Diana Bayardo
Desde que apareció el Feng shui —filosofía oriental china que se traduce como viento y agua— hemos observado una serie de figuras y símbolos de prosperidad, para muchos desconocidos, que suelen ser de gran suerte como ranas de tres patas, pirámides con el ojo de Horus, el Fénix sagrado, la tortuga dragón y tantas otras. Por encima de todas éstas, está la figura poderosa del santo de la provisión ilimitada y de más poderío en la religión católica: San Cayetano. A este santo se le festejó el pasado 7 de agosto. Con él se obtienen favores económicos que parecían imposibles —dinero para pagar la lista de útiles de nuestros hijos, la renta, la comida—. Se cree que la fecha en que se le festeja están abiertas las puertas de la gloria y que basta con pedir en forma y conseguir la imagen programada y ritualizada en luna llena azul, para que su fuerza y poder se dupliquen y así se concedan prontamente nuestras peticiones. Este domingo a conocer conmigo mis más poderosos secretos para invocarlo y obtener los favores jamás imaginados, bajo el amparo y protección de su poderosa imagen.
Si tú deseas vender una casa, negocio o coche también el santo te ayuda a encontrar el cliente adecuado que te pagará sin problemas la cantidad que tú solicitas. Por si fuera poco la imagen del doble San Cayetano 2018 nos ayuda a cobrar deudas que parecían imposibles de recuperar. ¡Debes estar ahí y vivirlo! los colores para vestirnos este domingo son blanco y azul cielo. Para que aumente la fluidez de clientes en tu negocio consigue la imagen de San Cayetano programada 2018 y colócala entrando a tu negocio a mano derecha. Ahí préndele por 7 días, las 7 velas del arco iris de Xipo y rocía en cada esquina de tu local todas las mañanas al iniciar labores, el elixir del dragón verde del dinero2018 para que atraiga clientes que te compren. Da mayor resultado si también rocías tu cortina o puerta y expresas a la entrada: estoy recibiendo muchos clientes que me compran y me dan a ganar mucho dinero y así será si haces todo como te digo. No debes creerme ¡practícalo!
