Cuando era niño metía goles al por mayor. En los famosos torneos del osito siempre figuró en el podio de artilleros. Era el goleador de su equipo, de los Delfines de Xalapa, institución que lo vio nacer, crecer y desarrollarse, en un proceso en el que muchos estuvieron involucrados uniendo esfuerzos y voluntades para cumplir el sueño que hoy ha hecho realidad Fernando Gonzáles Delfín.
Dicen que desde chiquillo se ve lo vivillo, y Fernando desde que se inició en el futbol mostró una viveza única, esa que en cuestión de segundos marca una diferencia, fortaleció ese sentido especial y esa sangre fría del delantero matón, el que no perdona, el que tiene lista el hacha para cortar la cabeza de sus rivales, en este caso de los porteros.
Dicen que los ciclos se acaban, y empiezan otros que, por fuerza deben ser mejores, pues tras casi 10 años en la institución albinaranja, Fernando González, en una de las visorias, fue elegido para llevar un seguimiento con las Águilas del América, de eso tiene casi seis años y por su enorme calidad se ha mantenido en la institución de Coapa, incluso ya fue parte de seleccionados nacionales menores.
Su proceso marchó sobre ruedas pese a sufrir lesiones que lo llevaron al quirófano, naturalmente poco a poco fue saliendo hasta sanar por completo y mantener esa capacidad que le conocemos, pues todos sabemos que en clubes como las Águilas del América, el más importante del país, debes mantener una calidad constante.
El mortal delantero, quien hace poco le metió un gol al Santos en un partido amistoso, ya debutó en la Copa MX ante los Tiburones Rojos de Veracruz, y el pasado sábado en el estadio BBVA lo hizo oficialmente en la Liga en la derrota que sufrieron las Águilas del América ante los Rayados de Monterrey.
El xalapeño jugó uno tiempo, entró de hecho al minuto 88, tuvo escasos siete minutos, pero al menos ese lapso lo convirtió en un histórico, pues es el primer futbolista nacido en la Atenas Veracruzana en debutar con las Águilas del América.
Recuérdelo bien, se llama Fernando González Delfín, usa el 31 en sus espaldas, y es xalapeño, hecho aquí en un club que también ha hecho historia por la cantidad de jugadores que envía a equipos de Primera División y Liga de Ascenso.