de la ciudadana Florence Cassez, acusada de secuestro, delincuencia organizada y posesión ilegal de armas, bajo el argumento de haberle violado al momento de su detención, su derecho a llamar a la embajada francesa para pedir un abogado y la tontería del entonces SSP Genaro García Luna, para realizar un montaje y aparecer como un héroe, dieron pauta para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dictara sentencia absolutoria a la francesa y ordenara su excarcelación inmediata.
La absolución de Florence Cassez, fue presentada por la Ministra Olga Sánchez Cordero, quien propuso la reposición del proceso, pero al fin de la discusión, la hoy Secretaria de Gobernación, se sumó al proyecto del Ministro Arturo Zaldívar, hoy Presidente de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien se pronunció por la “liberación inmediata” de la francesa sobre quien pesaba ya una condena de 60 años de prisión. Agustín Acosta Azcón, Abogado litigante prestigiado e hijo del ex Gobernador de Veracruz, fue el defensor de la señora Cassez.
