Su eminencia monseñor Sergio Obeso Rivera es oficialmente cardenal de la Iglesia Católica, esto luego de haber sido consagrado por el papa Francisco en Roma. En una ceremonia solemne que tuvo lugar en la Basílica de San Pedro en Ciudad del Vaticano, el arzobispo emérito de Xalapa recibió de manos del Santo Padre el birrete, el anillo y título cardenalicio que lo convierte en colaborador inmediato del máximo jerarca católico.
Junto a Obeso Rivera fueron consagrados 13 cardenales más originarios de Irak, España, Italia, Polonia, India, Portugal, Perú, Madagascar, Japón y Bolivia. De los 14 nuevos cardenales, 11 tienen menos de 80 años, por lo que son considerados electores y podrán participar de un próximo conclave y dar su voto para un nuevo papa. Los tres restantes —entre los que se encuentra el cardenal xalapeño— obtuvieron este nombramiento como reconocimiento a "su servicio a la Iglesia”.
En la homilía, el papa Francisco les recordó a los cardenales y neocardenales que ninguno debe sentirse “superior” a nadie ni debe mirar a los demás por sobre el hombro, desde arriba. "Únicamente nos es lícito mirar a una persona desde arriba hacia abajo cuando la ayudamos a levantarse". Le dijo además que la única autoridad creíble es la que nace de ponerse a los pies de los otros para servir a Cristo y la que surge de no olvidarse que Jesús, antes de inclinar su cabeza en la cruz, no tuvo miedo ni reparo de inclinarse ante sus discípulos y lavarles los pies.
"Ésa es la mayor condecoración que podemos obtener, la mayor promoción que se nos puede otorgar: servir a Cristo en el pueblo fiel de Dios, en el hambriento, en el olvidado, en el encarcelado, en el enfermo, en el tóxico-dependiente, en el abandonado, en personas concretas con sus historias y esperanzas, con sus ilusiones y desilusiones, sus dolores y heridas".
Tras la ceremonia, los 14 nuevos cardenales se trasladaron junto al papa Francisco al Monasterio Mater Ecclesiae, en donde visitaron al papa emérito Benedicto XVI, con quien intercambiaron saludos y recibieron la bendición para su nuevo encargo.