Además de una nueva cuarentena decretada en Europa por los gobernantes de España, Italia, Alemania y Francia, ahora el presidente francés Emmanuel Macron denunció un ataque terrorista islamista, ocurrido en Niza, precisamente en el interior de la catedral de Notre- Dame.
Para mantener el orden y controlar la pandemia, Macron destacó a 7 mil guardias tan solo en París, puesto que del atentado que se cita en primer término, 3 personas murieron, una de ellas decapitada, lo que sembró el terror en la ciudad francesa.
El terrorismo se ha definido como "la forma violenta de lucha política, a través de la cual se persigue destruir el orden establecido, creando un clima de inseguridad que intimide a los adversarios o a la sociedad en general". El reconocimiento hecho por el presidente francés, ha sido importante por la responsabilidad que le compete para proteger a sus gobernados y la disposición de los elementos policiacos, disminuirá el temor en la población, convencida de la eficacia de Macron, quien además minimizó las causas del acto terrorista, evitando el crecimiento del criminal evento.
La diferencia notable y citable, del presidente francés, con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, radica fundamentalmente en que el primero, minimiza y silencia el acto criminal y lo ataca desde su raíz con la disposición de su cuerpo de policías, encapsulando la situación, sin que tenga mayor repercusión, que la noticia de un hecho aislado. En cambio el presidente de México, aprovechando el foro de sus "mañaneras", en actitud politiquera, responsabiliza de todo a sus antecesores en forma inmediata, aun sin tener elementos para juzgar a quienes le precedieron en el cargo.
Según la estadística criminal que lleva el Consejo Nacional de Seguridad Pública, los muertos y desaparecidos de los 2 sexenios anteriores al de la 4T, suman juntos lo que hasta hoy, a casi 2 años de gobierno de AMLO se han registrado por violencia criminal y la pandemia mal atendida, fomentando la criminalidad y la impunidad que se ofrecieron desaparecer durante la campaña del fundador de Morena.
Dichos fallecimientos, lamentablemente han ocurrido por la pésima atención en salud pública, a cargo del doctor Gatell (hombre de absoluta confianza del Presidente), encargo que le hizo (en mala hora para los mexicanos) el que manda en Palacio Nacional. Gatell ya aportó su cuota para el sepulcro de Morena.
