/ miércoles 5 de junio de 2019

Viraje de urgente necesidad, en la República “amorosa”

Viraje de urgente necesidad, en la República “amorosa”.


Hay que entender la frase acuñada por AMLO, sobre la “República amorosa”, partiendo del concepto por él expresado, de que la República es la cosa pública que nos concierne a todos y que de la unión de los vocablos “res” (cosa) y “pública” (del interés del pueblo) surgió el término República al que agregándole la palabra “amorosa”, representan la propuesta de López Obrador (quitando toda la cursilería), para concluir que el amor es el motor esencial para realizar cualquier acto de bien en la 4ª. Transformación.

Solo que el pueblo bueno sigue esperando en una idea equivocada del concepto, la erradicación de la corrupción, la impunidad y la solución mágica a las necesidades más urgentes de los votantes que sufragaron en favor del candidato presidencial de Morena. Han transcurrido seis meses del nuevo gobierno y los niveles escandalosos de los delitos de alto impacto se elevan cotidianamente, sin que se sienta la presencia de la Guardia Nacional, anunciada como la panacea para pacificar al país.

En discusiones estériles en la Cámara Federal de Diputados y en el Senado, se ha perdido un valioso tiempo que corre en contra de la sociedad y en favor de la delincuencia. Los senadores y diputados en este primer semestre, han disfrutado de todos los privilegios inherentes a sus honrosos cargos y ni por ello les importa la redistribución de los recursos públicos para acudir al rescate de los marginados sociales.

El gabinete presidencial y los gobernadores de los estados ni se ven ni se sienten, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en “el solitario de Palacio” y aunque no necesita consejos es de sugerirle la necesidad urgente de un golpe de timón, un manotazo en la mesa o un memorándum fundado y motivado que le dé vuelta a la página de la República Amorosa, para comenzar a escribir la rigidez de la mano firme y fuerte de un mandatario que haga historia, devolviendo a los mexicanos la tranquilidad y la paz, pero también el bien público temporal.

La unidad nacional está con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para enfrentar con inteligencia y diplomacia los embates de nuestros buenos vecinos del norte, en donde como lo registra la historia, nosotros seguimos siendo los buenos y ellos únicamente los vecinos.

Viraje de urgente necesidad, en la República “amorosa”.


Hay que entender la frase acuñada por AMLO, sobre la “República amorosa”, partiendo del concepto por él expresado, de que la República es la cosa pública que nos concierne a todos y que de la unión de los vocablos “res” (cosa) y “pública” (del interés del pueblo) surgió el término República al que agregándole la palabra “amorosa”, representan la propuesta de López Obrador (quitando toda la cursilería), para concluir que el amor es el motor esencial para realizar cualquier acto de bien en la 4ª. Transformación.

Solo que el pueblo bueno sigue esperando en una idea equivocada del concepto, la erradicación de la corrupción, la impunidad y la solución mágica a las necesidades más urgentes de los votantes que sufragaron en favor del candidato presidencial de Morena. Han transcurrido seis meses del nuevo gobierno y los niveles escandalosos de los delitos de alto impacto se elevan cotidianamente, sin que se sienta la presencia de la Guardia Nacional, anunciada como la panacea para pacificar al país.

En discusiones estériles en la Cámara Federal de Diputados y en el Senado, se ha perdido un valioso tiempo que corre en contra de la sociedad y en favor de la delincuencia. Los senadores y diputados en este primer semestre, han disfrutado de todos los privilegios inherentes a sus honrosos cargos y ni por ello les importa la redistribución de los recursos públicos para acudir al rescate de los marginados sociales.

El gabinete presidencial y los gobernadores de los estados ni se ven ni se sienten, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en “el solitario de Palacio” y aunque no necesita consejos es de sugerirle la necesidad urgente de un golpe de timón, un manotazo en la mesa o un memorándum fundado y motivado que le dé vuelta a la página de la República Amorosa, para comenzar a escribir la rigidez de la mano firme y fuerte de un mandatario que haga historia, devolviendo a los mexicanos la tranquilidad y la paz, pero también el bien público temporal.

La unidad nacional está con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para enfrentar con inteligencia y diplomacia los embates de nuestros buenos vecinos del norte, en donde como lo registra la historia, nosotros seguimos siendo los buenos y ellos únicamente los vecinos.