/ lunes 14 de noviembre de 2022

¿Crees que existen los micromachismos? Urge frenar la violencia, afirman

Lo simple, lo habitual, lo que en apariencia no hace daño, merece atención, ser nombrado, identificado y erradicado, coinciden autoras

Si las prácticas machistas siguen sin ser nombradas resulta complejo frenar la reproducción del orden patriarcal; no se puede seguir utilizando términos como micromachismos o microviolencias cuando en la realidad son generadores de una violencia en escalada, advierten Claudia de la Garza y Eréndira Derbez.

Las coautoras de “No son micro. Machismos cotidianos” coinciden en la importancia de hablar de violencia hacia las mujeres en todas las áreas y en todos los soportes; ellas lo hacen mediante un libro que en menos de dos años ya fue reimpreso en siete ocasiones.

No porque sea su libro, sino porque en él muchas mujeres pueden identificar distintos tipos de violencia, piensan que la obra debería llegar a escuelas, a los centros de trabajo y a todas las esferas de poder.
En visita a Xalapa, donde presentaron el libro, reiteraron que el machismo persiste y se da en el día a día, por lo cual es necesario evitar caer en la trampa de minimizar tanto los mensajes como las actitudes discriminatorias.
“Lo simple, lo habitual, lo que en apariencia no hace daño, merece atención, ser nombrado, identificado y erradicado. Los estereotipos de género y la discriminación están retratados en los machismos cotidianos”, apuntaron en la librería Entusiasmo Libros.
Antes mujeres y algunos cuantos hombres, las feministas Gabriela Guerra y Marisol García Walls expusieron a este libro como un detonador para platicar de aquello que lastima a las mujeres pero se queda oculto en el silencio.

Hay que celebrar que en los últimos diez años cada vez hay más libros sobre violencia hacia las mujeres convertidos en un lugar abierto para el diálogo y para el reconocimiento
Claudia de la Garza, historiadora del arte y maestra en Estudios de Arte por la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, dice sentirse optimista en que poco a poco habrá cambios incluso en las instituciones, pues cada vez las mujeres se sienten más acompañadas y más fortalecidas.

Vuelve a leer: Teatro y bicicletas: conoce la propuesta de “Mujeres que sueñan sobre ruedas”

Por su parte, Eréndira Derbez, ilustradora, escritora e historiadora del arte, dice asumir la responsabilidad del privilegio de acceder a la información y compartirla con la sociedad de una manera más sencilla. Ella recurre a las viñetas y a la imagen, para hacer contenidos más atractivos.

“Que la información salga de la academia, que sea accesible a muchas más personas. No podemos quedarnos la información para nosotras”, expresa.
Apunta que “No son micro. Machismos cotidianos” hace un recorrido breve, sencillo y claro sobre diversas manifestaciones de los estereotipos de género, la discriminación y la violencia contra las mujeres, retratados en los machismos cotidianos.
“Se compila una serie de experiencias y ejemplos concretos que pueden leerse de manera no secuencial y se acompañan de ilustraciones, dos elementos que la hacen aún más accesible”.
Además de experiencias y ejemplos concretos hay un glosario de términos como manterrupting, manxplicar, tone policing, mansplaining, gaslighting y manspreading.

Puntualizan que “el machismo es una ideología tan arraigada en nuestra cultura que se presenta de muchas formas; abarca no solo dichos y prácticas frecuentes, sino comportamientos, chistes, bromas, incluso rituales y tradiciones, entre otras, que se encargan de negar a las mujeres como personas autónomas e independientes”.

Si las prácticas machistas siguen sin ser nombradas resulta complejo frenar la reproducción del orden patriarcal; no se puede seguir utilizando términos como micromachismos o microviolencias cuando en la realidad son generadores de una violencia en escalada, advierten Claudia de la Garza y Eréndira Derbez.

Las coautoras de “No son micro. Machismos cotidianos” coinciden en la importancia de hablar de violencia hacia las mujeres en todas las áreas y en todos los soportes; ellas lo hacen mediante un libro que en menos de dos años ya fue reimpreso en siete ocasiones.

No porque sea su libro, sino porque en él muchas mujeres pueden identificar distintos tipos de violencia, piensan que la obra debería llegar a escuelas, a los centros de trabajo y a todas las esferas de poder.
En visita a Xalapa, donde presentaron el libro, reiteraron que el machismo persiste y se da en el día a día, por lo cual es necesario evitar caer en la trampa de minimizar tanto los mensajes como las actitudes discriminatorias.
“Lo simple, lo habitual, lo que en apariencia no hace daño, merece atención, ser nombrado, identificado y erradicado. Los estereotipos de género y la discriminación están retratados en los machismos cotidianos”, apuntaron en la librería Entusiasmo Libros.
Antes mujeres y algunos cuantos hombres, las feministas Gabriela Guerra y Marisol García Walls expusieron a este libro como un detonador para platicar de aquello que lastima a las mujeres pero se queda oculto en el silencio.

Hay que celebrar que en los últimos diez años cada vez hay más libros sobre violencia hacia las mujeres convertidos en un lugar abierto para el diálogo y para el reconocimiento
Claudia de la Garza, historiadora del arte y maestra en Estudios de Arte por la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, dice sentirse optimista en que poco a poco habrá cambios incluso en las instituciones, pues cada vez las mujeres se sienten más acompañadas y más fortalecidas.

Vuelve a leer: Teatro y bicicletas: conoce la propuesta de “Mujeres que sueñan sobre ruedas”

Por su parte, Eréndira Derbez, ilustradora, escritora e historiadora del arte, dice asumir la responsabilidad del privilegio de acceder a la información y compartirla con la sociedad de una manera más sencilla. Ella recurre a las viñetas y a la imagen, para hacer contenidos más atractivos.

“Que la información salga de la academia, que sea accesible a muchas más personas. No podemos quedarnos la información para nosotras”, expresa.
Apunta que “No son micro. Machismos cotidianos” hace un recorrido breve, sencillo y claro sobre diversas manifestaciones de los estereotipos de género, la discriminación y la violencia contra las mujeres, retratados en los machismos cotidianos.
“Se compila una serie de experiencias y ejemplos concretos que pueden leerse de manera no secuencial y se acompañan de ilustraciones, dos elementos que la hacen aún más accesible”.
Además de experiencias y ejemplos concretos hay un glosario de términos como manterrupting, manxplicar, tone policing, mansplaining, gaslighting y manspreading.

Puntualizan que “el machismo es una ideología tan arraigada en nuestra cultura que se presenta de muchas formas; abarca no solo dichos y prácticas frecuentes, sino comportamientos, chistes, bromas, incluso rituales y tradiciones, entre otras, que se encargan de negar a las mujeres como personas autónomas e independientes”.

Salud

Cannabis y sus beneficios en la salud, ¿sabes qué pautas hay para poder usarlo?

El cannabis no solo ayuda en casos clínicos, sino como un potencializador de calidad de vida de cualquier usuario que la consuma

Local

Joel Elizalde no deja morir los puestos de periódicos; heredero de una larga tradición familiar

Dice que la llegada de nuevas tecnologías que desplazaron a las publicaciones en papel y los formatos de consumo

Elecciones 2024

Veracruzanos han sido olvidados; ya no quieren la vieja política, afirma Dante Delgado

El candidato señaló que ya ha recorrido los 19 Distritos locales y 30 Distritos federales, donde ha conocido las necesidades de la ciudadanía

Doble Vía

Primer tren en Orizaba era jalado por mulitas: fue inaugurado antes de 1900

Orizaba, como Nueva York, en Estados Unidos, tuvieron tranvías como medio de transporte

Deportes

Vicente Lunagómez, leyenda del atletismo en Xalapa, la historia de éxito del misanteco

Lunagómez Lagunes es originario de Misantla y tiene aproximadamente 40 años en Xalapa y casi 38 años en el atletismo

Cultura

Piedra del diablo en el MAX esconde un misterio: arqueólogo narra el descubrimiento

No hubo duda al momento de nombrar a esta pieza, lo que sí hubo detrás fue una desafortunada historia