Aunque cualquier avance en el reconocimiento a la comunidad de la diversidad sexual se celebra, integrantes de esta población coinciden en que la bendición para las parejas del mismo sexo autorizada en la Iglesia católica por el papa Francisco “es una simulación”, “es atole con el dedo”.
Personas consultadas en Xalapa expresan que cuando decidieron hacer pública su orientación sexual o identidad de género dejaron a un lado sus religiones; saber que desde el 18 de diciembre el Papa abrió la posibilidad de dar la bendición “a personas en situaciones irregulares o del mismo sexo” no les causa interés.
“Hay que decirlo, la Iglesia católica y otras religiones nos utilizan como ‘botín económico’, como una moda que ya no es moda. A mí no me interesa la bendición de la Iglesia, me interesa lo legal”, expresa Leonardo Ruiz Moreno, presidente de Orgullo Xalapa, AC.
En el mismo sentido se pronuncian activistas y personas de la diversidad sexogenérica, algunas de las cuales afirman ni siquiera estar enteradas de la llamada declaración “Fiducia supplicans”, la cual ha generado polémica, incluso al interior de la misma Iglesia.
“Me alejé, mejor dicho, me alejaron, y así estoy bien, ni quiero ni necesito de su bendición y si en algún momento llegaran a aprobar el matrimonio igualitario, tampoco lo querría. No estoy al tanto de lo que digan esos señores”, manifiesta la activista Indra Ortega.
Publicada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (18-12-2023) y aprobada por el Papa, la declaración aborda la posibilidad de la bendeción pero con una acotación: “sin convalidar oficialmente su estatus”.
Leonardo Ruiz manifiesta que él es positivo y son logros que se están dando, pero hay cosas mucho más importantes relacionadas con crímenes de odio y los derechos humanos, especialmente “de las compañeras trans”.
Observa además que la Iglesia no sanciona cuando sabe que hay familias heterosexuales donde se viven infidelidades o violencia física, “¿por qué meternos al fondo del clóset cuando lo importante es la fe y el amor?”, cuestiona.
¿Qué opina la Arquidiócesis de Xalapa sobre la Fiducia supplicans?
A pesar de que en Xalapa se buscó al vocero de la Arquidiócesis, no hubo respuesta, pero en la “Fanpage” oficial sí se compartió el comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
El documento señala que “si bien no se pueden bendecir ritualmente uniones que contradigan la doctrina sobre el matrimonio, sí se pueden ofrecer oraciones no litúrgicas a quienes las soliciten con espíritu de fe y apertura”.
Puntualiza que se harán “sin ánimo de legitimar situaciones irregulares, sino como expresión de la misericordia pastoral de Cristo y de la Iglesia hacia toda persona”.
El Episcopado Mexicano afirma estar en comunión con el Papa y exhorta a los sacerdotes y agentes de pastoral, como a los fieles en general, a no generar confusión ni desvirtuar el sentido pastoral de lo que pide el papa Francisco.
Subraya que se trata de “una actitud de acogida, cercanía y discernimiento ante quienes soliciten una bendición, guiándoles con delicadeza, firmeza y claridad en su camino para cumplir la voluntad de Dios en sus vidas”.
¿Qué dice la comunidad LGBTQ+ sobre la bendición del Papa?
La especialista en educación sexual, Silvia Susana Jácome García, considera que la bendición muestra una apertura que en realidad no existe, pero también abre a debate un punto que sí ha lastimado a algunas personas de la comunidad y es el rechazo.
Comparte que siendo muy joven era cercana a la Iglesia católica, apostólica y romana, pero se alejó cuando empezó a vivir como mujer porque se le cerraron las puertas.
“Esto lo vive mucha gente que tiene que elegir entre vivir su espiritualidad pero renunciando a su orientación sexual o a su identidad de género, o viceversa; es muy triste”.
Al referirse a “Fiducia supplicans” repara en la palabra “irregulares”; considera que se trata de “una bendición restringida, que no matrimonio”, por lo cual no es un avance.
Como un caso contrario cita a la Misión Episcopal San Pablo, en la capital del estado, donde afirma hay la convicción de que Dios ama a todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. También hay matrimonios igualitarios.
El joven universitario Mario Sánchez Condado expresa que no se quiere ni imaginar lo que sucedería si fuera a la Catedral de Xalapa a pedir la bendición con su novio.
“Nada más de imaginarlo me da flojera. Yo no les creo nada. Todo es simulación. Al Papa le gusta la popularidad. Seguro nos mandarán a volar. La verdad, ¿qué necesidad? Estoy casi seguro que no solo no nos la darán sino que nos seguirán sermoneando de que no es correcta nuestra relación, de que vivimos en pecado”, declara.
Al respecto, Lú Martínez Acosta enfatiza que mientras la Iglesia siga catalogando a la homosexualidad como pecado, “no se puede hablar de un avance ni de un logro ni de nada. Nos quieren dar ‘atole con el dedo’ cuando seguimos siendo personas excluidas, marginadas, no comprendidas, no dignas de un amor supremo”.