Para quien todavía no se anima a hacer ejercicio hay nuevos motivos para tomarlo en serio y tener una mejor calidad de vida, pues ya está comprobado que los beneficios no son solo físicos.
La científica Carmen Vivar sostiene que el ejercicio mejora las funciones cognitivas y la salud mental en general, algo que no se debe desestimar en poblaciones como la de Veracruz, estado que está entre los primeros lugares del país con población de más de 60 años y donde ha aumentado la esperanza de vida.
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¿Cómo se mejorar la comunicación músculo-cerebro?
En el inicio del ciclo virtual “Las neurociencias en México y el mundo” advirtió que de no iniciar una activación, vendrán importantes impactos en la salud pública, la economía y la sociedad en general. Al hacer ejercicio, explica, se genera una comunicación músculo-cerebral que permite desencadenar mecanismos que favorecen al hipocampo con efectos positivos.
Entre los más notables nombra el nacimiento de neuronas, la reducción del riesgo de padecer demencias o enfermedades como el Alzheimer, la mejora en el estado de ánimo y el efecto antidepresivo y ansiolítico.
“Corre por tus neuronas”, indica la integrante del laboratorio nacional de Neurogénesis y Neuroplasticidad, quien puntualiza que nunca es tarde para iniciar, aunque si se quiere lograr los beneficios mencionados sí hay un requisito, hacer del ejercicio un estilo de vida.
Detalla que a partir de distintos experimentos con animales y estudios con humanos donde se empleó resonancia magnética para descubrir cómo estaba el hipocampo antes y después de realizar ejercicio constante durante siete meses, el resultado fue el esperado.
Con 40 minutos o una hora de caminata a buena velocidad se alcanza la máxima oxigenación cerebral; si se hace cuatro veces a la semana, el volumen del hipocampo se incrementa y vienen los beneficios.
¿Cualquier ejercicio tiene el mismo impacto?
La respuesta es no. Se requiere actividad aeróbica. Puede ser bailar, correr, caminar a buena velocidad, nadar o andar en bicicleta. Además, la activación debe ser voluntaria, sin estresores, por lo que caminar hacia el trabajo con la prisa de ir tarde no tendrá los mismos efectos.
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Al responder el cuestionamiento de qué significa mejorar los procesos cognitivos explica que se refiere al aprendizaje, la memoria, la conciencia del entorno, la resolución de problemas, la toma de decisiones, entre otros.
Detalla que el “control ejecutivo” tiene que ver con que la persona se pueda adaptar con mayor facilidad a nuevos contextos.
En “procesamiento controlado”, será mejor al realizar actividades que requieren una secuencia, como manejar un auto estándar; en cuanto a la memoria espacial, permite al individuo ubicarse mejor, tener una mayor movilidad e ir de un lugar a otro con mucha menor probabilidad de perderse.
En el caso específico de las neuronas nuevas, anota que la constancia del ejercicio les permitirá sobrevivir y estar conectadas a la red neuronal del hipocampo, lo cual mejorará el aprendizaje y la memoria.
Al ahondar en las demencias, detalla que hay factores de riesgo no modificables, pues hay quienes son portadores de alguno de los tres genes que las desencadenan, pero son muchos más los modificables.
Actualmente son 12 los factores de riesgo que sí se pueden cambiar y que también están relacionados con el ejercicio. Algunos son la diabetes, la hipertensión, la obesidad, la depresión y el aislamiento social.
Ante la inexistencia de medicamentos para prevenir o revertir el deterioro cognitivo, la doctora llama a no esperar más y salir a ejercitarse, solo o en compañía, pero activarse y trabajar por una mejor calidad de vida.
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Enfatiza la importancia del hipocampo, estructura cerebral cuyo deterioro cognitivo se correlaciona con la diminución de su volumen pero ahora no hay pretexto, ya se sabe cómo mantenerlo bien y en el volumen adecuado.
La salud mental es importante para el bienestar emocional, psicológico y social de una persona, puntualizó la especialista en mecanismos de neuroplasticidad, en la conferencia coordinada por El Colegio Nacional.
