Medellín de Bravo, Ver.- A pesar de que la flor de cempasúchil y el moco de pavo, han bajado su comercialización ante la pérdida de tradiciones, campesinos de la zona de Medellín de Bravo se aferran a la siembra y esperan sacar alguna ganancia.
Don Pedro Torres Vázquez de 68 años de edad lleva sembrando estas flores como una tradición heredada de su padre y éste de su abuelo, por lo que a pesar de que la ganancia ya no es la misma, cada año, desde el 20 de julio, empieza el proceso.
Ya son pocos los que conservan la tradición, la venta de flor no es la misma de hace unos años, pero soy necio y cada año siembro como un cuarto de hectárea. El ciclo empieza el 20 de julio, cuando echo la semilla y cuando la planta está de buen tamañito la siembro en la tierra y la voy cuidando, le echo su fertilizante, la riego y queda bien bonita, lista para adornar los altares y panteones
Comentó que invierte cerca de dos mil pesos en la siembra de alrededor de 250 metros cuadrados. Mencionó que desde esta semana empiezan a visitar lugares donde venden la flor, para ofrecer los rollos a cien pesos con el fin de obtener entre cuatro mil a cinco mil pesos.
Pues doy a cien pesos una brazada, que es lo que abarcan mis dos brazos, te digo que ya no son las mismas ganancias que anteriormente, pero ahí vamos haciendo la lucha
Comentó que es una tradición heredada de su padre y su abuelo, su hijo, también ya aprendió el proceso de cultivo de estas plantas que sólo se ven en los meses de octubre y noviembre.
Al menos en la zona de Medellín de Bravo, hay cuatro campesinos que siembran la llamada flor de cempasúchil y el moco de pavo, que son las flores tradicionales que adornan los altares de muerto en los hogares y las tumbas de los difuntos en los panteones en estas fechas de día de muertos.
