Las calaveritas de azúcar y de chocolate comienzan a relucir entre los locales de los mercados San José y Jauregui, dos de los más emblemáticos de esta capital.
Desde la semana pasada, el local de Alexis Ramos Hernández exhibe calaveritas chicas, medianas, grandes y extragrandes, acompañadas de figuritas de jamoncillo, sahumerios, papel publicado y una gran variedad de productos de Todos Santos, en San José.
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La mercancía la trae de la Ciudad de México y espera que más adelante, según sean las ventas, su local luzca con más calaveras y Catrinas de todos tamaños. Alexis comúnmente se dedica a la venta de abarrotes, semillas y chiles, sin embargo, en estos días del año procura adelantarse y darle un giro a local para vender exclusivamente dulces y calaveritas de chocolate.
También cuenta con incienso y todo lo necesario para que los creyentes y fieles a la tradición de Todos Santos coloquen su altar. Además, su local está adornado con "la Catrina" y con papel china picado que le da vida a un sinnúmero de alegres calaveras.
Lo más solicitado a la fecha son las calaveritas de chocolate y de azúcar; los precios van de los 7 a los 50 pesos, según sea el tamaño.
Mientras tanto, Iván Osorio colocó una mesa con una amplia variedad de calaveras de chocolate, de azúcar, de cereal y de amaranto, que dan la bienvenida en la entrada a ese mercado ubicado en calle Justo Sierra, frente al cuartel "Heriberto Jara Corona" (San José), en esta capital.
Entre los productos que exhibe sobresalen calaveras monumentales y una gran Catrina de chocolate, como de unos 40 centímetros de altura, que además luce un gran sombrero negro.
Iván también oferta dulces de jamoncillo con sabores a frutas y brochetas de malvavisco, también con la temática del Día de Muertos, que al igual que las calaveras los trajo de Puebla.
Diariamente Iván atiende una fonda, pero en estos días aprovecha para ofertar productos alusivos al Día de Muertos. Los precios van de los 6 a los 180 pesos, también por su tamaño.
En el mercado Jauregui no se quedan atrás, pues también comienza a notarse la presencia de calaveras en algunos locales, donde Filemón Herrera señala que más adelante casi todos los puestos quedarán tapizados de calaveritas de azúcar y chocolate.
Además, sostiene que el olor a incienso será común en ese mercado ubicado en las céntricas calles de Revolución y Altamirano conforme se acerque el Día de Muertos.
