Alejandro García, segundo Comandante de los Bomberos de Xalapa, expone que durante la temporada de lluvias que comenzó aumentan hasta 30 por ciento los llamados de auxilio por inundaciones, árboles caídos, personas y animales atrapados deslaves, e incluso por incendios.
Sin embargo, comenta que durante el año son las fugas de gas lo que más requiere de su atención. Por día pueden llegar a atender hasta 10 fugas de gas.
Subraya que muchas veces por el excesivo calor o están en mal estado. “Por el calor sube la presión y eso los torna peligrosos, pero nosotros llegamos y evitamos que el incidente llegue a mayores”.
Agrega que cuando un tanque está en malas condiciones se recoge y la compañía de gas llega a realizar su recolección y cambiarlo al cliente.
Asimismo, dijo que pese a que ya se han registrado lluvias fuertes en la ciudad la situación ha estado tranquila para los bomberos, pero seguro en las siguientes semanas se elevarán los llamados para atender situaciones de riesgo por inundaciones, árboles caídos, personas y animales atrapados en deslaves, e incluso incendios.
Explica que las situaciones de riesgo pueden presentarse en cualquier zona de la ciudad, pero cada vez son más frecuentes por la cuestión del cambio climático. "Este año ha estado tranquilo, si se compara con el año pasado si ha habido menos incidencia de siniestros. Hay temporadas que disminuyen los llamados de auxilio, pero en otros sube, es algo que cada año varía, ahora aparentemente todo está tranquilo, pero puede cambiar”.
¿Cuántos bomberos de Xalapa atienden las estaciones de la ciudad?
Sobre el trabajo que realizan, comenta que es importante para la comunidad; hay 15 bomberos en cada turno que atienden a las tres estaciones en la ciudad.
En la Estación central son siete bomberos que atienden fugas de gas, retirar enjambres de abejas o incidentes de emergencia, a parte realizan todo el mantenimiento y reparación del inmueble y de los vehículos.
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Equipo nuevo
Alejandro García explica que ser bombero conlleva realizar un trabajo con un fuerte compromiso social; “nuestra labor es muy fuerte”.
Comenta que siempre hay necesidades de equipo; pero en la actualidad al menos cuentan con vehículos en excelentes condiciones y la Secretaría de Protección Civil le entregó una pipa hace un año y medio y han logrado mantenerse estables, pero siempre la parte económica es la que los detiene para contratar a nuevo personal para las tres estaciones.
Sobre los equipos de bomberos, comenta que esta administración adquirió nuevos para el personal y el municipio donó equipo, “ese material aunque tiene pocos años se daña bastante porque la incidencia de siniestros es alta y tras cinco años pierden calidad y hay que cambiarlos".
¿Qué parte de su equipo es la que más se gasta?
Lo que más se gasta son las botas, chamarras y cascos, porque es lo que más se utiliza. El problema para cambiarlos es su costo porque los que cumplen con la normativa pueden llegar a costar más de 35 mil pesos por persona.
Remarca que sus equipos actuales cumplen con las normas internacionales, “pero mientras que en Estados Unidos se cambian los equipos y ropa cada año para que sean 100 por ciento seguros, aquí no ocurre así, por cuestiones económicas dado que se trata de una fuerte inversión que no se tiene”.
Los recursos se priorizan y son para pagar los sueldos y para el mantenimiento de las estaciones “por ello es que hay esa diferencia con el equipo que utilizan en otros países que sus cuerpos de bomberos lo cambian de forma frecuente, pero a nivel México eso es complejo y no ocurre en casi ninguna entidad”.
Necesario organizar corporaciones de paramédicos por zonas
Por otra parte, el comandante de Rescate y Asistencia Médica Prehospitalaria (RYAM), Diego Solano Montano, pide al Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) organizar a las corporaciones de paramédicos por zonas para evitar la duplicidad de servicios y llegar con más prontitud al lugar en donde se necesite ayuda.
Además, al estar organizados por zonas se podría evitar el caos vehicular de esta ciudad y más aún en los lugares en donde se desarrolla obra pública, como en Las Trancas.
Señala que los operadores de ambulancias se reportan con el CRUM para dar a conocer el servicio y el lugar al que acuden ante cualquier emergencia. Sin embargo, "en ocasiones tienen que atravesar la ciudad y al llegar resulta que ya hay otra corporación, aparentemente por la falta de coordinación", señala.
Incluso, manifiesta que en ocasiones los servicios de emergencias suelen retrasarse debido al caos vehicular por obras en calles y avenidas y en ocasiones por la imprudencia de automovilistas que no les ceden el paso.
Lo anterior provoca que rescatistas puedan ser ofendidos por llegar tarde al lugar del incidente que vayan a atender, pues nunca faltan inconformes que los señalen o acusen de irresponsables, manifiesta.
Recalca que lo ideal sería que el CRUM organice por zonas a los grupos de emergencias para que puedan actuar de forma estratégica y oportuna ante cualquier incidente que llegue a ocurrir. Además, por medio de esa estrategia, subraya, se podría evitar la duplicidad de servicios y brindar una atención más eficiente a quien llegue a necesitarlo.
