Ante el aumento de población con enfermedades limitantes para la vida, la especialista en cuidados paliativos, Luz Elena Olaiz Cortina señala la urgencia de avanzar hacia un nuevo enfoque en los servicios de salud.
En actividad híbrida de acceso libre, dijo que es una realidad que los mexicanos vivirán más pero con menor calidad de vida por distintos factores, entre ellos, el cambio en la estructura familiar.
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“Los sistemas de salud ya son y serán insuficientes ante la demanda de servicios para pacientes con enfermedades crónicas y terminales”, puntualizó en su intervención.
En la mesa “Cambiando paradigmas para el bienestar integral: El futuro de los cuidados paliativos en México”, coordinada por la investigadora María Elena Medina-Mora, se refirió a la importancia que debe tener la compasión.
En el futuro, apuntó, los servicios de salud no dependerán solo de los gobiernos o al Estado, sino de la sociedad en conjunto a partir de comunidades compasivas.
Sostiene que “son muchas las enfermedades, muchos los síntomas y muchos los gastos, no alcanza para atenderlos”. En ese sentido, cree que las personas que vivan en un área común deberán aprovechar todos los recursos e involucrarse de manera solidaria.
Lo anterior, por el cambio en la estructura familiar, con menos hijos y con más mujeres fuera de casa por desarrollo profesional o contribución o sostenimiento de los gastos familiares; con enfermos y ancianos solos, frecuentemente con un cuidador primario, un adulto mayor.
Detalló que se debe entender a la comunidad como el conjunto de personas que viven en una misma área física y comparten intereses culturales y normas, aprovechando sus recursos e involucrando a diferentes sectores, como la familia, gobierno, academia, ONGS, escuelas, centros deportivos e iglesias.
Destacó que las comunidades compasivas son una responsabilidad compartida, se trabaja con la comunidad y no sobre la comunidad; la sociedad es la impulsora del cambio, en tanto la compasión, el eje transversal.
“La compasión es una actitud que reconoce el sufrimiento del otro, lo que llaman empatía. Y lo que distingue esta actitud llamada compasión es estar dispuestos a hacer algo por el otro para disminuir ese sufrimiento”.
Reiteró que la salud no le corresponde al gobierno solamente, ni a la familia, sino a toda la comunidad. “Es una responsabilidad compartida la que debemos tener”, indicó.
