El área, grupo cultural e inclusive el momento histórico determinan los tipos de ritos o prácticas funerarias, algo que queda demostrado con la exposición temporal “Mitos y ritos fúnebres en Mesoamérica”, a la vista del público en el Museo de Antropología de Xalapa.
Durante diciembre y enero, los visitantes pueden conocer distintas ofrendas mortuorias, muchas de ellas determinadas por las clases sociales y por las deidades a las cuales se les ofrecía culto. Así, se pude ver cómo los nobles o gobernantes portaban un ajuar elaborado en materiales como hueso, barro, obsidiana, oro, etc., y se realizaban diversos ritos para favorecer su tránsito al mundo de los muertos.
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De acuerdo con las fichas técnicas, una práctica común era colocar en la boca una piedra de jade o piedra verde y cremar los cuerpos, para después depositar las cenizas en urnas funerarias o en construcciones realizadas con el único fin de recibir los restos mortales.
¿Cómo se enterraba a los muertos en el 600 d. C.?
En el caso de las personas pobres o humildes, se les envolvía en mantas o petates y su ajuar no era tan suntuoso; la única coincidencia es que la ofrenda incluía alimentos. Cráneos del Centro de Veracruz (El Zapotal), de entre 600-900 d.C., dan cuenta de que en el pensamiento nahua "creían que la fuerza vital residía en los huesos”.
Otras piezas de cerámica, también del centro de Veracruz, permiten saber que las prácticas funerarias en tiempos prehispánicos incluían tumbas denominadas urnas o cistas.
Además, había altares conocidos como tzompantli, donde exhibían y ofrendaban cráneos con la intención de agradar a los dioses, pero también, como una forma de mostrar dominio y poder por parte de los gobernantes y sacerdotes.
Otra práctica que se puede observar es la de exhumar y colocar los restos en cajetes u ollas, junto con su ofrenda. Frente al espectador aparece una figura con los atributos del dios Tláloc, como parte del ajuar mortuorio de un entierro.
Mención especial merece el sacrificio por cuchillo de obsidiana o pedernal. “Este ritual de la decapitación en Mesoamérica prehispánica encuentra sus fundamentos en el juego de pelota mítico, origen de la creación de los astros y del nacimiento de la planta de maíz”, explica la ficha.
Quien acuda al MAX también podrá ver varios objetos que formaron parte de ofrendas, como dos figurillas de cerámica con rostros descarnados, una figurilla humana miniatura con brazos móviles de estilo Jaina y una figurilla con rostro fantástico.
Por primera vez también están expuestos dos pendientes para collar con representaciones de mono y murciélago, animales asociados con la muerte y la noche en la cosmovisión mesoamericana.
Unos ancianos de cerámica y piedra, hallados en el centro de Veracruz, 600-900 d.C., permiten saber que se reconocía la experiencia y sabiduría.
En la presentación de la exposición indican que es importante recordar que la cosmovisión mesoamericana es compleja en su simbolismo y es innegable la importancia de los animales en los mitos y prácticas rituales.
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“Los ritos son acciones o prácticas sociales con un carácter simbólico que sirven para darle cohesión a una sociedad y para construir su identidad”, apunta el texto de sala.
“Mitos y ritos fúnebres en Mesoamérica” se puede visitar de 9 a 17 horas, de martes a domingo, en avenida Xalapa sin número colonia Unidad Magisterial. Los domingos el acceso es sin costo.
