La elección de la nueva dirigencia nacional del PRI pondrá a prueba a los aspirantes y militantes para evitar el divisionismo que fue el factor principal para las derrotas del tricolor en las elecciones presidenciales de los años 2000, 2006 y 2018. De las fórmulas registradas en la comisión nacional de procesos internos, habrá de salir el nuevo comité ejecutivo nacional que dirigirá al PRI, de 2019 a 2023.
Sin duda quien lleva la delantera es el gobernador de Campeche con licencia para contender, Alejandro Moreno Cárdenas, a quien acompaña un nuevo cuadro representativo de las mujeres priistas, Carolina Viggiano Austria. El lema de campaña de Alito afirma que Morena es un ave de paso, nació ayer, gobierna hoy y mañana se irá, por la derrota que Alejandro Moreno le vaticina.
Entre las promesas del aspirante campechano destacan la lucha para que recuperen sus espacios laborales, aquellos que perdieron sus empleos con la llegada del nuevo gobierno; el compromiso también, en favor de las madres trabajadoras, para restablecer las estancias infantiles, canceladas presupuestalmente desde que llegó Morena al gobierno. El mayor compromiso de Moreno Cárdenas es la revisión de las estructuras partidarias y la realización de una profunda reforma al interior del partido, para corregir el rumbo y las estrategias que lo llevaron a la derrota.
Cabe recordar que durante el gobierno de José Lopez Portillo, otro campechano y político distinguido presidió el CEN del PRI y lo hizo con mucho tino y tacto político, pues al igual que Alito, fue gobernador de Campeche, diputado federal, senador y director nacional del ISSSTE. La morenista Laida Sansores Sanroman es hija del legendario Negro Sansores, cuyo fallecimiento ocurrió en 2005, en su tierra natal Champotón.
Fue lapidario Moreno Cárdenas, al referirse a los partidos opositores al PRI, pues sin mencionar al PAN refirió que siempre ha sido un club de socios y que carece de militantes. Con relación al PRD, acusó que fue desmantelado para dar nacimiento al partido que hoy gobierna, el cual carece de estructuras, aunque oficialmente sea reconocido como partido.
En los días por venir seguramente arreciarán los dimes y diretes dentro y fuera del PRI, puesto que ya se acusa a Alito de ser apoyado por la cúpula del PRI encabezada por el expresidente Peña Nieto y también de tener el respaldo de AMLO. Aunque toda esa especulación es parte del chismorreo de la política mexicana.
