Desde el estado de Oaxaca llegaron a Xalapa hace aproximadamente tres semanas Teresa Bautista, Rufina Bautista y Mario Cruz con el firme objetivo de promocionar y vender sus artículos hechos de palma, pues comentaron que aquí les va mejor que en su tierra.
Sin embargo, para poder vender sus productos deben caminar por largas distancias para dar a conocer lo que mucho esmero realizan en San Antonino Monteverde, Oaxaca, de donde son originarios.
Doña Rufina Bautista, de 68 años, platicó que llegó con su tía Teresa Bautista, de 81 años, hace aproximadamente tres semanas y desde entonces se han dedicado a vender sus artículos.
“Tenemos acá pocas semanas y venimos a vender lo que hacemos; me acompaña mi tía y un compadre de ella que se llama Mario. Venimos aquí porque nos dijeron que la gente compra esto y sí hemos vendido, no mucho, pero sí hay más venta que en mi pueblo”, indicó.
Mientras tanto, doña Teresa también dijo que ellas tejen lo que venden, pero que cada vez es más complicado, porque la palma día a día es más cara, “por eso ya casi no hacemos muchas cosas”, platicó mientras su sobrina Rufina atendía a un comprador, que finalmente realizó una adquisición.
Las canastas las venden a 150 pesos y para convencer al cliente hacen rebajas de 20 hasta 30 pesos, pues dicen que deben comer. “Los precios son de 150 pesos, pero luego los bajamos, porque tenemos que comer; los xalapeños son buenas personas; nos han tratado bien; hasta nos han dado de comer sin conocernos.Son buenas personas, porque un señor nos regaló comida y compramos tortillas para desayunar; eso quiere decir que son buenos”, dijo Rufina.
Por su parte doña Teresa Bautista dijo que pasaron Navidad en Xalapa y hubo venta, que aunque fue escasa “es más de lo que vendemos en nuestro pueblo”.
Contó que es la primera vez que viene a Xalapa y que podrían quedarse dos semanas más, dependiendo de la venta.
Mario Cruz, acompañante de la tía y sobrina, indicó que llegaron a Xalapa de visita y a vender lo que realizan. “Nada más venimos de visita y venimos a vender nuestros artículos; la verdad está baja la venta, pero sí hemos vendido”, señaló.
Reconoció que tiene pocos años en la actividad que realiza, sin embargo, es de su agrado, pues teje con esmero como lo realizan sus acompañantes.
“Ojalá la gente nos compre lo que vendemos; caminamos mucho, además debemos regresar de donde somos para hacer más cosas, aunque es más caro todo, debemos seguir con la tradición y salir adelante”, concluyó Mario Cruz.
Luego de la entrevista y vender un artículo en ese momento, las tres personas originarias de San Antonino Monteverde, Oaxaca, continuaron su camino hasta perderse entre calles de la colonia Campo de Tiro.